El panorama al interior de la Universidad del Atlántico continúa navegando en un mar de dudas, generadas por la corrupción y por el manejo clientelista que el grupo político dominante le ha venido dando al claustro, desde cuando Carlos Prasca asumió la Rectoría con el voto aún dudoso de César Lorduy.

En efecto, los ruidos y las denuncias son persistentes, tras la habilitación express de Lorduy por parte de una juez oral de familia, mediante un ambulante fallo de tutela que rebotó del Juzgado al Tribunal Administrativo y viceversa y de ahí a la Corte Constitucional, tal como lo informó oportunamente CORRUPCIÓN AL DÍA. (hacer enlace con: https://corrupcionaldia.com/fue-la-eleccion-del-rector-de-uniatlantico-ajustada-a-la-ley-la-transparencia-la-democracia-la-etica-y-las-buenas-costumbres-de-un-claustro-universitario/

Ahora, tras aquel voto decisivo, condimentado y cocinado con el acuerdo del abogado Lorduy con la Casa Char, que lo avaló y apoyó para su elección como Representante a la Cámara, se han destapado una serie de hechos de corrupción (grandes y chiquitos) que van, desde el escándalo por acoso y abuso sexual que tiene a Prasca suspendido de la Rectoría de la Universidad del Atlántico y que podría dejarlo definitivamente por fuera, hasta un nuevo fraude con el ingreso de estudiantes al primer semestre del 2019 a ese centro académico.

Este nuevo hecho que involucraría a todo el staff que dejó Prasca en la Universidad, incluida la Rectora encargada Maryluz Stevenson Del Vecchio y a una fundación de Afrodescendientes, deja en entredicho el ingreso de por lo menos 856 estudiantes de primer semestre en diferentes carreras y que además dejó por fuera a más de 100 estudiantes, debido a las maniobras clientelistas con que han manejado el proceso, según dijo a CORRUPCIÓN AL DIA Roberto Figueroa, Representante de los Profesores en el Consejo Superior de la Universidad.

El controvertido caso, en el que no casan los datos de la Jefe de Admisiones, Zaylaya Torres Salazar con los de la Rectora encargada Maryluz Stevenson y mucho menos con los del propio Rector suspendido, Carlos Prasca, quien en su momento había dicho que a raíz del paro estudiantil habían desertado 1.256 estudiantes admitidos para primer semestre.

En la baraja de cifras, de los 2.993 estudiantes admitidos para el primer semestre de 2019, según Prasca habrían desertado por el paro un total de 1.256 estudiantes, pero Stevenson, la Rectora encargada, sostiene que fueron alrededor de 600, mientras que Torres Salazar, la Jefe de Admisiones dice ue son un poco más de 400.

A lo anterior se agrega el “secreto a voces” que circula por la Universidad del Atlantico, según el cual los cupos abandonados y adjudicados a dedo fueron previamente “lavados” por una de las fundaciones Afrodescendientes inscritas en el Alma Mater, la que habría exigido el pago de $70.000 y 50 votos para un candidato al Concejo, del grupo político que controla administrativamente a la Universidad.

Las denuncias del caso fueron presentadas ante la Rectora encargada, con el propósito de tramitarlas ante la Procuraduría, dijo el profesor Roberto Figueroa, pero la Rectora anunció que haría una investigación previa que tras dos semanas de haber sido revelados los hechos aún no tiene resultados concluyentes, sino solamente una confusión de cifras que continúan variando.

El Representante de los profesores, Roberto Figueroa, ha sido enfático al manifestar que hay voluntad por parte de la Rectoría para resolver el problema que no solamente permitió el ingreso de más de 800 estudiantes que reunían el requisito del puntaje requerido, sino que, además, deja por fuera a cerca de 100 estudiantes que sí cumplen.

Ante este hecho, a todas luces irresponsable y con marcados visos de corrupción, Figueroa dijo estar dispuesto a presentar las denuncias correspondientes ante los organismos de control e investigación, en caso de que la Rectoría continúe dilatando el proceso.

Esta es la segunda vez, de manera consecutiva, que ocurre un escándalo en el proceso de admisiones en la Universidad del Atlántico. En el año 2018 fue descubierto el caso de las respuestas de los exámenes de admisión de noviembre de 2017 en la Universidad, los que según las investigaciones de la época habrían sido vendidas, días antes de las pruebas.

Según se conoció, en aquel caso de fraude habría estado involucrado un estudiante de Ingeniería de esa institución en complicidad al parecer con otros estudiantes.

“Se conoció que se vulneró la prueba, una irregularidad donde jóvenes tenían las respuestas antes de llegar a la universidad, estas pruebas la realizan desde la Universidad Nacional desde hace 18 años, la cual solo llega a Barranquilla horas antes de realizarla a los estudiantes”, dijo su momento a medios locales Carlos Prasca.

En ese entonces se dijo que se investigaría si también habría participación de funcionarios de la Universidad, pero no se ha conocido resultado alguno hasta el momento. En CORRUPCIÓN AL DIA  develamos el verdadero rostro de esta patraña, ver https://corrupcionaldia.com/por-que-prasca-cambio-el-proceso-mas-transparente-eficiente-y-anticorrupto-de-la-universidad-del-atlantico/.

Aquellas pruebas se realizaron el 20 de noviembre de 2017 y participaron 27 mil estudiantes, de los cuales pasaron 3 mil, pero al año siguiente el rector Prasca logró su cometido de cambiar las reglas de juego para ingresar a la universidad que a la larga terminaría en otro escándalo.

Tras este nuevo lío, la Universidad del Atlántico continúa navegando en un mar de dudas y denuncias, producto de la corrupción y que al final afectan el aspecto académico y los intereses de la comunidad universitaria.

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