El nuevo acueducto regional de Ciénaga es considerado un “elefante blanco”, no porque estructuralmente haya quedado a medias, sino porque a pesar de haberse terminado, con recursos del Plan Departamental de Aguas del Magdalena, no se pone en funcionamiento debido a que el municipio no lo ha recibido, pues la concesión que maneja el sistema (Operadores de la Sierra) objeta que hay “fugas”.

Su ejecución tardó 8 años. La obra – en la que se invirtieron $26 mil millones – se realizó en dos fases y en tubería de 900 milímetros, en poliéster. Tiene como componentes  fibra de vidrio, arena y resinas curadas. Su longitud es de 14 kilómetros, entre el tanque con capacidad para 5.000 metros cúbicos de agua, ubicado en el sector del río Cordobita, y el municipio de Pueblo Viejo.

La obra fue asignada en 2010 por Aguas del Magdalena a la firma Estructuras Especiales, pero en el 2013 se paralizó por incumplimiento de este contratista y en virtud de un incendio que consumió el 70% de la tubería disponible para su construcción.

Tras dos años de parálisis, en 2015 se licitó para su fase final. El contrato se le adjudicó al Consorcio Acueducto  Cienaguero y los trabajos se reiniciaron en junio de 2016. Aunque el término para finalizar era de 16 meses, hubo retrasos por la resistencia de la comunidad al momento de instalar la tubería. La obra física llegó a su fin en agosto 31 de 2018.

Según el PDA, el acueducto no lo recibe el municipio debido a que una vez en funcionamiento la presión del agua colapsaría las viejas redes internas o domiciliarias que el operador obligatoriamente debe cambiar.

Publicidad ver mapa

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.