Por: Adlai Stevenson Samper

Saber en manos de quién quedó la operación del servicio de electricidad en el sector Caribe Sol, o sea en los departamentos Atlántico, Magdalena y Guajira, nos parece de suma importancia ya que este servicio de primera necesidad ha venido empeorando y encareciendo, desde que las diferentes políticas gubernamentales, desde hace más de tres décadas, decidieron entregarle esta operación a privados que no han hecho otra cosa más que desmantelar lo que había logrado el Estado en más de 50 años.

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¿Hasta qué punto esos nuevos operadores tienen la experiencia, el músculo financiero y la proyección institucional para satisfacer las necesidades de las comunidades del Caribe colombiano? Es la motivación principal de esta investigación.

Para ello continuaremos nuestra labor de arqueología periodística en los terrenos de la Web, desenterrando documentos que develan lo que sucedía con Enertolina y Enerpereira años atrás, sobre todo con sus socios.

En el entramado –maraña, lo denominaron algunos analistas económicos– de empresas que cruzaban acciones entre ellas mismas, comprándolas y vendiéndolas, u ofreciendo en cesión como garantía real en el sector de infraestructura y servicios públicos, es tarea compleja seguirles el rastro a sus propietarios o tenedores, y precisar en qué momento obtuvieron la posición de control de las mismas.

Con el agravante que en casos puntuales esas acciones se pignoraban convenientemente en cabeza de fondos de inversión extranjeros ubicados en paraísos fiscales que, a su vez, las negociaban con un banco, o las “amarraban” a pleitos judiciales internacionales, que a su vez, de forma transitoria, las dejaban en cabeza del tenedor prestamista los derechos políticos de representación y voto en las asambleas.

Dentro del itinerario del grupo Nule en las concesiones de obras públicas e inversiones en empresas de servicios públicos cruzaron rutas similares con la empresa de ingenieros Vergel y Castellanos y el conglomerado propiedad de Alberto Ríos Velilla, primero con el nombre de Empresa de Energía del Combeima y después, tras el respectivo cambio de razón social a Capitalizadora del Tolima.

En la concesión Futura doble calzada Bogotá-Girardot iniciada en 2004 coincidieron en calidad de socios MNV (Miguel Nule Velilla) con un 25%, Gas Kpital con 25%, Vergel y Castellanos con 25%, Alex Char con 25%, Álvarez Collins y otros socios minoritarios como Bapacol. Posteriormente, con la intervención al grupo Nule y el pánico consecuente en los otros socios, una parte de ellos decidieron negociar su participación.

La importancia de los nexos comerciales entre el grupo Nule y Vergel y Castellanos estriba en que ambos empresarios se encontraban involucrados en su portafolio de inversiones en el sector energético a través de Kapital Energy, la cual, a su vez, tenía el control de Enertolima y Enepereira.

Como ya vimos, Enerpereira es una de las empresas socias del Consorcio de Energía de la Costa, al cual le fue adjudicado el segmento de mercado Caribe Sol de la antigua Electricaribe en los departamentos de Atlántico, Magdalena y Guajira.

Vergel y Castellanos es una empresa de ingenieros cucuteños creada en 1982, con dirección en la avenida 1 No. 1-83b Lleras en esa ciudad y cuya sede principal se encuentra en Bogotá en la Calle 93bis Nº 19-50 oficina 304. Es una SAS matriculada el 21 de marzo del 2001 en la Cámara de Comercio de Bogotá con NIT 8000057402-5 y matricula mercantil 00001076590.

Con el grupo Nule tenían negocios conjuntos en calidad de socios en Gas Kpital, Aguas Kapital, Aguas Kpital Cúcuta, Aguas del Patio, Kapital Energy (Enertolima y Enepereira) y Concesión doble Calzada Bogotá-Girardot.

Con la siguiente línea de tiempo, el lector podrá seguir la trayectoria de los acontecimientos que explicamos en el texto de abajo.

5 febrero 2010: el grupo Nule pide prestamos financieros dejando en garantía las acciones en la Concesión doble calzada Bogotá-Girardot

Un préstamo financiero al grupo Nule para apalancar proyectos e inversiones implicó una operación de garantía real en sus acciones dando como resultado transitorio una perdida en la calidad de socio en la Concesión Autopista Bogotá Girardot S.A. El recurso fue aportado por la banca de inversión Sumatoria S.A. quienes se quedarían eventualmente con el 35% de la propiedad en caso de un probable incumplimiento.

La banca de inversión Sumatoria S.A. estructuró una operación crediticia en octubre de 2008 destinada a la financiación de la Unión Temporal Transvial, encargada de una parte de las obras de TransMilenio sobre la calle 26. En ese mismo acto jurídico, quedó planteado la compra del usufructo del 35 por ciento de las acciones de la concesión Bogotá-Girardot, la autopista más transitada de Colombia.

Se trataba, no de vender los activos de la concesión por parte del grupo Nule sino, de los probables beneficios de explotación de la vía, todo por un valor de $55.000 millones de pesos. El acuerdo estipulaba que una vez se cancelara este monto, el grupo Nule retomaría el control total de las acciones y sus beneficios.

Pero el lento desmoronamiento del llamado Carrusel de la contratación y sus implicaciones en el llamado grupo Nule produce un previsible efecto. En febrero de 2010 el Distrito de Bogotá a través del IDU anuncia la cesión del contrato del grupo 4 sobre la calle 26 destinado a Transmilenio otorgado en diciembre de 2007 a la Unión Temporal Transvial conformada por algunas empresas del grupo: Bitácora Soluciones Cía. Ltda., Translogistic S.A. y Condux S.A., Tecnología e Ingeniería Avanzada S.A., Megaproyectos S.A., Maquinaria Ingeniería y Construcciones S.A. y Mainco S.A. por notorio incumplimiento del cronograma de obras.

Esta situación, en su efecto dominó, produjo la renuncia del gerente de la Concesión Doble Calzada Bogotá-Girardot Francisco Gnecco, cargo que empezó a ser atendido directamente por Guido Nule.

24 marzo 2011: cesión de acciones de Vergel y Castellanos a Rosebud International Holdings

Si por los lados del grupo Nule se pignoraban acciones, por los lados de otro de los socios en la concesión Doble Calzada Bogotá-Girardot, sucedía exactamente lo mismo. La maniobra se hizo desde una empresa perteneciente al sector energético en que compartían acciones con el grupo Nule: Kapital Energy S.A. ESP. en donde Vergel y Castellanos tenían el 33% de las acciones (Kapital Energy es socia en un 50% de Enertolima y Enerpereira).

El negocio fue debidamente relacionado en la Resolución 300-001977 del 24 de marzo de 2011 por parte de la Superintendente delegada para inspección, vigilancia y control de la Superintendencia de Sociedades. Dice el documento que el día 15 de marzo de 2011 se presentaron a la entidad Sonia Isabel Lara y José Gilberto Hernández en su calidad de representantes legales de Kapital Energy S.A.

El objetivo de la comunicación era para inscribir en el libro de accionistas unos cambios, indicando que las acciones pertenecientes a la sociedad Vergel y Castellanos pasaban a favor de la sociedad Rosebud International Holdings Ltd. domiciliada en Tortola, en las islas Vírgenes y cuyos propietarios eran seguramente admiradores del cineasta Orson Welles en su película El Ciudadano Kane, basada en la vida del magnate mediático William Hearst. “Rosebud” fue la última palabra pronunciada antes de morir por el millonario y el secreto de tan sonoro nombre tan solo fue revelado en 1989 por el escritor Gore Vidal. Era el apelativo tierno con que Hearst se refería al clítoris de su amante Marion Davis.

Simples protocolos de denominación teñidos de aureola cultural pues Kapital Energy se encontraba en ese momento en estado de control por parte del estado y era preciso por normatividad legal (arts. 14 y 15 del Código Contencioso Administrativo), para efectuar la solicitud pedida de cambios en la tenencia de acciones que se vincularan terceros indeterminados interesados en la inscripción del traspaso.

Para ese fin se pidió la vinculación de Manuel Nule Velilla, Miguel Alberto Nule Velilla y Guido Alberto Nule, MNV S.A., Gas Kapital GR. S.A., Translogistics S.A. Bitácora Soluciones Ltda., Ponce de León Ingenieros Asociados, Aguas Kapital S.A. ESP, Aguas Kpital Macondo S.A ESP, ubicados en la carrera 11 No. 93ª-95 piso séptimo; a Vergel y Castellanos, en la carrera 19 a No. 97-05 piso segundo Bogotá, a Kapital Energy S.A. en la avenida 19 No. 97-05 piso segundo Bogotá, a Rosebud International Holdings Ltd. en 173 Kingston Chambres, Tortola, paraíso fiscal de las Islas Vírgenes británicas; Arqciviles en ave. 1 No. 1-83 de Cúcuta (sede alterna de Vergel y Castellanos), Aguas Kpital Bogotá S.A ESP, Aguas del Alto Magdalena S.A. ESP en la carrera 112 No. 93a-85 of. 201, en la carrera 11, Aguas Kpital Cúcuta S.A ESP en avenida 6a calle 11 esquina, Cúcuta y Agua de los Patios S.A. ESP avenida 10 No. 28-80 Cúcuta.

Se aprecia, por las direcciones que las sociedades y personas naturales notificadas pertenecen a una estrecha red de relaciones accionarias entre el grupo Nule y la sociedad Vergel y Castellanos. El propósito era situar una parte de las acciones de Kapital Energy en un paraíso fiscal a salvo de cualquier intervención de las autoridades colombianas.

Pero el caso de la inscripción de estas sociedades era mucho más complejo y mostró en su desarrollo una trama de préstamos entre el grupo Nule; que ya se encontraba en serios problemas, con prestamistas internacionales. Por otra parte, sus socios Vergel y Castellanos también apelaron a similar metodología de préstamo internacional a una entidad diferente a la empleada por los Nule. Parece una coincidencia normal en el giro ordinario de empresarios buscando recursos financieros para apalancar sus proyectos: Vergel y Castellanos a Rosebud International y grupo Nule (MNV S.A. y Gas Kapital) a Quantek Master Fund y ACC Colombia Inter Caimán. Lo que no sabían Vergel y Castellanos era que Quantek Master Fund y ACC Colombia Inter Caiman le cedieron su crédito a Heritage y esta entidad celebró una negociación de acciones y créditos con Rosebud International. Esta situación produjo una demanda de Vergel y Castellanos contra Rosebud en un Tribunal de Arbitramento de la Cámara de Comercio de Bogotá presidido por el ex magistrado y tratadista de derecho José Alejandro Bonivento, María Patricia Silva Arango y José Alberto Gaitán Jiménez.

El Tribunal inició sesiones el 1 de marzo de 2011 culminando en laudo arbitral del 30 de octubre de 2012; tras demandas de reconvención en donde aparecieron traspasos de acciones del llamado grupo Nule (MNV y Gas Kapital) con las sociedades Quantek Master Fund por $57.710 millones y ACC Colombia International Cayman por $27.450 millones que a su vez Heritage Investments Global había adquirido mediante cesión de los mismos. Una especie de triangulación “secreta”.

Resumiendo. Vergel y Castellanos compró activos (acciones) de MNV S.A. y de Gas Kpital gr S.A. en la sociedad Kapital Energy, asumiendo pasivos de dichas sociedades y a favor de terceros, con préstamo de Rosebud dando en garantía las acciones negociadas. Por otra parte, Heritage Investmets Global hizo compraventa de la cartera celebrando un contrato de crédito con Rosebud, dando como garantía del pago sus acciones en Kapital Energy y convirtiéndose en deudora de esta empresa.

Lo que no sabían Vergel y Castellano –eso dicen–, es que estas empresas (Heritage y Rosebud) mantenían un vínculo oculto pues las motivaciones reales de ellos para concretar el negocio, según José Hernández, gerente financiero de Vergel y Castellanos, era aplicar la opción de compra que tenían en MNV y Gas Kapital, a su vez controlantes accionarios de la joya de la corona: Kapital Energy donde Vergel y Castellanos tenían el 37% de las acciones dadas en prenda a Rosebud.

Según Vergel y Castellanos, la empresa había sido víctima de un engaño pues de haber conocido que estas empresas estaban detrás de su negocio de préstamo apalancado por las acciones en Kapital Energy no lo hubiera hecho.

Total, que en el trasfondo la pelea era por el control accionario de esta empresa que a su vez tenía importantes intereses económicos y estratégicos en Enertolima y EnerPereira (empresas reales de servicios públicos y no inversionistas en el sector), a las cuales en las investigaciones procesales del tribunal de arbitramento inquirió sobre sus condiciones financieras y administrativas.

Este interés lo corrobora en declaración del gerente Hernández ante el Tribunal de Arbitramento cuando señala (p. 78): “dos cosas nos reanimaron, nos dieron la confianza que las acciones estaban por lo menos un poco por encima de la deuda, primero un informe anual de Enertolima que nos suministró no recuerdo quién, y segundo afirmaciones del presidente de Vergel que las acciones valían por lo menos 30 o 40% de nuestra operación”.

El hecho real era que Kapital Energy controlaba las empresas Enertolima y Empresa de Energía de Pereira, importantes en su región de influencia. Por ello el Tribunal de Arbitramento solicitó los estados financieros de estas electrificadoras (p. 28): “Las exhibiciones de documentos solicitadas y decretadas a cargo de la Empresa de Energía de Pereira y de la Compañía Energética del Tolima, no se practicaron ante la oposición de las mencionadas empresas a proceder con las exhibiciones decretadas por este tribunal”, aduciendo su carácter “privado”.

Al final, de manera oficiosa, las dos empresas enviaron sus respectivos estados financieros para la revisión y evaluación pertinente.

14 abril 2011: inicio de proceso en Superintendencia de Sociedades de Vergel y Castellanos contra Concesión doble calzada Bogotá-Girardot

Los enredos entre Vergel y Castellanos con sus socios Nule fueron en todos los terrenos. Por titularidad de acciones en las empresas compartidas, por cesión de derechos, prestamos con acciones en garantía y tras el control de las empresas más apetecidas en medio de la tormenta de todos los niveles que afrontaban los Nule desde el 2010.

Vergel y Castellanos entabló negocios jurídicos con Interbolsa, empresa que después tendría un descalabro bursátil de espanto y esta última empresa a su vez; para enredar aún más la pita, celebró otro con Promotora Montecarlo de Vías sobre las mismas acciones. Al inicio fue un contrato de venta de cartera celebrado el 25 de marzo de 2010 por el cual se le entregó a Interbolsa el 100% de los ingresos futuros generados en la oferta mercantil celebrada entre Vergel y Castellanos en su calidad de accionista de la Concesión Doble Calzada Autopista Bogotá-Girardot S.A.

Posteriormente, el 28 de abril de 2010 Vergel y Castellanos e Interbolsa celebraron un contrato de usufructo y opción para la adquisición de la nuda propiedad sobre la participación accionaria en la Concesión Autopista Bogotá-Girardot. No solo eso. También negociaron los llamados derechos políticos de voto, mandato y representación en las asambleas de la citada concesión. El problema se presenta cuando Interbolsa celebra un contrato de cesión de posición contractual el 8 de octubre de 2010 con Promotora Montecarlo de Vías, que pasa a ocuparla en las deliberaciones estatutarias de la asamblea de socios en la Concesión Autopista Bogotá-Girardot.

Teniendo en cuenta que para esa época ya era de conocimiento público las dificultades financieras y de toda índole del grupo Nule, es probable que la administradora de inversiones y corretaje de valores Interbolsa haya querido resguardar su inversión y quizás aprovechar para pescar en río de aguas revueltas cediendo su “participación” a una empresa aparentemente –por su nombre- del sector vial. Conociendo sus ulteriores descalabros bursátiles no tendría nada raro ni extraño.

Dentro de ese mismo orden de ideas, los propietarios de Interbolsa informan a los socios de la autopista (Nule y otros) que al ceder ellos sus prerrogativas contractuales carecen de legitimidad en las deliberaciones de la asamblea de la Concesión doble calzada Bogotá-Girardot los señores Alfonso Vergel y José Javier Castellanos. Sacados de las deliberaciones en forma legal, para usar sus derechos políticos en la toma de decisiones en el seno de la asamblea de socios.

Allí fue Troya. En la sesión del 2 de diciembre de 2010 no los dejaron ingresar y sus acciones pignoradas fueron representadas por Promotora Montecarlo de Vías con la protesta y demanda de Vergel y Castellanos a las decisiones tomadas, llevando el caso ante la Superintendencia de Sociedades con fallo en su contra firmado por el Superintendente delegado para asuntos mercantiles José Miguel Mendoza el 23 de agosto de 2013.

15 enero 2012: los Nule “venden” las acciones de Kapital Energy antes de su quiebra

Según el diario Vanguardia, (15 en. 2012) de Bucaramanga, “los Nule “vendieron” las acciones (67%) de Kapital Energy antes de su quiebra. Así lo confirmó la Superintendencia de Sociedades. Según la entidad, el dinero de esta transacción nunca fue encontrado, maniobra que resultó sospechosa para el agente liquidador del Grupo Nule, razón por la cual se decidió abrir investigación sobre el hecho”.

Lo curioso del hecho es que las acciones fueron vendidas a Vergel y Castellanos por un valor de $130.000 millones, socios de los Nule y en ocasiones contradictores y nunca apareció en los libros contables el dinero de la transacción para ser incorporado en la masa liquidatoria. Se vendieron, pero no apareció el producto de la venta. Bajo esta premisa el liquidador, tras accionar con la Supersociedades lo ambiguo de la transacción logró que fallaran a su favor ordenando a Vergel y Castellanos la devolución de las acciones.

La importancia de este hecho parte de que los Nule eran dueños del 67% de Kapital Energy, mientras que Vergel y Castellanos tenían el 33%. Luego estos últimos quedan con el 100% de una empresa que tiene el 50% de acciones de Enertolima, empresa a su vez propietaria de Enerpereira, una de las futuras socias de Caribe Sol en la región Caribe. Estas acciones impugnadas de Kapital Energy tenían un valor de $130.000 millones de pesos, a los que es preciso agregarles los activos de Enertolima y Enerpereira en cerca de $200.000 millones.

La revista Semana, en publicación del 6 de agosto de 2013, recapitulando sobre los traslados y ventas de acciones en empresas de energía, tituló un reportaje con evidente suspicacia: “Una maraña de maniobras”. El objeto era recoger las declaraciones del liquidador del grupo Nule, Pablo Muñoz quien alarmado señalaba que había encontrado “un cascarrón de empresas”.

En el caso de las acciones en Enertolima y Empresa de Energía de Pereira, estos habían vendido todas sus acciones a los socios y contradictores Vergel y Castellanos. Por este acto comercial fueron denunciados ante la Superintendencia de Sociedades a inicios del 2012. Allí se resolvió que la firma de ingenieros ejerció mala fe comercial, pues por su condición de socios de los Nule en varios negocios y empresas, no se “enteraron” en debida forma de su mala situación financiera.

Con la transacción en reversa tras concepto de la Superintendencia de Sociedad, las acciones pasaron al liquidador para sumarlas a la masa de activos y negociarlas para con estos recursos pagar por lo menos el 20% de las deudas del grupo Nule.

El 23 de julio de 2013 la Unidad de Extinción de Dominio y Lavado de Activos decretó la medida de embargo y secuestro de la mayoría de las acciones del llamado Grupo Nule avaluadas en 400 mil millones de pesos. En esta misma disposición se ordena suspender el poder dispositivo sobre el 66.6646% del porcentaje accionario de la sociedad Kapital Energy S.A., MNV S.A. y Gas Kapital GR S.A.

Meses después, el 30 de septiembre 2013, un preacuerdo de colaboración entre la Fiscalía General de la Nación y los Nule se congela hasta el 23 de octubre. La causa obedece a que Pablo Muñoz, liquidador de algunas empresas de este grupo, envía una carta asegurando que las acciones en Enertolima, con las que los Nule ofrecen indemnizar a sus víctimas, no son de ellos.

Muñoz mostró un acuerdo pactado entre él; fungiendo como liquidador y otras empresas, distribuyendo las acciones para poner fin a varios pleitos. Otra vez aparecen Vergel y Castellanos S.A. Global Engineers Investors, Arqciviles S.A.S., Oilequips S.A.S, Kapital Energy S.A. y Muñoz, como liquidador de MNV S.A., y de Gas Kpital.

Para los Nule, según explicó a medios de comunicación su abogado Hernán Jiménez, “es evidente que cada vez que se hace un acuerdo con la Fiscalía para que los Nule declaren en los procesos del ‘carrusel’ de la contratación, en especial en el de Samuel Moreno, aparecen obstáculos”. Remató señalando que resultaba sospechoso que el liquidador solicite el regreso de esas acciones en abierta oposición a que estas sirvan para pagar acreencias y reparar a las víctimas. Años después, en el 2019, estas mismas acciones quedaron reducidas a simple papel en la venta de los activos de Enertolima.

Pero Vergel y Castellanos deciden incoar una demanda llevando el trámite administrativo a instancias judiciales, al Tribunal Superior de Bogotá. En ese proceso aparece un as escondido bajo la manga pues una empresa domiciliada en Panamá con el pomposo nombre de Global Engineers presenta su propiedad en un porcentaje de las acciones en litigio y que en uso de ese derecho de representación, no le habían notificado en debida forma lo pormenores del proceso con todas las consecuencias que ello implica sobre la actuación administrativa.

Allí no terminan las sorpresas, pues el Revisor Fiscal de Vergel y Castellanos declaró bajo juramento que la empresa de ingeniería cucuteña era inversionista de la empresa panameña Global Engineers, lo que en plata blanca equivale a un blindaje en torno a las acciones disputadas en las empresas de energía, creando jurídicamente la figura del tercero de buena fe y además anclado en un domicilio extranjero conocido por ser paraíso fiscal y asiento de empresas de papel.

Si estas argucias jurídicas les parecen fantásticas, la fresa que coronó el pastel fue cuando se supo que Vergel y Castellanos habían perdido en un tribunal de arbitramento internacional esas mismas acciones con un fondo financiero extranjero, las mismas en disputa de Enertolima y Empresa de Energía de Pereira.

6 marzo de 2012: Aguas Kapital entra en liquidación judicial

En la medida que aumentaban los cercos judiciales y administrativos a las empresas del llamado grupo Nule, lentamente se descubrían que eran de “hermoso papel” (ver un concepto aclaratorio al respecto de su competencia legal de la Superintendencia de Sociedades), con problemas de insolvencia y parálisis de sus actividades mercantiles.

Ese fue el caso de Aguas Kapital S.A. ESP. La liquidadora Martha Helena Jiménez le pide a la Superintendencia de Sociedades que dirima una controversia sobre el precio de unas acciones en dos empresas de servicios públicos en donde Aguas Kapital tenía inversiones. En Aguas Kapital Cúcuta S.A ESP tenía el 22.098% de las acciones con un valor nominal de $10.200 millones y en Aguas de los Patios S.A. ESP el porcentaje accionario es del 29,81% con un valor de $2.385 millones.

En el auto de la Superintendencia de Sociedades a fecha 6 de marzo de 2012 señala que una valoración suministrada por Vergel y Castellanos –la misma empresa en otros negocios con los Nule- valoró las acciones en las empresas Aguas Kapital Cúcuta y Aguas del Patio en $17.920.594 millones.

En Aguas Kapital Cúcuta, Vergel y Castellanos (sección 5, del auto de la Superintendencia de Sociedades) plantearon una estrategia jurídico contable en el aumento de la capitalización “que hizo Aguas Kapital Cúcuta, en la que Vergel y Castellanos diluyó la participación de la concursada (objeto de acción revocatoria en curso) incumpliendo con la administración local por cuanto Aguas Kapital S.A ESP en liquidación debía (negrillas, cursiva y subrayada en el original) tener una participación del 51%”.

Igual sucedió en Aguas de los Patios S.A ESP. Una capitalización diluyó la participación de Aguas Kapital en un 29% con la posibilidad que colocaran en el mercado 1000 acciones más afectando los activos de la concursada. En esta empresa también ostentan la calidad de socios Vergel y Castellanos. Pese a los motivos expuestos por la liquidadora concursal que en su trasfondo podrían leerse como la disminución exprofeso de los activos accionarios de una empresa en liquidación, la Superintendente delegada para asuntos mercantiles Ángela María Echeverri, desestimó el pedido pidiendo que se nombrase una terna de avaluadores con el fin de establecer la participación de la concursada Aguas Kapital S.A. ESP en liquidación en las empresas Aguas de Cúcuta S.A ESP y Aguas de los Patios S.A. ESP con sus respectivos valores.

6 julio 2012: la Contralora General de la Republica Sandra Morelli cuestiona la compra de Enertolima

Según informa el periódico El Nuevo Día, (6 julio 2012) de Ibagué, la Contralora Sandra Morelli “encontró posibles operaciones de lavado de activos, al parecer de parte del grupo Nule, integrante de la firma Kapital Energy S.A, empresa a su vez socia de Enertolima y relacionada con las operaciones de compra de las acciones que puso en venta la Empresa de Energía de Pereira”.

El grupo empresarial Nule había estructurado su estrategia energética comprando las acciones de Enertolima por intermedio de la matriz Kapital Energy S.A. Con el control de la empresa tolimense, adquirieron la Empresa de Energía de Pereira. Una operación de un grupo económico en expansión consolidando su participación en el sector de infraestructura. Todo con visos de absoluta legalidad capitalista.

Empero la Contralora Sandra Morelli no tenía la misma visión y es así como en entrevista con la radiodifusora La W (5, julio 2012) indica de la existencia de un posible lavado de activos cuando al grupo Nule le transfieren sus acciones en Kapital Energy a Vergel y Castellanos. Según estos últimos era en pago de una deuda, pero para Sandra Morelli “pudo haber un pago que no sabemos a qué título y virtud se hizo esa transferencia”.

Recalcó la Contralora Morelli que cuando una empresa se acoge a la insolvencia económica (quiebra), la ley establece un periodo de sospecha para auscultar la legalidad de transferencias de bienes, servicios y ventas pues son “operaciones anulables porque se presume que si lo hacen es para distraer la plata. Se oculta el verdadero título en virtud del cual se hizo la transferencia (…) lo que hemos pedido a la Fiscalía es que se investigue y establezca si hubo transferencia que puede afectar la masa de los acreedores”.

En sus declaraciones a los diversos medios de comunicación en julio de 2012, la Contralora Morelli señaló que Alberto Ríos Velilla, uno de los socios en la Empresa de Energía de Pereira no está investigado por el lavado de activos, pero que era “sospechoso que siendo accionista mayoritario no se haya dado cuenta de la operación”.

Ríos Velilla es el propietario del holding Consorcio de Energía de la Costa, operador de Caribe Sol, una parte de la antigua Electricaribe para los departamentos de Atlántico, Magdalena y Guajira. Los socios de este nuevo operador son las Empresas de Energía de Pereira S.A. ESP y Latin American Corporation.

El 2 de enero de 2014, Gustavo Petro se refiere en su cuenta de Facebook a Alberto Ríos, con quien tuvo una fuerte controversia cuando fue Alcalde a raíz del cambio de operadores del servicio de aseo en Bogotá: “Otro miembro del oligopolio privado del aseo es Alberto Ríos, ligado a Cambio Radical y el uribismo, es el zar de las basuras. Alberto Ríos controla el negocio de las basuras en Magangué, alcaldías de «La Gata», Córdoba, Sucre, también fue socio de los Nule, William Vélez fue socio de los Nule, en la 26”.

En el portal web La Silla Vacía (17 agosto 2011), titula una información: “La misteriosa desaparición de los Ríos Velilla de Aseo Capital”. Señala en su interior el periodista Juan Esteban Lewin que “el Consorcio Aseo Capital perteneció hasta noviembre de 2010 a los hermanos Alberto y Javier Ríos Velilla. Estos dos empresarios no solo eran dueños de esta empresa sino también de empresas de transporte en Bogotá, Chile y Panamá, compañías de aseo público en diferentes ciudades del país y empresas de generación eléctrica (…) Los Ríos manejaban Aseo Capital a través de dos empresas colombianas, Asear Serviequipos de Colombia y Equity Proyectos, que controlaban el 83 por ciento de las acciones de la compañía. Otras tres empresas panameñas, Tiznow Finance Corp, Barnes Finance Trading Corp y Ramber Latinoamérica, tenían el restante 17 por ciento”.

22 enero 2014: Contraloría General de la Republica embarga cuentas de la doble calzada Bogotá-Girardot y pide liquidación parcial de empresas del grupo Nule

El embargo fue por la suma de $17.931 millones a los socios de la empresa concesionaria de la Doble Calzada Bogotá-Girardot conformada en ese momento por MNV S.A., Gas Kpital (empresas que hacen parte del denominado Grupo Nule), Vergel y Castellanos – V&C S.A.- y Álvarez Collins S.A., entre otros. El ente logró el rescate de la suma aludida mediante procesos de responsabilidad fiscal debido a las públicas irregularidades en donde estaba incurso el grupo Nule, entre ellos el cumplimiento del contrato de concesión de la mencionada vía.

La Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) expidió una certificación según la cual desde el 31 de diciembre de 2013 se constituyó una cuenta por pagar a nombre de la Concesión Autopista Bogotá- Girardot S.A. cuyo beneficiario final es la Contraloría, en virtud de los autos que decretan medidas cautelares preventivas dentro de los procesos de responsabilidad fiscal números 601009 y CD00268.

Previamente la Superintendencia de Sociedades había ordenado la liquidación judicial de las empresas MNV S.A., Gas Kpital GR S.A., Bitácora Soluciones Cía. Ltda. y Ponce de León Asociados S.A., todas pertenecientes al citado grupo.

Tercera parte:

La debacle del sistema eléctrico de la región Caribe (Electrificadora del Atlántico y Corelca), la venta de Enertolima y la llegada de Enerpereira y el grupo empresarial de Alberto Ríos Velilla al sector de energía a través del Consorcio General de la Costa para operar el segmento Caribe Sol

 

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