Desde comienzos del año escolar 2019 en el colegio Chiningaza Fámaco IED (antes Don Bosco IV – Usme) el servicio de almuerzos para los estudiantes, de acuerdo a lo obligado en la contratación Pae, estaba llegando incompleto, y por lo menos 200 estudiantes quedaban sin su plato de comida, tan importante para los jóvenes de este sector deprimido de la capital.

Sin explicación alguna, el colegio seleccionaba quiénes podían almorzar, por lo que alrededor del 20% de los 1134 estudiantes quedaba a la suerte de lo que sus compañeros les regalaran para tener algo en el estómago.

Hubo casos de desmayo y crisis diabética por la falta de alimento. Muchos estudiantes cuentan que tienen que caminar bastante por la falta de dinero para el transporte y esperan con ansia el almuerzo para tomar fuerzas, pero inexplicablemente los sacaban de la fila porque no había almuerzo para ellos.

El Consorcio Salesianos que administra el colegio, consultado por esta anomalía que atentaba contra los derechos de los niños, respondió que el proveedor de los almuerzos era la firma Compensar, la cual tiene un contrato con la Secretaría de Educación para este fin.

Además, el representante del consorcio afirmó que COMPENSAR acordó con personal de la Secretaría de Educación solo entregar el 80% de los almuerzos, ya que supuestamente había desperdicio de alimentos.

Gracias a la Fundación Koikos, entidad que viene desarrollando programas para enseñar a comunidades de bajos recursos a luchar contra la corrupción, con el patrocinio de Transparencia Internacional, varios estudiantes tomaron la iniciativa para reclamar sus derechos de acuerdo a las herramientas que otorga la Ley.

El estudiante Santiago Camargo, Vice-contralor IE Bosco IV, apoyado por la fundación, presentó un derecho de petición a la administración del colegio, para saber por qué casi 200 estudiantes no estaban recibiendo el almuerzo diario al que tenían derecho.

Según el peticionario y estudiante Camargo y otros estuantes del Colegio, los almuerzos le eran negados a los estudiantes de noveno a once de forma aleatoria.

El colegio a través de la trabajadora social y otros miembros de la institución de manera dictatorial informaban a los estudiantes quienes podían, y quienes no, comer cada día.

El derecho de petición de Santiago Camargo fechado 26 de marzo de 2019 fue contundente (Ver Derecho de Petición), en cuanto a los pocos días ya le estaban entregando el almuerzo al 100% de los estudiantes del colegio Chiningaza Fámaco IED, pero por otro lado, los hechos de corrupción que posiblemente se estaban cometiendo con esta contratación no se han aclarado.

No obstante los estudiantes aprendieron que tienen herramientas para combatir la corrupción y que pueden usarlas para exigir sus derechos.

Las respuestas institucionales

La respuesta de la Secretaría de Educación del Distrito, bajo la firma de Edwin Giovanny Rodríguez García, director de Bienestar Estudiantil, no resuelve nada y por el contrario da mucho que pensar sobre estos contratos del Pae.

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Rodríguez García repite lo mismo que el Consorcio Salesianos : El servicio de alimentación escolar implementado en la institución es un programado establecido, liderado y desarrollado por la Secretaría de Educación Distrital. Por lo que, al inicio del año escolar, de acuerdo con la mesa técnica del PAE, en la que participaron la gestora del PAE, los directivos de la institución, representantes del consorcio Salesianos, funcionarios del operador (Compensar), y de la Secretaría de Educación se definió empezar con 877 almuerzos, que corresponden al 80% del número de estudiantes del colegio, con el objetivo de minimizar el desperdicio de alimentos que se ha verificado a partir de los siguientes hechos:

  1. Existen estudiantes que a pesar del acompañamiento del colegio y establecer horarios y rutinas para la toma de almuerzo, se niegan a hacer uso de este servicio.
  2. La inasistencia promedio de 40 estudiantes cada día.
  3. Algunos padres de familia manifestaron no hacer uso del servicio pues tenían cupo en los comedores escolares cercanos al colegio.
  4. 20 estudiantes no toman el almuerzo, conforme lo ha verificado trabajo social, y por petición de los padres de familia y un promedio diario de ausencias son unos 40 estudiantes que no están interesados en tomar el almuerzo.

O sea que decidieron hacer menos almuerzos, por el mismo dinero, mucho antes de saber si el comportamiento de asistencia al plantel sería igual que el año pasado. ¿Por qué no corrigieron en las primeras de cambio, después de la primera semana de clases cuando el faltante diario de almuerzo era notable, hasta más de 200?

Por lo tanto nada de los allí señalan es válido y va contra la Ley.

 

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