
Cf. Marcos 12, 38-44
Jesús acusa a los escribas
(Mt. 23.1-36; Lc. 11.37-54; 20.45-47)
38 Y les decía en su doctrina: Guardaos de los escribas, que gustan de andar con largas ropas, y aman las salutaciones en las plazas,
39 y las primeras sillas en las sinagogas, y los primeros asientos en las cenas;
40 que devoran las casas de las viudas, y por pretexto hacen largas oraciones. Estos recibirán mayor condenación.
La ofrenda de la viuda
(Lc. 21.1-4)
41 Estando Jesús sentado delante del arca de la ofrenda, miraba cómo el pueblo echaba dinero en el arca; y muchos ricos echaban mucho.
42 Y vino una viuda pobre, y echó dos blancas, o sea un cuadrante.
43 Entonces llamando a sus discípulos, les dijo: De cierto os digo que esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca;
44 porque todos han echado de lo que les sobra; pero ésta, de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su sustento.
¿Por donde caminar?
Vidas más auténticas, más fe traducida en compasión y empatía, mayor compromiso con el hambre de los pobres, más honestidad con nosotros mismos y con Dios.
Tres son las denuncias de Jesús hoy en el Evangelio:
1. Una religiosidad vivida como búsqueda de honor, fama y poder.
2. La fe vivida como hipocresía, como parecer o creerse mejor o mas santo que otros.
3. La fe vivida como búsqueda de sí egoísta y excluyente.