Tras casi un año sin hablar por orden de un juez federal, el ex jefe paramilitar Salvatore Mancuso, rompió su silencio para ratificar lo dicho por el exgobernador de Córdoba, Benito Osorio, ante el tribunal de la Justicia Especial para la Paz (JEP), sobre José Félix Lafaurie, actual presidente de la Federación de Ganaderos de Colombia (Fedegan). 

«Con respecto a las declaraciones del señor Benito Osorio ante la Jurisdicción Especial para la Paz, en las cuales relata la manera como un importante sector empresarial participó activamente en la creación y apoyo de las Autodefensas Unidas de Colombia; y debido a que soy mencionado de manera directa en tales hechos, quiero decirle a la opinión pública que todos los hechos relatados por el señor Benito Osorio son ciertos.

Salvatore Mancuso

Tanto aquellos relacionados con la forma como el Fondo Ganadero de Córdoba se apropió de tierras de manera ilícita caso Tulapas, tal y como lo expuse en la comparecencia voluntaria ante la Comisión de la Verdad, como de los vínculos de importantes dirigentes ganaderos, empresarios, políticos, militares y otros, con las actividades de Autodefensa», asegura Mancuso en una comunicación que dieron a conocer sus abogados. 

Si bien no es la primera vez que a Lafourie se le menciona como probable financiador de grupos de autodefensas, sí es la primera occasion en que un exgobernador que se acogió a la JEP, lo menciona. 

En diciembre del año pasado Osorio informó al alto tribunal lo que desde hace mucho tiempo se sabía, que el Fondo Ganadero de Córdoba, tenía nexos con el paramilitarismo

Osorio ratificó episodios que ya habían sido divulgados por medios de comunicación, hace cerca de una década, sobre la supuesta influencia de los paramilitares cuando se estaba eligiendo fiscal general de la Nación. 

En su carta Mancuso también ratifica lo dicho por Osorio sobre el exfiscal Mario Iguarán y el papel que jugó José Félix Lafaurie en su elección

«Todo ello fue verdad y lo hemos dicho desde hace años ante los magistrados de Justicia y Paz. Incluso, algunos detalles anecdóticos que ejemplifican dicha cercanía, como fue el discurso pronunciado por el señor Lafaurie en Cartagena y que cuenta Benito que ayudé a redactar, fueron ciertos y se habían quedado rezagados en mi memoria», dice Mancuso.  

Benito Osorio aseguró haber llevado personalmente una carta con los nombres de unos magistrados que podrían influir para que Iguarán fuera elegido. Y aseguró que le consta que Lafourie habría dicho que a las Autodefensas le convenía más esa elección, porque Iguarán conocía más la ley de Justicias y Paz, que fue la que cobijó a las Autodefensas. 

Allí dijo que cuando Uribe lo nombró gobernador ya todos sabían que él (Osorio), tenía vínculos con los paramilitares. Es más, dio a entender que el gobierno de Uribe, por intermedio de Lafaurie, tenía relaciones con las AUC

Para comprobarlo, volvió a traer a colación una reunión entre el presidente de Fedegán y Mancuso en Montería en 2005. En el encuentro, en el que Benito estuvo presente, Lafaurie habría dicho: “Mono, yo vengo de parte del gobierno nacional, de parte de Sabas Pretelt. Ellos consideran que el fiscal de la nación debería ser Mario Iguarán, porque sería mucho más benévolo porque conoce muy bien la Ley de Justicia y Paz”.

Según Osorio, desde ese momento se empezó a cuidar la estrategia para que se escogiera a Iguarán como fiscal. 

Benito Osocio, como gobernador y ante la JEP.

Osorio sostiene que Lafaurie intervino directamente en la elección de Mario Iguarán como fiscal general de la Nación en 2005. Aquel año, el presidente de Fedegan llamó a Osorio en julio de 2005 para pedirle que lo recogiera en el aeropuerto Los Garzones de Montería. «Me dijo que él tenía una reunión privada con Salvatore Mancuso. De hecho, lo contactó, lo contactamos y Salvatore Mancuso puso como sitio de reunión la casa donde él había vivido con su exseñora esposa Doña Marta Dereix en el barrio La Castellana». 

Lafaurie le habría pedido a Salvatore Mancuso que interviniera en favor de Mario Iguarán. Un hecho que causa curiosidad es lo que cuenta Osorio sobre la Corte Suprema de Justicia. Señala que el exgerente del Fondo Ganadero de Córdoba, Lafaurie, por intermedio suyo, le envió los contactos a Mancuso de los magistrados de la Corte encargados de escoger al nuevo fiscal. Esos contactos incluían una «cantidad de nombres de miembros de la corte suprema de justicia, donde aparecían sus teléfonos celulares, sus amigos políticos, sus amigos personales, sus direcciones y otros datos con el fin de agilizar para que pudieran ser ubicados». 

Al final Mario Iguarán terminó siendo elegido fiscal general y estuvo en el bunker entre el 1 de agosto de 2005 y agosto de 2009. Podría suponerse que en retribución fue que apenas llegó a la Fiscalía, Iguarán nombró a María Fernanda Cabal, esposa de Lafaurie, como directora de Asuntos Internacionales

Cabal fue luego destituida por filtrar información a las autodefensas sobre distintos procesos que se llevaban en la Fiscalía

María Fernanda Cabal estuvo hasta diciembre del año pasado como precandidata a la presidencia por el movimiento Centro Democrático, que comanda el expresidente Álvaro Uribe Vélez. Llegó al Congreso de la República también de la mano de Uribe Vélez y a pesar de que se le abrió investigación por compra de votos en las pasadas elecciones legislativas, no avanza el proceso

Osorio cree que Iguarán sí supo del lobby que se hizo a su favor, pues poco antes de ser nombrado fiscal, lo encontró en el despacho de la directora de fiscalías del departamento, y le pidió ayuda con su caso, pues para esa época lo habían denunciado por sus relaciones con los paras. Iguarán le respondió: «tranquilo que le ayudamos». 

También reiteró las acusaciones que había dicho en contra de Rito Alejo del Río y otros oficiales del Ejército. Con respecto al comandante de la Primera División del Ejército, Iván Ramírez, dijo que él había dicho que las Fuerzas Armadas y los paramilitares «debían prestarse apoyo mutuo para controlar el avance de la guerrilla en la costa Norte». Según Osorio, de esta alianza surgió el Bloque Norte de las AUC. 

De Rito Alejo del Río y de Martín Carreño Sandoval (comandante de la Décimo Primera Brigada con sede en Montería) dijo que tenían una relación cercana con Sor Teresa

Cabe recordar que Benito Osorio fue designado como gobernador encargado de Córdoba, el 28 de diciembre de 2007, por el entonces presidente Uribe Vélez, en vista de que la gobernadora electa Marta Sáenz estaba inhabilitada por una demanda. 

En los días siguientes, la revista Cambio publicó una grabación entre Salvatore Mancuso y una funcionaria en la que se mencionaba a un Benito que gestionaba citas con paramilitares. La gravedad de las denuncias sobre sus vínculos con el paramilitarismo lo llevaron a renunciar el 18 de enero. Solo 15 días duró su fugaz mandato, al punto que fue bautizado como ‘Benito, el breve’

En su paso breve como gobernador, a Benito Osorio le aparecieron varias denuncias, como la de haber adquirido más de 50 fincas en Urabá y Córdoba, muchas de las cuales terminaron en poder de la familia Castaño. Aunque Osorio dijo que la mayoría de las tierras eran baldíos adjudicados por el Incora entre 1998 y 1999, las autoridades demostraron que no. 

En total, Osorio compró cerca de 4.000 hectáreas en San Pedro de Urabá, Necoclí y Turbo, a un precio ridículo por hectárea de entre 300.000 y 400.000 pesos. Osorio también adquirió cuatro fincas en la vereda Tierralta (Tierralta, Cordoba) al ganadero Aram Assias Solar. Una de ellas, El Cairo, era sitio de reuniones y operaciones de los comandantes de las AUC. 

En marzo de 2011, Osorio se entregó a la justicia después de que la Unidad de Antiterrorismo de la Fiscalía ordenara su captura por haber favorecido la adquisición de tierras a los paramilitares, entre varios delitos. Tras una corta libertad, en 2012 volvió a la cárcel y prendió el ventilador. 

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