«Caradura, sinverguenza, el culmen de la desfachatez?» ya no caben más apelativos en las redes sociales para describir al presidente Iván Duque y sus cuestionadas actuaciones.

Las críticas y reclamos le resbalan; y nada o poco le importan los cuestionamientos, vengan de donde vengan, al fin y al cabo, no hay entidad del Estado que siquiera le haga un llamado de atención.

Su más reciente ‘osadía’ o bien podría llamarse ‘jugadita’ o sencillamente ‘burla’ y que ha generado indignación y ha sido inspiración para numerosos columnistas, fue la inclusión de sus tres hijos en la delegación de invitados a la cumbre climática mundial de Glasgow (Escocia).

¿Qué hacían los pequeños hijos del presidente Duque en la cumbre mundial sobre cambio climático que reunió a mandatarios de todo el planeta junto a sus numerosas comitivas de técnicos y secretarios destinados a intercambiar sobre las políticas ambientales del futuro? exactamente: nada.

Las suspicacias se desataron cuando comenzó a circular en redes sociales un documento del Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino Unido fechado el 22 de octubre de 2021, que oficializa la invitación a Duque al evento pero también extiende el convite a su esposa, sus hijos y su hermano, entre otros.

En efecto, la lista de personas que aparecen en el documento comprende, además de al presidente, a la esposa del mandatario, María Juliana Ruiz Sandoval, y a Luciana, Matías y Eloísa María Duque Ruíz, los tres hijos de la pareja de 14, 11 y 9 años respectivamente.

La lista también incluyó a Andrés Duque, hermano del Presidente y tío de los niños, quien desde 2018 también ejerce el cargo de embajador de Colombia ante el Vaticano, y a María Fernanda Sandoval Ramírez, señalada como familiar de la primera dama colombiana.

La inclusión de la familia de Duque en el viaje no fue informada públicamente por el Gobierno colombiano, pero recibió cuestionamientos en redes sociales. Uno de los más llamativos fue el de Jairo Ramírez, comunicador que se quejó de haber quedado relegado de la delegación por orden del Gobierno colombiano, sin una explicación clara a pesar de haber ganado un premio otorgado por la Embajada del Reino Unido.

Duque, el mismo que se ufana de la «austeridad» de su Gobierno, no tuvo ningún reparo en incluir dentro de su comitiva a su familia, y darle su paseo a costa del erario.
Pero no es la primera vez que el presidente de Colombia es cuestionado por un viaje de sus hijos. En enero de 2020, la esposa de Duque viajó con sus hijos en un avión de la Fuerza Aérea Colombiana utilizado como nave presidencial hacia la ciudad de Armenia (Quindío), y visitar un parque temático donde se celebró el cumpleaños de la hija mayor del presidente.

Después del periplo en Escocia, Duque se trasladó a Israel y allí visitó el muro de las Lamentaciones, tal vez aprovechó para arrepentirse de sus pecados y pedir perdón por sus actuaciones. Dios sabrá!

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