Hidroituango, errores tras errores

Lo que era casi que un secreto a voces y que intentaron ocultar durante varios años los gobiernos antioqueños, sobre las graves fallas estructurales en la construcción de la presa del proyecto Hidroituango, quedaron al descubierto esta semana tras la revelación de un informe técnico que hace más de un año realizó la reaseguradora de las obras. 

El estudio se hizo para determinar las razones del colapso de la galería auxiliar de desviación de Hidroituango ocurrido en 2017; los resultados fueron concluidos por la reaseguradora, desde febrero de este año, pero solo se supo de ellos hasta este 2 de agosto y en síntesis advierte que hubo problemas en la construcción de la presa y en la calidad de los materiales utilizados. 

Señala el informe que “El soporte instalado en la Galería Auxiliar de Desviación (GAD) en el proyecto colapsó entre el 22 de septiembre de 2017 y el 28 de abril de 2018 debido al flujo de agua, ya que era muy irregular y el suelo estaba erosionado, lo que provocó una pérdida de resistencia del soporte, aumentando la vulnerabilidad de estabilidad del túnel”. 

Además, según el informe, el motivo fue un conjunto de problemas no resueltos entre el diseño, la supervisión y la construcción, lo que llevó a que la sección averiada del túnel a mediados de abril de 2018 colapsara por las condiciones hidráulicas.  

Según el documento, el diseño del túnel de desvío se debilitó para la GAD, por lo que no era tan resistente para la zona de corte.  

Adicionalmente, había un 25% menos de pernos de anclaje o pernos en esta sección del túnel.  

El reporte agrega que el diseño para el soporte de los suelos tipo ll y IV no eran los mismos (e inferior) al del Túnel de Desviación Izquierdo y el Túnel de Desviación Derecho, pues el refuerzo del túnel se cambió, por lo que el concreto tenía menos resistencia.   

“No se utilizaron en el diseño los valores mínimos para los tipos de suelo que estaban mapeados (como es el estándar de la industria), sino unos mayores, lo que resultó en una recomendación de soporte inferior al requerido”, dice el informe.   

Por lo que de haberse utilizado el estándar exigido en la industria, el soporte del terreno habría sido mucho más robusto y no se habrían presentado dichos inconvenientes.  

Este Nuevo escándalo se suma al rosario de denuncias sobre fallas en su construcción, sobrecostos en las obras, corrupción y hasta presuntos hechos de violencia y desplazamientos forzado en la zona donde se levantó el proyecto Hidroituango, desde que se perfiló por allá en 1997 siendo gobernador de Antioquia, Álvaro Uribe Vélez. 

“Se hizo lo correcto”: Rendón 

Sobre este nuevo escándalo, el gerente de Empresas Públicas de Medellín (EPM), Álvaro Rendón, dijo en una rueda de prensa que el estudio “habría sido un insumo muy importante para la investigación jurídica que se hizo si lo hubiéramos conocido a tiempo, y que consiguió llevar a la organización a plantear una conciliación con todas las partes involucradas el pasado 10 de agosto”. 

Rendón declaró que los reaseguradores hicieron una visita al proyecto en 2019, pero nunca radicaron oficialmente las conclusiones. “Conocimos el documento después de solicitar la conciliación por parte de unos funcionarios que lo tenían guardado bajo llave”, contó. Y manifestó que en el empalme de la administración pasada con la actual tampoco se mencionó su existencia. 

Para Rendón la junta directiva de este gobierno hizo lo correcto, “perfilamos una salida distinta a la que defendió la Junta anterior, pero siempre en el marco de la conciliación e integramos a todas las partes del proyecto”. Sin embargo, cree que las revelaciones del estudio desvirtúan la teoría de que la emergencia fue un hecho de fuerza mayor y dejan en claro que sí hubo errores, “lo que nos pone en un escenario muy distinto para la discusión”. 

Respecto al pago de la póliza de garantía por parte de la aseguradora, explicó que este informe no puede afectar la póliza, puesto que el mismo habla de algunos errores en el tema del montaje y la construcción.  

Mapfre, que es la compañía de seguros, tiene la cobertura global por US$2.500 millones. Sus reaseguradoras son Suramericana, que tiene un control del 13%, y un pool de empresas londinenses denominada Global, que tiene el otro 87%.   

“Mapfre tiene la capacidad de responder a cualquiera de esos acuerdos y a la fecha ha desembolsado $150.000 millones y en los próximos días realizará otro”, aseguró el gerente de EPM.   

En días pasados, Seguros Sura informó que su exposición es muy baja en el proyecto de Hidroituango y que actúa como reaseguradora en una porción minoritaria, tras la polémica por el pedido de conciliación por $9 billones por parte de EPM contra constructores y aseguradoras. 

“Como se informó en 2018, Sura no es la aseguradora del proyecto, solo es reaseguradora en una participación minoritaria de 13%”, dijo la compañía en un comunicado. 

Según lo expuesto por el gerente, la administración de la compañía diseñó una estrategia para inculpar únicamente al diseñador y asesor por errores en diseños y asesorías y pidió a la organización unificar comunicaciones al respecto.  
“Se definió desde la administración que sería la manera de actuar, y parte de los reparos que se han hecho, en quiebre y gobierno corporativo, pasan por esa línea”, dijo Rendón.   

Sobre el tema, el alcalde de Medellín, Daniel Quintero, dijo en su cuenta de Twitter que “antiguos directivos de EPM, en la Administración de Federico Gutiérrez, acordaron que [el] informe de reaseguradora no fuera integrado al proceso como es acostumbrado, para evitar demandar a constructores y no alimentar procesos en órganos de control”.  

Al respecto, el ex alcalde Federico Gutiérrez aseguró en medios nacionales que dichas declaraciones son “imprecisas” y negó haber conocido previamente el informe “que revela detalles graves”. También destacó que el documento no tiene firmas de radicado, aunque reconoció que “hace parte de uno de los estudios que tanto se hicieron para tomar la decisión de si se pagaba o no el seguro” en el marco de la reclamación que EPM le hizo a Mapfre. 

Este análisis sería el equivalente de la aseguradora al que EPM en su momento contrató con Skava y que concluyó que hubo deficiencias de diseño que el constructor no advirtió y que provocaron un fenómeno de erosión en el piso del túnel auxiliar de desviación que no fue tratada, lo que motivó una demanda de la empresa de servicios públicos contra el diseñador de la hidroeléctrica. 

El exfuncionario llamó la atención en que Mapfre resolviera pagar el seguro, del cual ya se giraron US$150 millones, aún conociendo el informe, “por qué iban a pagar el seguro si todo eso ocurrió de esa forma”, cuestionó en relación con los señalamientos hechos por los reaseguradores. 

Finalmente, Gutiérrez dijo que quien ocultó el informe debe responder por estos hechos. También advirtió que los diseños de la obra vienen de tiempo atrás y que no son producto de sus decisiones. 

Estos “errores” técnicos le generaron al proyecto la bicoca de 4 billones de sobrecostos, debido a la inundación del cuarto de máquinas para evitar una inundación de proporciones inimaginadas en pueblos río abajo, lo que dejó al proyecto con una inversión total de 14 billones de pesos.  

Desde su planificación Hidroituango ha presentado inconsistencias graves en términos medioambientales, económicos, políticos y sociales. 

La licencia ambiental para desarrollar el proyecto ha sido cuestionada y modificada 12 veces. La Contraloría, en la auditoría que le hizo el año pasado a la Anla y a EPM, detectó que ese estudio estaba desactualizado y no tenía detalles necesarios. “Por ejemplo, decía que no había comunidades indígenas en el área de afectación, cuando sí había; no valoró el impacto ambiental por el cambio en la calidad del agua ni realizó una estimación de ecosistemas estratégicos, como los tipos de bosques que están en el área”. 

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