Por: Adlai Stevenson Samper

La intervención de ElectriCaribe por parte de la Superintendencia de Servicios Públicos por sus pésimos resultados administrativos y técnicos ocurrió el 15 de noviembre de 2016. Fueron cuatro días de pugilato entre el propietario del 85% de las acciones de la empresa de servicios públicos, la española Gas Natural Fenosa (GNF) y el gobierno nacional a través de la Superintendencia de Servicios Públicos.

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Se le daba fin a un polémico y caro mal servicio que desembocaba en toma de vías, mítines, quemas de instalaciones y todo tipo de protestas sociales sumado; además, a las altas tarifas que cobraba esta empresa.

Tras la toma de posesión de la empresa, Edgardo Sojo fue nombrado como nuevo presidente de Electricaribe. Provenía de similar cargo presidencial en el Comité Intergremial del Atlántico y venía desempeñándose como gerente del Plan5Caribe, un programa de inversiones por más de 4 billones de pesos en infraestructura eléctrica.

Después de un accidentado periplo del gobierno colombiano con el objetivo de encontrar pretendientes para la operación de Electricaribe, jugando con dilaciones, consultas, declaraciones y reajustes del sector eléctrico –se aumentó la cuota de participación en el control del mercado de energía para que pudiese concurrir a la puja EPM de Medellín– todo terminó con una “estratégica” segmentación de la región Caribe en dos empresas:

­­–Caribe Mar, para los departamentos de Córdoba, Bolívar, Sucre, Cesar, otorgada a EPM y,

–Caribe Sol, que cubre Atlántico, Magdalena y Guajira (inexplicablemente el Cesar, en esta área de influencia territorial fue dejada en el otro bloque) con un mercado de 1,21 millones de usuarios, operada por el Consorcio Energía de la Costa, quienes desembolsarán $285 mil millones a la fecha del cierre del proceso.

El consorcio que controla la operación en el área Caribe Sol está conformado por la Empresa de Energía de Pereira y Latin American Corporation, dos entidades pertenecientes al mismo holding empresarial del antioqueño Alberto Ríos Velilla.

Estas empresas tienen una intricada historia de ventas, acciones negociadas en el mercado de títulos valores, compras parciales, recompras y préstamos en sectores de la infraestructura energética y de servicios públicos. Por supuesto que algunas de estas operaciones son perfectamente legales. Otras tienen una especie de ambigüedad legal o ética en sus procedimientos, lo que constituye el insumo fundamental de circunstancias presentadas en este reportaje, debidamente soportado en fuentes documentales, periodísticas y declaraciones públicas de sus protagonistas.

Para una secuencia de hechos comprensible se ha estructurado la narración en una línea de tiempo, proceso indispensable para comprender los vericuetos “non sanctos” de las empresas vinculadas como operador de la nueva prestadora de energía Caribe Sol SA ESP, y que podrían presagiar nubarrones negros sobre el servicio de energía eléctrica en los departamentos involucrados.

A continuación presentamos una linea de tiempo que ayudará al lector a establecer todas las conexiones que se han dado a lo largo de los años, envueltas en ilegalidades y manipulaciones de poder y tráfico de dinero corrupto.

 

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10 mayo 1996: nace EEP Enerpereira

Tras la crisis de las Empresas Publicas de Pereira, el Concejo Municipal de esa ciudad a través del acuerdo 30 del 10 de mayo de 1996 autoriza al alcalde para que transforme el establecimiento público anterior en una nueva sociedad por acciones para efectos de prestar el servicio público domiciliario de energía. La nueva denominación es Empresa de Energía de Pereira S.A ESP, una entidad descentralizada de servicios del orden territorial. Así quedó estipulada en la escritura pública No. 1327 del 16 de mayo de 1997.

12 agosto 2003: liquidación de Electrificadora del Tolima

La Electrificadora del Tolima S.A. ESP había sido intervenida con las resoluciones de la Superintendencia de Servicios Públicos 001398 del 16 de enero de 2002 y liquidada con la 003848 del 12 de agosto de 2003. Había incumplido, según expresa en su parte motiva la Superintendencia, de “manera reiterada en el pago de sus obligaciones mercantiles y puso en riesgo la prestación del servicio al haber sido objeto de la medida de limitación del suministro de energía eléctrica con suspensión efectiva del servicio en el Departamento del Tolima, afectando aproximadamente a 299 mil usuarios”.

El proceso de liquidación tuvo una resolución de prórroga de la Superintendencia de Servicios Públicos el 20 de septiembre de 2018. Allí se estableció el plazo hasta el 30 de mayo de 2019. Del cascarón jurídico de Electrificadora del Tolima nace en 2003 su reemplazo, la Compañía Energética del Tolima, importante para efectos de situar a los nuevos socios del Consorcio General de la Costa, operador del segmento Caribe Sol en la división de mercado de la antigua Electricaribe.

28 de junio de 2004: adjudicada la doble calzada Bogotá—Girardot

El gobierno nacional, a través del INCO (Antiguo Instituto Nacional de Concesiones, hoy Agencia Nacional de Infraestructura ANI) luego de una accidentada licitación en donde se revisaron más de 13.000 folios y se denunciaron documentos falsos, adjudicó la doble calzada Bogotá—Girardot tras estudiar las propuestas presentadas por 5 proponentes.

El Ministro de Obras Andrés Uriel Gallego, ante solicitud de la Procuraduría General de la Nación sobre posibles irregularidades le tocó aplazar la licitación para revisar minuciosamente los documentos presentados.

Al final, la oferta ganadora fue el consorcio Sociedad Futura Autopista Bogotá—Girardot por la menor suma $882.000 millones, integrado por las firmas Alejandro Char, MNV S.A. (Miguel Nule Velilla), Gas Kpital (grupo Nule), Vergel y Castellanos Ingenieros Asociados y Álvarez y Collins S.A.

Fue una sorpresa pues en la puja participaron pesos pesados de la ingeniería nacional en un proyecto que requería al menos $550.000 millones de pesos para ejecución y se dudaba de la experiencia y operatividad del consorcio ganador pues apenas llevaban una década ejecutando contratos menores. La fórmula para conseguir esa cantidad fue emitir bonos por la mitad $250.000 millones, que fueron vendidos rápidamente en el mercado financiero, apuntalados por la garantía real de futuro tráfico en la autopista de mayor movimiento en Colombia.

La cantidad restante la aportarían en cuotas partes iguales los socios. Según informe de la revista Semana el 29 de junio de 2004, los Nule (MNV y Gas Kpital) tenían que aportar $100.000 millones ($50.000 millones cada uno).

Pero en realidad solo aportaron $30.000, y cubrieron los restantes $70.000 con facturas de obra. En otras palabras, en papel pagaron su cuota parte con la ejecución de obras fantasmas.

Dice Semana: “Con la crisis del grupo, se desencadenó una minuciosa auditoría interna de las cuentas de la concesión y encontraron que esa operación, que parecía normal, era en realidad simulada. Las facturas que presentaron no tenían ningún acta de obra que las respaldara, por lo que sus otros socios tuvieron que cubrir la deuda para evitar un escándalo mayor. Además, luego de que los Nule hicieron su aporte en efectivo, solicitaron en 2006 un anticipo de $50.000 millones de lo recaudado a través de los bonos. Es decir que en el cruce de cuentas entre lo aportado y el anticipo que pidieron, en vez de poner plata, recibieron $20.000 millones de pesos”.

Una historia poco edificante y que además sirvió para ulteriores pasos de estos socios del consorcio de la doble calzada Bogotá—Girardot, incursionando en empresas del sector eléctrico del centro del país (Tolima y Risaralda), una de las cuales llegaría de socia en el Consorcio Energía de la Costa operadora del segmento Caribe Sol (Atlántico, Magdalena y Guajira) de la extinta Electricaribe. El grupo Nule a través de su holding Kapital Energy tiene el 50% de acciones en Enertolima y el Consorcio Empresa de Energía del Combeima, que después cambiaría su nombre a Empresa Capitalizadora del Tolima, propiedad de Alberto Ríos Velilla el otro 50%.

Los recursos para estos negocios del grupo Nule, según la prensa de la época (2006) salieron de los $50.000 millones de los bonos, a los que se sumaría un controvertido prestamos por $25.000 millones de la Dirección Nacional de Estupefacientes, así que desde esta perspectiva, el grupo Nule había logrado la participación accionaria en Enertolima sin invertir un solo centavo. Con el beneficio adicional de que este activo logró en un corto lapso de tiempo una sorprendente valorización, pues rápidamente llevó el patrimonio de los Nule de 50 millones de dólares a 160 millones de dólares, tal como lo confirmaría ufano y engreído Miguel Nule en una entrevista de la revista Semana. Además, le pasaron la deuda del adelanto de los bonos a la recién comprada empresa por $30.000 millones.

5 de mayo 2006: Empresa de energía del Combeima compra Enertolima

La revista Portafolio tituló (5 mayo 2006) una noticia: “Antioqueños compraron la electrificadora del Tolima”, refiriéndose a la operación de venta de los activos de la liquidada Electrificadora del Tolima, ahora con el nombre Enertolima.

Los activos fueron negociados en audiencia pública con el sistema de subasta en una rápida operación y adjudicados al consorcio Empresa de Energía del Combeima. El precio base fijado fue de $205.000 millones, ofreciendo la empresa ganadora su oferta de $251.613 quedando con el 99,9%, frente a la propuesta de Distolima de $223.220 millones de pesos.

El consorcio ganador estaba integrado por las empresas Kapital Energy, Empresa de Energía de Pereira, Servicios Integrales del Valle y Enelar Pereira. Kapital Energy es del grupo Nule y 33% de uno de sus socios en diversos negocios, Vergel y Castellanos. Servicios Integrales del Valle, Empresa de Energía de Pereira y Enelar (alumbrado público de Pereira) tienen la participación de Alberto Ríos Velilla.

10 agosto 2006: Alberto Ríos y la Empresa de energía de Pereira

Según el medio digital Eje 21, del 6 de octubre de 2011 el empresario Luis Alberto Ríos debe devolver $781.789.388 la Empresa de Energía de Pereira. (http://www.eje21.com.co/2011/10/luis-alberto-ros-debe-devolver-781789399-a-empresa-de-energa-de-pereira/). La noticia indica que en el mes de agosto de 2006 la Empresa de Energía de Pereira suscribió un convenio con Ríos quien le prestó $3.687.605 millones. Según el medio de comunicación

“Estos recursos fueron utilizados por el mismo Ríos Velilla para el pago del capital que la empresa pereirana debía cubrir para su participación en la Empresa Capitalizadora del Tolima quien adquirió el 49,99% de Enertolima. Para esta transacción Ríos Velilla realizó un aporte de capital del orden de los 500 millones de pesos y la suma antes mencionada que debía asumir la empresa pereirana por su participación en la Empresa Capitalizadora del Tolima, la que más adelante, mediante un proceso público de vinculación de capital adquiriría el 49% de la Empresa de Energía de Pereira”.

El 10 de agosto de 2006 la Empresa de Energía de Pereira se convierte en accionista de la Empresa Capitalizadora del Tolima con un aporte de capital de 500 millones, con una participación del 10%.

Indica Eje 21:

“En esta transacción Enertolima queda en poder de la Empresa Capitalizadora del Tolima con un porcentaje de 49,95% para Kapital Energy, en donde se encuentra el grupo Nule (Gas Kpital, MVN) con un 67% y Vergel y Castellanos con un 33%, que giraría los recursos del capital de $36.876 millones. En ese orden de ideas, la Empresa de Energía de Pereira pasa a ser accionista de lo que más adelante compraría, o sea que se estaría autocomprando”.

En una carta rectificatoria a propósito de un reportaje en la revista Semana que narra la estrepitosa caída del llamado Grupo Nule, el empresario Alberto Ríos aclara, sin negar, que “los “auto-préstamos” sólo se configuran en el sector financiero y en no en ese especifico caso.

En lo referente al préstamo la Procuraduría II Judicial Administrativa interpuso una Acción Popular en contra de Ríos Velilla y la Empresa de Energía de Pereira. El 18 de diciembre de 2007 esta empresa solicitó a la Procuraduría la celebración de una audiencia prejudicial para cancelarle los $3.187.600 millones mediante la cesión del crédito que tiene a cargo la Capitalizadora del Tolima por el mismo valor. La audiencia sucedió el 25 de marzo de 2008 pero la Empresa y Ríos desistieron. El 10 de mayo de 2010 se declara fallida una nueva audiencia.

El portal Eje 21 señala que “durante el proceso se concluye que el convenio suscrito entre la Empresa de Energía de Pereira y Luis Alberto Ríos Velilla estaba viciado de nulidad absoluta, porque su objeto resultaba ilícito, como quiera que si lo que necesitaba era obtener recursos, de conformidad con las normas, debía acudir a la figura del empréstito, lo que no se hizo, y en su lugar se suscribió el convenio”.

10 de agosto 2008: Enertolima compra el 49% de acciones de Empresa de energía de Pereira

La empresa Enertolima termina de pagar el 49% de las acciones de la Empresa de Energía de Pereira según un acuerdo realizado en una puja del 25 de junio de 2008. El total del pago fue de $181.000 millones, a los que se sumaron $21.500 millones entregados como prima de control, para un gran total del pago por $202.500 millones asumiendo Enertolima la administración y control de Empresa de Energía de Pereira.

Con esa metodología el grupo Nule incursionó en el negocio de las electrificadoras regionales, con socios como Vergel y Castellanos y Alberto Ríos Velilla; a través de diversas de sus empresas (Gas Kpital, Kapital Energy, MVN) algunas de ellas de papel, lo que no constituye ilegalidad según concepto de Supersociedades que se expondrá posteriormente.

La puja pública entre EPM de Medellín –concesionario del sector Caribe Mar de la extinta Electricaribe— por la compra de Ener Pereira, según señala Luis García Quiroga en El Diario del Otún fue por el 49% para una suma de $202.000 millones más una prima de control de $20.000 millones: “en 2007 Ener Pereira había sido valorada en $110.000 millones, agregando que algunos años después, en 2017, el 51% de los activos valían $350.000 millones, tres veces más de lo valían 10 años atrás”.

Sobre los nexos del grupo Nule con Alberto Ríos Velilla, el 30 de octubre de 2019 la revista Semana puntualiza que “con un esquema similar al usado en la compra de Enertolima, nuevamente la dupla Nule—Rios le apuntó, en 2008, a otro de sus grandes negocios: la Empresa de Energía de Pereira, una compra por $202.000 millones de pesos”.

Veamos la forma en que los analistas de la revista Semana expusieron los procesos de la compra de Ener Pereira. Dicen que “cuando se hicieron al control de la compañía, estos empresarios compraron de forma anticipada $107.000 millones de pesos en energía a Enertolima. También sacaron $38.000 millones de pesos de la caja de la empresa de Pereira y constituyeron un fondo de capital privado que prestó la plata a diversas empresas de Nule y Ríos”.

Eso dice la revista Semana. Pero Alberto Ríos Velilla les envió una carta el 9 de noviembre de 2010 en donde los rectifica. Es importante esta carta porque presentan nexos públicos reconocidos entre Alberto Ríos Velilla, el grupo Nule y Alex Char. Esto dice Ríos sobre lo que publicó Semana y rectifica:

  1. “Alberto Ríos había logrado quedarse con la primera opción de compra y tenía que pagar $254.000 millones de pesos, de los cuales 180.000 millones estaban cubiertos por un préstamo que la FEN le hacía a la electrificadora. Pero Ríos no tenía cómo cubrir el saldo y fue cuando acudió a los Nule y a su primo Álex Char, que en muy poco tiempo solventaron los $74.000 millones de pesos faltantes, y pese a no tener ninguna experiencia en este sector, se quedaron con el 49,99% de la empresa”.

Primero: la empresa Kapital Energy, de la cual son socios “los Nule”, no puso los $74 mil millones de equity como afirman en el artículo, sino $37 mil millones que correspondían al 50% del equity necesario.
Segundo: Capitalizadora del Tolima, Empresa totalmente independiente al grupo Nule, pagó el 50% del equity con fondos totalmente independientes de recursos propios y del sector financiero colombiano, producto de una estructuración que realizó la compañía de banca de inversión VALOR & ESTRATEGIA S.A,

Tercero: “los Nule” en ningún momento fueron dueños indirectos de más del 34% de Enertolima, pues la empresa Kapital Energy cuenta con la presencia de otros socios.

En resumen la carta de Ríos a Semana se limita a señalar que las cantidades difieren, pero coincide que hubo inversiones del grupo Nule en la compras de las empresas de energía y en lo que al él respecta, cuando la revista indica que el dinero entregado para el negocio por parte de los Nule ($34.000 millones según su rectificación y no los $74.000 mencionados en la revista) eran un mal uso de los adelantos de la doble calzada Bogotá—Girardot se limita a defender su responsabilidad individual señalando que no es cierto que la totalidad de la electrificadora fue comprada “con anticipos de otros negocios que ellos tenían en ese momento. Esta es una afirmación temeraria que atenta contra mí reputación y desconoce la inversión que Capitalizadora del Tolima hizo con un capital totalmente independiente”.

Marzo, abril 2009: Empresa de energía de Pereira y el fondo de inversiones

Con los recursos producto de los excedentes de la liquidez de la capitalización la Empresa de Energía de Pereira (es decir, su Junta Directiva) busca un fondo de inversión en donde colocar $36.200 millones. La entidad escogida es la comisionista de bolsa Proyectar Valores S.A. constituida con escritura pública 2151 del 1 de mayo de 1953, a través del Fondo de capital privado FCP Proyectar Private Equity 2 años, constituido el 3 de marzo de 2009 y autorizado por la Superintendencia Financiera.

La operación fue irregular habida cuenta que la Empresa de Energía de Pereira estaba inhabilitada legalmente para participar en tal tipo de negocios tal como lo indica un concepto de Jannette Forigua, Superintendente delegada para emisores, portafolios de inversión y otros agentes de la Superintendencia Financiera de Colombia:

“La sociedad administradora del FCP no tuvo en cuenta al vincular al inversionista Empresa de Energía de Pereira S.A. ESP, su naturaleza jurídica y por ende al régimen de inversión aplicable a sus excesos de liquidez. La identificación del inversionista, el sector al que pertenece y el marco legal aplicable a su régimen de inversiones, es el análisis de prudencia y diligencia que no se observó en la operación”.

Aparte del concepto anterior, existía un perfil de riesgo en algunas de las empresas que “solicitaron” préstamos al fondo, las que por supuesto pertenecían a los mismos accionistas privados de la Empresa de Energía de Pereira, valga decir al grupo empresarial Ríos y Nule. Posteriormente entraron en cesación de pagos dos empresas de los Nule: Ponce de León ingenieros y Bitácora Soluciones incumpliendo sus obligaciones con el fondo y en serias dificultades que culminaron con su liquidación las empresas Gas Kapital y Aguas Kapital.

Los préstamos de $36.200 millones del FCP Proyectar Private Equity 2 años fueron a Aseo Kapital por $2.881 millones, Enelar S.A. $2.805, Gas Kapital $11.520, Servigenerales $3.957, Bitácora Soluciones $8.050 y Ponce de León Ingenieros $9.537. Lo curioso del caso es que la Empresa de Energía de Pereira –controlada por los grupos Nule y Ríos-, “ceden” su participación en el fondo a Eninsa S.A propietario del 49% de la empresa pereirana y cuyos propietarios son los mismos grupos Nule, Ríos y otros con menor participación como Vergel y Castellanos. Fue pase de un bolsillo al otro.

15 septiembre 2010: Junta directiva de Empresa de energía de Pereira

Se elige la Junta Directiva de la Empresa de Energía de Pereira. De acuerdo con la composición accionaria y la prima de control, quedó con dos miembros de Eninsa S.A. y dos del municipio de Pereira.

PRINCIPALES SUPLENTES
Luis Alberto Ríos Velilla Gabriel Alberto Gómez Gutiérrez
John Jairo Toro Ríos Juan Carlos Hernández Villamil
Manuel Francisco Nule Velilla Carlos Arturo García Botero
Israel Alberto Londoño Londoño Álvaro Daniel García
Gabriel Alberto Viveros Naranjo Jaime Aristizabal Arango

 

Los miembros principales de Enisa son Alberto Ríos Velilla, de la Empresa Capitalizadora del Tolima (antes del Combeima), Miguel Nule Velilla, de MNV S.A grupo Nule y John Jairo Toro Ríos. Quórum suficiente para tomar cualquier tipo de decisiones relacionadas con la Empresa de Energía de Pereira.

La composición de esta Junta obedece a dos factores: el porcentaje accionario de Eninsa S.A. del 49% y la prima pagada de control que transforma las acciones y porcentajes quedando el sector público (municipio de Pereira) con 43,98% y Eninsa con 56,02%. Según documento de la Contraloría General de la Nación “mediante la reforma de los estatutos de la EEP un porcentaje de acciones de la promotora (públicas) fue convertido de ordinarias a preferenciales sin derecho a voto. Ello implica un cambio en la participación del estado en el control de la empresa”.

La operación significó el control por parte de Eninsa. S.A de la Empresa de Energía de Pereira. La composición accionaria de Eninsa S.A. la conforman Enertolima con 99,94%; Sevigenerales S.A, ESP 0,024%, Empresa Capitalizadora del Tolima 0,003%, MNV S.A. 0,014%, Kapital Energy 0,03%, Gas Kapital GR 0,008%, Sintes S.A. 0,001%, Ponce de León Ingenieros 0,004% y Elec S.A. 0,001%.

En suma; Eninsa S.A. son los mismos socios de Enertolima.

24 junio 2009: apoteosis de la dupla administrativa Nule—Ríos

Con el control de Enertolima y Energía de Pereira, la dupleta ganadora Ríos—Nule se desbordó sobre sí misma en fastuosidad congregando en Ibagué, la sede de las adquisiciones, una máquina de relaciones públicas para calmar los ánimos de tolimenses y pereiranos que veían como sus empresas de energía cambiaban inevitablemente de manos.

Para ello diseñaron una estrategia de agasajos y torneos deportivos de élite invitando a todo lo que valía y pesaba en Bogotá y en el Tolima.

Uno de esos momentos apoteósicos en las fiestas de los Nule era el torneo de golf anual Enertolima celebrado con bombos y platillos tal como lo presenta la revista Dinero el 27 de marzo del 2011: “Enertolima, la empresa de servicios públicos de la cual eran dueños en más del 50%, junto con su socio, Alberto Ríos, conocido como uno de los zares de los servicios públicos. En vuelos privados, los Nule transportaban hasta Ibagué a ilustres colombianos, a quienes atendían a cuerpo de rey en medio de estrafalarios gastos”.

Los invitados remataron la competición con una fiesta de clausura a todo timbal en el hotel Altamira que se prolongó hasta las 5 de la mañana amenizada por orquestas nacionales e internacionales, entre ellas la del salsero Gilberto Santarosa.

La revista Dinero acota que “aquella era la época de auge de Enertolima, controlada por los Nule y por su socio Alberto Ríos, y de las demás empresas en las que participaban los jóvenes empresarios costeños. No eran públicas en ese entonces las evidencias del descalabro financiero que se estaba cocinando”.

10 de agosto de 2010: Superintendencia de Sociedades se lava las manos con las empresas de cascarrón del grupo Nule

Ante la avalancha de críticas en medios de comunicación nacionales y las públicas recriminaciones de organismos de control del estado colombiano sobre la aparente negligencia de la Superintendencia de Sociedades en su competencia respectiva respecto al descalabro financiero y societario del grupo Nule, emitieron un comunicado en el oficio No. 220—049223 cuyo asunto u objeto central lleva por título “La ausencia de activos en una sociedad no constituye, per se, en factor de sospecha del ánimo de delinquir”.

Se refiere la Superintendencia de Sociedades a que ellos no se encuentran en capacidad de discernir sobre los fines posibles de las sociedades de papel que funcionan solo como estratagema jurídica para realizar negocios, ni tampoco su rol es conceptuar si tales entes abstractos se usan con propósitos delictivos, tesis absurda pues si de algo debe servir esta dependencia es el control de las sociedades colocadas bajo su inspección y vigilancia evitando, para alentar la buena fe pública comercial, cualquier tipo de conducta tipificada en la codificación penal.

La Contraloría General de la Republica remitió una copia a la Superintendencia radicada con el número 2010—01—144925, para que se pronunciara sobre una consulta formulada en donde se indicaba, en el numeral 1° los siguientes cuestionamientos:

“1. Existiendo Superintendencias, Cámaras de Comercio y Junta Central de Contadores, ¿Por qué se permite y certifica el carrusel de firmas de papel, en el caso concreto del grupo Nule por ejemplo, socios de 50 empresas según publicaciones de prensa, con millonarios contratos en todo el país y según declaraciones suyas a Caracol, sin activos registrados sobre los cuales pudieran practicarse embargos?”.

Ya mencionamos la posición ambigua de la Superintendencia de Sociedades, respondiendo presta en ese oficio que “en el caso de las sociedades que hacen parte del comúnmente denominado Grupo Nule (KPITAL ENERGY S.A., COMPAÑÍA ENERGÉTICA DEL TOLIMA S.A., E.S.P., ENERTOLIMA INVERSIONES S.A., E.S.P., EMPRESA DE ENERGÍA DE PEREIRA S.A., E.S.P., CONCESIÓN AUTOPISTA BOGOTÁ GIRARDOT S.A., AGUAS KPITAL BOGOTA S.A., E.S.P., AGUAS KPITAL MACONDO S.A., E.S.P., AGUAS DEL ALTO MAGDALENA S.A., E.S.P., AGUAS KPITAL CÚCUTA S.A., E.S.P., AGUAS DE LOS PATIOS S.A., E.S.P., TRANSLOGISTIC S.A., MNV S.A., BITÁCORA SOLUCIONES LIMITADA, GAS KPITAL GR.S.A., Y PONCE DE LEÓN Y ASOCIADOS S.A. INGENIEROS CONSULTORES), y particularmente de aquellas sobre las cuales se ejerce supervisión han sido objeto de medidas tales como tomas de información, declaración de existencia de grupo empresarial, etc., incluso, como resulta de público conocimiento, algunas de éstas han solicitado la admisión a un proceso de reorganización en los términos de la Ley 1116 de 2006, solicitud que les ha sido rechazada por asuntos formales”.

24 de marzo 2011: los Nule denuncian a compradores de sus empresas

Tras fallar los engranajes que ponían en marcha al llamado Carrusel de la Contratación, usando anticipos para objetos diferentes a los pactados contractualmente, se develó el entramado de sociedades cruzadas, de papel, que ante la súbita caída por la ausencia de efectivo ante la iliquidez general del grupo Nule, propiciaron la salida en escena con paso de verdugo de acreedores y firmas de abogados para su parte de salvamento en el naufragio avizorado.

El 1 de abril de 2011 El Heraldo informa sobre una denuncia interpuesta por los Nule ante la Fiscalía General de la Nación por hurto agravado en concurso heterogéneo con estafa demandando a:

“Compradores y a sus abogados porque, a pesar de que se habrían comprometido a pagarle a los acreedores, supuestamente nunca lo hicieron y porque, además, aparentemente se habrían quedado con las empresas de mayor valor del conglomerado. Los demandados son: Alberto Hernández, Juan Carlos Paredes, Juan Carlos Bowe, Javier Guerra, Hansa Holding, Arco Capital y Quantek Master Fund spc, Brigard y Urrutia Abogados”.

El objetivo de estos abogados y compradores de buena y mala fe era “para despojar a las empresas de sus activos más valiosos (EnerTolima, Kpital Energy, y EnerPereria), y se hizo con los antiguos socios de las empresas, Javier Castellanos y Alfonso Vergel Hernández”. (El Heraldo, 1 de abril 2011).

Es importante enfocar a Javier Castellanos y Alfonso Vergel, dos empresarios de Cúcuta, socios de los Nule en la Concesión doble Calzada Bogotá— Girardot con un 25%, y en Kpital Energy con un 33%, empresa que a su vez era dueña del 50% de acciones de Enertolima y Ener Pereira.

También eran socios con los Nule en Aguas Kpital Cúcuta y fue precisamente en un pleito con Vergel & Castellanos, como es su razón social, que se desaparecieron misteriosamente los activos energéticos del grupo Nule. Ya ampliaremos como fue este pleito, real o fingido, entre Vergel y Castellanos con el grupo Nule.

2011: las jugarretas financieras de Enertolima y su junta directiva

Según Hugo Neira, en el medio digital Ecos, de Ibagué (http://www.ecosdelcombeima.com/ibague/nota—34270—de—quien—realmente—enertolima) , la empresa de energía de Pereira se compró fiada con un préstamo de la FEN (Financiera Eléctrica Nacional), destinado a infraestructura, pagado por Enertolima, lo que daría soporte a las voces que indican que esta entidad fue comprada presentando papeles sin nada a cambio.

Dice Neira:

“Según informe financiero de 2011, el pago a la deuda a la FEN fue de $24.480 millones plata que se pierde para la infraestructura, pero sí la capitalizan los socios de EnerTolima, como se ve en el informe financiero de 2011, la inversión en infraestructura es una ‘bicoca’ con lo que recaudan, pero cada vez que hacen una ‘obra’ sacan ‘pecho’, realmente encontraron a los tolimenses prestos a oír mentiras. Los ingresos operacionales de EnerTolima en el año 2011 sumaron $463.017.459.320 y su inversión en infraestructura fue de $25.144 millones, casi igual a lo pagado a la FEN”.

La Junta Directiva de Enertolima en 2011 estaba conformada así:

Alfonso Vergel, Principal
José Javier Castellanos Principal
José Hernández Principal
Enrique Vargas Lleras Principal
Natalia Ríos Principal
Juan Fernando Munera Principal
Carlos García Suplente
Hernán Troncoso Lozano Suplente
Iván Vergel Hernández Suplente
Carlos Ríos Velilla Suplente
Luis Villegas Suplente

 

Según indica Hugo Neira en su escrito “De quién es realmente Enertolima” que “rumores y la vox populi han conocido que la participación de Germán Vargas Lleras en este negocio fue fundamental, que es muy amigo de Ríos como él reconoció y que se montó en un avión de los Nule en una de las francachelas que hacía EnerTolima para halagar políticos, amigos, funcionarios públicos que los vigilaba etc., en Ibagué, con campeonatos de Golf y otras fiestas, además reconoció que Ríos era un aportante importante a Cambio Radical”.

Puede apreciarse que en la Junta Directiva 2011 de Enertolima aparecen Vergel, Castellanos, los Ríos y Enrique Vargas Lleras. Ya los Nule no aparecen en el papel.

Segunda parte:

La venta de acciones del grupo Nule en Enertolima y la venganza de Vergel y Castellanos por un pleito en la concesión doble calzada Bogotá-Girardot

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