Odebrecht no llegó a Colombia con Santos

Una de las noticias que captó la atención la última semana de febrero en el país, fue la declaración que dio el ex senador Bernardo ‘Ñoño’ Elías, en el caso que se adelanta contra el exgerente de la ANI (Agencia Nacional de la Infraestructura), Luis Fernando Andrade, por los casos de corrupción de la empresa brasilera Odebrecht. 

Durante su declaración en la última audiencia, Elías no solo acusó a Andrade de tener pleno conocimiento sobre los pagos y las presiones que hacía Odebrecht para quedarse con los proyectos, mediante una serie de reuniones (alrededor de 15) que se hicieron en varias oportunidades, sino que también mencionó la participación del Gobierno del expresidente Juan Manuel Santos

Hizo la mención al señalar que en medio de una reunión con Eleuberto Martorelli, expresidente de Odebrecht, el ejecutivo le aseguró que “todo estaba coordinado para avanzar con el proceso”, específicamente con el otrosí Ocaña-Gamarra. 

Declaración a la Fiscalía

“Yo le dije (a Martorelli) que no tenía participación ni entrada, que eso era con el Gobierno Nacional, él me dijo: sí, yo sé que sí, yo tengo todo armado pero no me abandone en eso, ni en unos reclamos que voy a presentar. Yo le dije: Martorelli, si tú te das cuenta acabamos de perder la primera vuelta presidencial con el señor Óscar Iván Zuluaga, la segunda vuelta viene ahorita y no sé si vayamos a ganar. Si el señor Óscar Iván Zuluaga llega a ganar y Santos a perder quitan al señor Andrade y a la ministra, y yo no tendré posibilidad de ayudarte a terminar el otrosí en lo poco que yo pueda”
Bernardo “Ñoño” Elías
Ex Senador de la República

También señaló que se realizaron reuniones directas con Santos. Según él, Martorelli le dijo: “No te preocupes amigo, que ya yo tuve una reunión con el mismo presidente Santos acá, la empresa tuvo una reunión con él, tuvo una reunión con los jefes de campaña y con el mismo Roberto Prieto y vamos ayudar a reforzar para que no perdamos la segunda vuelta. Ahí es donde entendí que, desde la ministra pasando por la campaña presidencial, el doctor Andrade estaba ayudando a sacar ese otrosí a cambio de eso. Y el gobierno en cabeza del presidente se encargaba de ayudarles a terminar de sacar el otrosí con el confis y el conpes”

El ex congresista también mencionó los intereses que tenían las exministras Gina Parody y Cecilia Álvarez, en que se adelantara el proyecto y estaban presionando a Andrade

Se trata entonces de una nueva versión que intenta nuevamente vincular a la campaña de reelección 2014 del ex presidente Juan Manuel Santos. Y aunque seguramente no será ni la primera ni la última vez que estas teorías estén en el radar informativo; también es cierto que, teniendo como punto de partida los hechos, probablemente no sería esta la única campaña a la presidencia y a otros cargos, las que quizás hayan recibido dineros de la multinacional, pues Odebrecht ni llegó a Colombia con Juan Manuel Santos, ni ganó licitaciones solo durante sus 8 años de Gobierno.  

La llegada de Odebrecht

La Compañía llegó a Colombia en 1992 siendo presidente César Gaviria Trujillo, quien, tras aprobar la famosa apertura económica, dio vía libre a que capital privado (nacional y extranjero), asumiera funciones y obras que antes estaban solo bajo la responsabilidad del Estado. Así Odebrecht desde décadas antes del segundo mandato de Santos había logrado jugosos contratos. 

El propio Marcelo Odebrecht, ex CEO de la compañía, quien en el año 2016 desde su lugar de reclusión aseveró que “Si empiezo a hablar van a tener que habilitar celdas para varios Presidentes sudamericanos”.  

Si empiezo a hablar van a tener que habilitar celdas para varios Presidentes sudamericanos”. 
Marcelo Odebrecht,
ex CEO de Odebrecht

El Departamento de Justicia de los Estados Unidos reveló un informe en el 2015 cuando estalló el escándalo, que el grupo Odebrecht pagó en concepto de sobornos unos $ 788 millones de dólares por 100 contratos firmados en doce países, entre los años 2001 a 2016. 

A cambio de esos sobornos, según el documento, Odebrecht y su cómplices, obtuvieron $3.336 billones de dólares en beneficios por contratos firmados en doce países, incluidos Ecuador, Angola, Argentina, Brasil, Colombia, República Dominicana, Guatemala, México, Mozambioque, Panamá, Perú y Venezuela. 

La Huella de Odebrecht en Colombia 

En 1992, la compañía brasileña se ganó el contrato para ampliar la capacidad de bombeo de 100.000 barriles/día para 300.000 barriles/día, de las Estaciones El Porvenir, Miraflores y Vasconia, que pertenecen al Oleoducto Central de los Llanos y su cliente fue BP Exploration Company Ltda., en el departamento del Casanare. 

Los trabajos consistieron en las construcciones civiles, estructuras metálicas, montaje de equipos, operaciones de tubería y accesorios, entre otros, necesarios para la evacuación de la producción de los campos de Cusiana, Cupiagua y otros del Piedemonte Llanero, y tenía un costo total de $2.500 millones de dólares, con otras cinco obras más

Luego en 1994, Odebrecht se ganó la licitación para construir la Estación de Bombeo de Caucasia, Antioquia, donde su cliente fue también Bp Exploration Company Ltda, en el marco del Oleoducto Central, que tuvo un costo de $2 mil millones de dólares. Las obras permitirían la ubicación de servicios nuevos, ampliando su capacidad para bombear 210.000 barriles/día. 

Ese mismo año la constructora consiguió que la contrataran para construir el Puerto de la carbonífera Drummond, igualmente pago por Bp Exploration Company Ltda, en Santa Marta, pese a las numerosas críticas por parte de ambientalistas. La inversión fue de $180 millones de dólares, y el puerto quedó con capacidad de mover 3.000.000 ton/año de carbón. 

En 1995, Odebrecht incursionó en contratos con el Estado y lo hizo con la vía férrea La Loma-Santa Marta entre el Cesar y Magdalena. Su contratante en esta ocasión fue la Empresa Colombiana de Vías Férreas (Ferrovías), que por $150 mil millones de pesos le encomendó la reconstrucción de la vía férrea pública en el tramo comprendido entre La Loma (departamento del Cesar) y Puerto Drummond (departamento del Magdalena) con una longitud de 191 Km de vía principal y 21 Km de vía secundarias de la Red Férrea del Atlántico. 

No obstante, los habitantes de Bosconia y Aracataca llevan 20 años pidiendo cambiar el trazado de la línea férrea. 

Al año siguiente (1996) y ya poco a poco consolidándose como peso pesado de los contratistas consiguió que le adjudicaran la Línea Troncal del Gasoducto Sebastopol-Medellín, pagada por Transmetano, por unos $50 mil millones. La idea era la ejecución de obras para la construcción y diseño ejecutivo del gasoducto para transportar gas natural entre el centro operacional de Sebastopol con longitud de 148 km, hasta la estación de entrega para los municipios de Valle de Aburrá, la cual está situada cerca del Parque de las Aguas en el municipio de Giradota Antioquia. En este proceso licitatorio, Odebrecht salió de pleito con Ecopetrol por supuestas anomalías en la adjudicación

Para 1997, la constructora empezó el proyecto de la Central Termoemcali, en Palmira, Valle del Cauca, cuyo cliente, Bechttel Overseas Corporation, pagó $156 millones de dólares por ella. Se pactó la construcción de una central termoeléctrica para la generación de 235 MW. En esta obra la Contraloría ha advertido sobre problemas con los estados financieros. 

En ese mismo año, las Empresas Municipales de Cali (Emcali) contrataron a Odebrecht para la construcción de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales de Cañaveralejo, por $75 millones de dólares

El objetivo era la construcción, montaje, pruebas de equipos y puesta en marcha de la Planta, con capacidad de 7,6 m3/segundo. La obra, sin embargo, tiene una deuda a la fecha de 1 billón de pesos. 

También en 1997 Odebrecht se alzó con el contrato para la Planta de Tratamiento Aguas Residuales de Santa Fe de Bogotá – El Salitre, paga por Bogotana de Aguas y Saneamiento, por $250 mil millones. Sin embargo la obra ha tenido problemas para la puesta en marcha porque enterraron la maquinaria

Ya reconocida en el país, para ese mismo año (1997) la multinacional arrancó el Proyecto Hidroeléctrico MIEL I, en Norcasia, Caldas, cuyo cliente fue Hidromiel – Isagén, por $600 millones de dólares

Era la construcción de una presa situada aguas abajo de la desembocadura del río Moro en el río La MieI.  

En 1999, Odebrecht empezó a construir el Complejo Carbonífero del Cerrejón, en La Guajira, pagado por International Colombia Resources Corporation. El contrato contempló el diseño definitivo, de detalle, estimación de costos, suministro y construcción (EPC), para la ampliación de la capacidad de producción de carbón de 17 MTA a 21 MTA, en las minas de carbón del Cerrejón. 

Durante diez años ya con varios proyectos asegurados en Colombia, la compañía brasileña entra en un receso de su presencia en el país, sin razones aparentes, pero probablemente porque justo en esos años dedicaba sus esfuerzos a entrar en otros países de Sur América. Además el punto de inflexión se da sin lugar a equívocos, cuando va en ascenso Marcelo Odebrecht, quizás el cerebro detrás de toda la trama de corrupción que rodeó a la compañía desde el 2004. 

En 2009, la brasileña retoma contratos en Colombia con el diseño, construcción y puesta en operación de un túnel para el Alcantarillado Troncal Tunjuelo Canoas – Río Bogotá, cuyo cliente fue la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, por $243 mil millones. La idea era la construcción de un túnel de 8 Km de longitud y 4.2 m de diámetro interno entre el sitio de recolección de las aguas residuales del sur de Bogotá y el sitio donde se construirá la futura planta de Canoas. El contrato está bajo la lupa de la Procuraduría, pues el gerente de la empresa para la época, Jorge Pizano, pasó luego a ser funcionario de Odebrecht en una típica ‘puerta giratoria‘”

Ruta del Sol II 

En 2010 Odebrecht se quedó con el Proyecto Vial Ruta del Sol Sector II, entre Cundinamarca y Cesar, pagado por la Agencia Nacional de Concesiones, ANI, por $3,6 billones de pesos. El contrato tenía prevista la concesión de la construcción, rehabilitación, operación y mantenimiento de las obras en doble calzada del Sector 2 del Proyecto Vial Ruta del Sol, con una longitud aproximada de 528 km. 

Actualmente la obra tiene un avance del 64% (202 kilómetros construidos), y tiene problemas de licenciamiento ambiental y traslado de redes. 

Luego en 2012, Odebrecht se quedó con el Proyecto Transversal de Boyacá Fase II, pagado por el Instituto Nacional de Vías, Invías, por $184 mil millones. 

Se trataba del mejoramiento, la gestión social y ambiental de la vía Otanche – Puerto Boyacá, de la ruta nacional 6006, que hace parte del Programa Corredores Prioritarios para la Prosperidad. La Procuraduría había abierto una investigación a esta obra en el 2017

Posteriormente en el 2014, la constructora consiguió que le adjudicaran el cacareado contrato de la Recuperación de la Navegabilidad del Río Magdalena, entre Cundinamarca y Atlántico, cuyo cliente fue Cormagdalena, por $2,5 billones de pesos

Se pactó la recuperación de la navegabilidad del río Magdalena entre Puerto Salgar y Barrancabermeja, operación y mantenimiento desde Puerto Salgar hasta Barranquilla. El Proyecto se desarrollaría en 908 Km de río. 

Este proyecto era gestionado a través de Navelena S.A.S. Por los problemas de corrupción en Odebrecht, aún sigue en vilo el cierre financiero tras la obligatoria salida de la brasilera del consorcio. 

Adicionalmente de acuerdo a los procesos licitatorios que se relacionan en el Sistema Electrónico de Contratación Pública, Secop, Odebrecht estuvo intentando entrar al menos a 6 megaobras más. 

Entre ellas figuran la APP para la construcción, rehabilitación y operación del Proyecto Mulaló- Loboguerrero, en el Valle del Cauca; la APP para los estudios y diseños definitivos, financiación, construcción, y mantenimiento de la Concesión Autopista Conexión Norte, del Proyecto Autopistas para la Prosperidad, en Antioquia, por $875 mil millones. La APP para el Proyecto Villavicencio – Yopal. También fue aspirante de la Concesión Autopista al río Magdalena 2, en Antioquia, por 1,06 billones de pesos; en el mismo año (2013) estuvo interesada en la APP la Concesión Santana, Mocoa, Neiva y en el 2015 quizo realizar la Ampliación de la Infraestructura Vial de la Carretera Chía-Mosquera-Girardot, sector Mosquera-Anapoima, en Cundinamarca.  

Marcelo Odebrecht, el príncipe bandido 

Marcelo, quien según fuentes informativas, fue ascendido a CEO de Odebrecht en el 2004 por órdenes de su propio abuelo Norberto Odebrecht, fue quien sin ningún asomo de vergüenza engrasó la maquinaria corrupta para sobornar a funcionarios de todo calibre en los diferentes estados de América Latina, empezando por el Gobierno de su país de origen. 

No escatimó esfuerzos ni dinero el destacado empresario para hacerse a jugosos contratos, que además contaron con el apoyo del propio Banco Mundial que le apalancaba millonarios préstamos en “procura del desarrollo de los países latinoamericanos”. 

Fue cuando Marcelo asumió como CEO que Odebrecht experimentó un vertiginoso crecimiento económico. Revelaciones que vienen dándose desde el escándalo en el 2015 dan cuenta que la constructora logró en apenas 10 años aumentar sus ingresos brutos de US$10,012 millones a US$45,751 millones; una fortuna equivalente al 64 % del producto interno bruto dominicano estimado en US$75,040 millones. 

Ese período comprendido desde 2005 a 2015 coincide con la década en la que la empresa brasileña pagó sobornos por US$788 millones en 12 países, con el objetivo de adquirir 100 contratos de construcción de obras. Es decir, que la “inversión” en corrupción encontró excelentes terrenos entre los gobiernos del continente. 

El regreso a Colombia de la mano de Uribe 

Como lo reveló una profunda y concienzuda investigación del portal Cuestión Pública, hecha en el año 2018, Odebrecht volvió con todos los fierros al país, de la mano del propio presidente Uribe, poniendo en práctica lo que venían ya haciendo en el vecindario. 

En la primera reunión en la Casa de Nariño del 14 de julio del 2014, estaban el entonces presidente Álvaro Uribe, el ministro de Minas de la época, Hernán Martínez Torres, acompañados de Marcelo Odebrecht, Luiz Antonio Mameri, el ejecutivo que autorizaba los sobornos para América Latina.  

Según reveló Cuestión Pública hubo cuatro y encuentros del expresidente Uribe con Marcelo Odebrecht ocurridos entre julio del 2008 y abril del 2010, conforme lo corroboran tres expedientes telegráficos de la embajada de Brasil en Colombia: 1) 2003-2007, 2) 2008-2010 y 3) 2003-2015. Las comunicaciones reservadas fueron obtenidas a través de la Red de Periodismo Estructurado, que lidera IDL Reporteros del Perú. 

Durante julio del 2008 y abril del 2010, hay otros siete encuentros en los que coincidieron y se reunieron los ejecutivos de Odebrecht con el gabinete de Uribe, que contabilizó Cuestión Pública con base en los cables diplomáticos y el pliego de cargos de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC). 

“Solo en 2009, año de la licitación la Ruta del Sol II, hubo siete encuentros que incluyen a mandatarios, al presidente de Odebrecht, a ejecutivos, ministros y ‘lobistas’. Tres en los que estuvieron presentes Uribe-Lula-Odebrecht y cuatro reuniones entre ejecutivos y ministros o ‘lobistas’ de los proyectos” revela Cuestión Pública. 

Sin embargo, lo que estaba en discusión en un principio no era la Ruta del Sol II, sino la Ferrovía del Carare, un proyecto que planteó el gobierno de Álvaro Uribe, como una opción de transporte de carbón desde el centro del país hacia Santander. 

Por los cables reservados se sabe, además, que las compañías brasileñas detrás del proyecto del Carare eran Odebrecht y Camargo Correa, según el mismo cable 00935 del 27/11/09. 

Cuestión Pública encontró que en la agenda, el expresidente Uribe primero se veía con los ejecutivos de Odebrecht y luego con Lula da Silva, el exmandatario del Brasil. 

Al contrastar los encuentros comentados en los cables diplomáticos con el archivo fotográfico y videográfico de Presidencia, resulta inquietante que en casi todos los encuentros apareciera Luiz Mameri, el que autorizaba los dineros para los sobornos. Que autorizaba los pagos indebidos, lo declaró en diciembre del 2016 ante los fiscales brasileños Almir Teubl Sanches y Thiago Henrique Viegas Lins en la sede de la Procuraduría en Sao Paulo, como parte de su acuerdo de delación premiada. 

Lo curioso es que mientras los gobernantes y ejecutivos que rodearon esos encuentros con el expresidente Uribe están investigados y condenados, el expresidente Lula da Silva está condenado a 12 años de prisión por recibir coimas de OAS otra empresa involucrada en el escándalo de Lava Jato, a Uribe, ni siquiera lo mencionan en las investigaciones. 

En el 2018 en respuesta a estas revelaciones y en un debate de control político contra el entonces fiscal Néstor Humberto Martínez, el 27 de noviembre del 2018, el ex presidente Uribe dijo que “se habla de una reunión mía con Marcelo Odebrecht, durante mi ejercicio presidencial. Mantuve una presidencia de puertas abiertas, me reunía a plena luz del día con los inversionistas que llegaban a Colombia.” 

No obstante, no se trató de una sola reunión, como lo demuestran los cables reservados del Brasil. 

Un detalle llama la atención. En los cables diplomáticos de Brasil se mencionó que producto de ese primer encuentro, cuando Marcelo Odebrecht y Lula da Silva visitaron a Uribe en Bogotá, en julio del 2008, se firmó un protocolo que incluía $650 millones de dólares del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (Bndes) para la obra del Carare: 

Además del financiamiento del Bndes por el orden de los US $650 millones para la construcción del ferrocarril, asegurado a través del Protocolo de Cooperación Económica firmada durante la visita el señor presidente [Lula da Silva] de la República en julio de 2008.”, según se comunicó en el cable 00174. 

Resulta que en la declaración de Mameri, uno de los fiscales le mencionó –antes de preguntarle por la coherencia de su delación– que las “operaciones” corruptas “en América Latina aumentaron mucho con el financiamiento del Bndes” y que “hubo una expansión muy grande con diversos casos de corrupción”. 

Al parecer, el Bndes no giró el dinero en Colombia. 

“(…) Yo sí preferiría para que se evitaran todas esas suspicacias que se revelara el contenido de todas esas reuniones y mirar y dar tranquilidad al país. Y para el futuro, pues esperar que los presidentes no tengan esas reuniones de carácter individual y menos con unas personas que están ofertando”, dijo el abogado Iván Cancino, consultado por Cuestión Pública. 

Según relata Cuestión Pública, Luiz Mameri era el hombre de máxima confianza de Marcelo Odebrecht. En abril del 2008 ocupó el cargo más importante para Latam. También fue el que autorizó los sobornos a Luiz Bueno Junior, superintendente de la compañía brasileña en el país, para pagarle al exviceministro Gabriel García Morales el favor de entregarle la licitación de la Ruta del Sol II al consorcio que compartían con Episol, la subsidiaria del Grupo Aval y Corficolombiana. 

Para el segundo encuentro, Uribe viajó al Brasil el 16 y 17 de febrero del 2009, con la idea de promover proyectos de infraestructura. De nuevo, Uribe se vio primero con Marcelo Odebrecht, quien lo recibió el primer día de la visita, según se ve en el video que quedó de registro en Presidencia. Al otro día, daría una rueda de prensa con Lula da Silva.  

El rastro de la visita quedó comentada en los cables: “Me comprometo a comprobar, en el contexto específico de la visita, si el ministro de Transportes, Andrés Uriel Gallego, acompañará al presidente Uribe (…) el 16/2 [16 de febrero del 2009]”, escribió el embajador brasileño Valdemar Carneiro en el cable 00174.

Continúa la investigación de Cuestión Pública diciendo que el tercer encuentro fue en la Casa de Nariño el 17 de septiembre del 2009. En esa ocasión, Marcelo Odebrecht visitó de nuevo a Uribe. Reunión que informó Noticias Uno en el 2016. Allí estuvo, de nuevo, Luiz Mameri. 

Para el cuarto encuentro, Uribe viajó de nuevo a Brasil el 18 y 19 de octubre del 2009. Allí participó de un evento de la Federación de Industrias de Sao Pablo (Fiesp), que concentra a los empresarios más poderosos de ese país. 

Uribe condecoró a Paulo Skaf, presidente de la Fiesp, quien luego, ¡oh sorpresa!, Skaf terminó involucrado en unos dineros que Odebrecht habría entregado a su partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), para su campaña a la gobernación de Sao Paulo en el 2014, según informó Infobae a finales del 2016. 

Uribe también dio una conferencia a los empresarios, junto con el mandatario brasileño Lula da Silva. Una foto del archivo de presidencia delata la presencia de Luiz Mameri en el evento. 

A través de conferencias de la Fiesp, Odebrecht le pagó 100 mil dólares de coimas al expresidente de Perú Alan García, como reveló IDL Reporteros del Perú. 

Por las fechas de la visita del 18 y 19 de octubre del 2009 contenida en los cables reservados de Brasil y por la declaración rendida por Luiz Bueno, otro documento, Cuestión Pública cayó en cuenta que la visita de Uribe en la Fiesp (Brasil) se dio a escasos ocho días de que en Colombia se abrieran los sobres de los tres consorcios elegidos en la ronda final la licitación de la Ruta del Sol II. 

“El 27 de octubre [del 2009] fueron abiertos los sobres de los tres consorcios participantes para el tramo II del proyecto Ruta del Sol, entre los cuales se encontraba el consorcio formado por la compañía”, dijo el señor Bueno en la declaración de diciembre del 2016 ante los fiscales de Brasil. 

El expresidente Álvaro Uribe y Luiz Mameri se encontraron al final de su mandato en abril 8 del 2010, en el Foro Económico Mundial en Cartagena.  En la foto del archivo de Presidencia, se ve también a Luiz Bueno, el superintendente de Odebrecht para Colombia y a la actual ministra de Trabajo Alicia Arango, quien entonces era secretaria de la Presidencia. Los cables no dicen nada al respecto. 

Un mes antes, Odebrecht, previa autorización de Mameri, ya había girado el primer paquete de los US $6,5 millones de sobornos para el exviceministro de Transporte Gabriel García a la cuenta de la firma panameña Lurion Trading Inc en Andorra. 

Entonces, basados en este recuento, y en los hechos, y sobre todo en el modus operandi que utilizaba Odebrecht en los países donde hacía presencia, no es de extrañar que otras campañas presidenciales, o de otros cargos, recibieron dineros de la multinacional. Y l pregunta clave sería: ¿Por qué el ex senador y ex presidente Álvaro Uribe mantiene silencio frente a estas reuniones?   

Tocará a las autoridades de justicia en Colombia, escarbar mucho más allá del año 2014 y empezar a admitir que probablemente la campaña del segundo mandato de Santos, en caso de comprobarse, no fue la única en haber caído bajo el millonario embrujo de Odebrecht. 

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