La Corte Suprema de Justicia le abrió indagación de oficio al senador barranquillero del Partido de La U, Eduardo Pulgar Daza, luego de que el periodista Daniel Coronel en su habitual columna de los domingos, denunciara un presunto intento de soborno a un juez de la República por parte del congresista.
En su escrito, Coronel afirma que en el 2017, Pulgar le ofreció un soborno de $200 millones de pesos al entonces Juez Primero Promiscuo de Usiacuría (Atlántico), Andrés Rodríguez Cáez, abogado huilense apenas mayor de 30 años, para que fallara a favor de su amigo Luis Fernando Acosta Osío, en el lío que se había generado entre la familia Acosta tras la muerte de Gabriel Acosta Bendek, y que tras todo una batalla jurídica y cuestionadas maniobras Acosta Osío terminó quedándose con control de la Universidad Metropolitana de Barranquilla y pretende quedarse también con la Fundación Acosta Bendeck y el Hospital Universitario Metropolitano. Las tres instituciones facturan $80.000 millones de pesos al año.
Cuenta Coronel que un buen día de 2017, el alcalde del pueblo, Ronald Padilla, lo invitó a conocer a su jefe político, Eduardo Pulgar. La reunión sería en el apartamento del senador en Barranquilla, a una hora de Usiacurí. El juez aceptó sin saber de qué se trataba, pero tuvo la precaución de llevar una grabadora con él.
Allí Pulgar le ofreció una gruesa suma de dinero para que ayudara a su amigo Acosta. “Esos manes a mí me ayudan con becas, me dan puestecitos. Yo te hablo la verdad y cuando llega la campaña me tiran un billetico. Yo no te voy a negar nada viejo man, pa que voy a negar eso”.
El Juez en respuesta se negó a recibir el chantaje.
Por esta misma denuncia, la Procuraduría General de la Nación abrió investigación disciplinaria al actual congresista. El Ministerio Público busca establecer si de dicho comportamiento se desprenden sanciones disciplinarias.
“Ante la observancia de presuntas irregularidades en las que podría ver comprometida su responsabilidad disciplinara el senador Pulgar Daza, este despacho considera (…) que se hace necesario adelantar indagación preliminar con la finalidad de verificar la ocurrencia de los hechos, determinar si son constitutivos de falta disciplinaria y establecer si se ha actuado al amparo de una causal de exclusión de responsabilidad”, señala el documento firmado por el procurador Fernando Carrillo.
Los escándalos de la Pandemia
Previo a conocerse estos hechos en la columna del periodista Coronel, el senador de La U, había protagonizado dos escándalos en medio de la pandemia.
Uno el 13 de abril, en pleno confinamiento fue captado en un video en compañía del alcalde de Santo Tomás (Atlántico) Tomás Guardiola y otras cinco personas en una arena de pelea de gallos. Al Senador le reclamaron no solo por la violación del decreto que obligaba a todos los ciudadanos a permanecer aislados en su casa como medida para prevenir la propagación del coronavirus en el país, sino por incentivar y promover las peleas de gallos.
Posteriormente el 28 de junio protagonizó una trifulca en un edificio al norte de Barranquilla con el que era hasta ese día el secretario de Salud del municipio de Soledad (Atlántico), Luis Fábregas.
El secretario Luis Fábregas, que había llegado a la recepción se acercó donde el congresista y tras cruzar varias palabras, el senador Pulgar se levantó airado, tirando su gorra y un objeto que tenía en la mano en disposición de pelea.
La pelea tendría su génesis en la salida del exsecretario de la administración del municipio de Soledad donde Pulgar es “padrino” del actual Alcalde, Roberto Ucrós. Y según se rumoró en corrillos políticos, Fábregas presuntamente habría invertido unos $3 mil millones de pesos en la campaña del hoy alcalde y reclamaba la devolución de dicha suma. Sin embargo Fábregas desmintió la versión.
Pero esta no es la ni la primera, ni la segunda, y probablemente tampoco será la tercera sino quien sabe cuál de las varias investigaciones, imputaciones, sanciones e inhabilidades que le han abierto e impuesto a Eduardo Pulgar, de las cuales, curiosamente ha salido airoso desde hace al menos 20 años cuando empezaba su recorrido en la política.
La primera en el Concejo
La primera investigación y sanción le sobrevino a Pulgar por hechos que ocurrieron en el año 2000 cuando era concejal de Barranquilla y primer vicepresidente de esa Corporación.
Los hechos se relacionaron con una demanda de acción de tutela que instauró en el 2002 el abogado Javier Montealegre Ortiz en representación de varios exfuncionarios del Concejo Distrital con el fin de que se reconociera y pagara a estos la deuda laboral, demanda que fue resuelta favorablemente por el Juzgado Quinto Penal Municipal de Barranquilla, el 25 de octubre del 2002 , ordenando a la Alcaldía y a la Secretaría de Hacienda Distrital que se empezaran a realizar las operaciones presupuestales pertinentes para obtener los recursos necesarios para garantizar el pago se las acreencias laborales.
Este fallo fue impugnado por las entidades accionadas y confirmado en segunda instancia por el Juez 3° Penal del Circuito de Barranquilla. Como consecuencia de lo anterior, la Secretaría de Hacienda Pública Distrital y el apoderado de la parte actora suscribieron un Acuerdo a través del cual se pagaron todas las acreencias de las personas que aparecen en las tutelas.
Posteriormente la Secretaría de Hacienda del Distrito de Barranquilla envió oficio a la Fiduciaria la Previsora S.A., en que autorizó el pago de $ 1.663.470.685, al abogado Javier Montealegre apoderado de los tutelantes.
Por el caso la Fiscalía General de la Nación abrió investigación contra Eduardo Enrique Pulgar Daza, Alejandro Munárriz Salcedo, Ernesto Gómez Guarín, que conformaban la mesa directiva en el año 2000, por haber autorizado el nombramiento de estas personas que luego reclamaron derechos laborales a los cuales no debían acceder. Sin embargo, la Fiscalía precluyó el proceso.
En el 2005, la Contraloría Distrital de Barranquilla, decidió también archivar el expediente “del Proceso de Responsabilidad Fiscal, por no encontrar mérito para imputar responsabilidad fiscal o para fallar con responsabilidad fiscal” al establecer que no existió detrimento patrimonial del Distrito de Barranquilla con ocasión del pago de las tutelas interpuestas por el abogado Javier Montealegre.
Y en el 2006 la Fiscalía 21 de la Unidad Nacional Anticorrupción, que investigaba estos mismos hechos, resolvió abstenerse de imponer medida de aseguramiento por el delito de peculado por apropiación, pues determinó que no existían elementos de juicio para establecer que los mencionados concejales hubieran tomado los dineros oficiales, ni se pudo hablar con certeza de una organización criminal con vocación de permanencia.
Pero luego, en marzo del 2007, la Viceprocuraduría General de la Nación profirió fallo primera instancia dentro del proceso disciplinario adelantado contra los accionantes, por la “Defraudación de las arcas municipales a través del reconocimiento y pago de salarios y prestaciones a personas no vinculadas a las citadas entidades”, resolviendo declararlos responsables disciplinariamente de la falta prevista en el artículo 48-1 del C.D.U., en consonancia con los cargos que se les formularon. En consecuencia los sancionó con destitución e inhabilidad general para el ejercicio de cargos públicos por veinte (20) años.
El fallo quedó en firme en diciembre de 2007, confirmando la destitución y redosificando la inhabilidad general para el ejercicio de funciones públicas la cual quedó en 18 años.
La decisión fue apelada mediante una tutela por los exconcejales, la cual pasó a revisión de la Corte Constitucional en el 2009, que finalmente mantuvo la decisión de la Procuraduría y los tres personajes quedaron inhabilitados.
Cero y va la segunda
Pero antes de esta decisión, en el año 2003, Pulgar estuvo nuevamente en el ojo del huracán.
Sucedió el 20 de junio cuando, siendo concejal, fue noticia porque, previo a unas elecciones regionales, le aparecieron en su oficina 112 cédulas y casi dos millones de pesos en billetes de 20 mil.
El hecho pasó durante un operativo policial que dejó cuatro mujeres capturadas. En respuesta, el político dijo que se trataba de un “show publicitario para acabar con su carrera política”. Ese año el Consejo Nacional Electoral denunció una trampa monumental en las inscripciones de cédulas por la que terminaron abriéndole a Pulgar y otros concejales investigación. Meses después, salió bien librado de estos hechos.
Retomando el 2009, la decisión de la Corte Constitucional, parecía que dejaba por un buen tiempo a Pulgar por fuera de la arena política, al menos en persona, porque ya por fuera del Concejo, como suelen hacer muchos barones y caciques políticos en Colombia, Pulgar organizó una alianza con su entonces esposa, Karime Motta y Morad, a quien logró candidatizar y hacer ganar una curul en la Cámara de Representantes por el Atlántico, en el año 2006.
Posteriormente Motta llegó al Senado de la República para el siguiente período, 2010 – 2014. Y, al parecer, Pulgar supo aprovechar el fuero de su esposa.
La ayudita del procurador Ordóñez
Resulta que en el 2012, el entonces procurador General Alejandro Ordóñez fue reelegido en su cargo, por otros cuatro años. El jefe del Ministerio Público, quien inició campaña en septiembre, cuando fue nominado por la Corte Suprema de Justicia, sostuvo varias reuniones previas con congresistas y jefes de partidos para garantizar el respaldo a su reelección. Los partidos mayoritarios de la Mesa de Unidad Nacional anunciaron su respaldo oficial a la reelección: ‘la U’, 27 senadores (donde estaba Karime Motta); Partido Conservador, 22 senadores; Partido Liberal, 17 senadores y Cambio Radical, 7 senadores. A esto se sumó el apoyo de los 9 senadores del PIN.
Y aunque posteriormente en el 2016 Ordóñez fue destituido de su cargo por el Consejo de Estado, acusado de haber movido influencias y ofrecido cargos a los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia para que postularan su nombre, lo cierto es que antes de irse, devolvió con creces los “favores recibidos”.
Por lo menos eso concluyeron en su momento analistas políticos que vieron como en el 2014 el entonces Procurador Ordóñez ordenó revocar la inhabilidad que pesaba sobre Eduardo Pulgar para volver a ejercer cargos públicos. Sobre esos señalamientos, no obstante, no hay pruebas ni investigaciones abiertas.
Con el camino libre, el político barranquillero, no perdió tiempo y ese mismo año se postuló al Senado de la República, logrando la curul que hoy mantiene por el Partido de La U. Y como era de esperar, la alianza política con Motta se acabó, al igual que su matrimonio.
Con la confianza reforzada, y su familia como aliada, en este período llevó a la Asamblea del departamento del Atlántico a su hermano Yesid Pulgar, lo que le permitió tomar aire en los municipios y así respaldar alcaldes, como en el caso del de Usiacurí o del de Soledad, Rodolfo Ucross.
Los hermanos
Sin embargo, sufrió un revés en el 2015, cuando por cuenta de otro escándalo de compra de votos y fraude electoral.
En esa ocasión, dos hermanos del Senador, Yesid, que pretendía repetir en la Asamblea y Luisa Pulgar Daza, que aspiraba al Concejo, fueron acusados de recibir votos por cuenta de la manipulación ilícita de los computadores en los que se hicieron los escrutinios de las elecciones regionales.
Así aparece en la investigación de la Fiscalía que llevó a la captura del ingeniero de sistemas y contratista de la Registraduría Carlos Donaldo Martínez, a quien la Fiscalía le imputó este jueves los cargos de alteración de resultados, acceso abusivo a sistemas informáticos y violación de datos.
El 4 de noviembre, cuando se adelantaban los escrutinios –dice la Fiscalía–, Donaldo aprovechó la hora de almuerzo de los escrutadores y desde un computador portátil controló los equipos, justo cuando se escrutaba un potencial electoral de más de 10.000 votos.
En solo 45 minutos, les quitó sufragios a los otros candidatos y los puso a favor de Luisa Pulgar Daza y Carlos Arturo Hernández Carrillo, que aspiraban al Concejo de la capital del Atlántico. Esa misma maniobra la usó para multiplicar los resultados de Yesid Pulgar Daza en la Asamblea. Fueron en total unos 1.500 literalmente robados.
El diputado Yesid Pulgar alcanzó por algunas horas a mantener su curul en la Asamblea, pero con la anulación de los votos quedó por fuera de la corporación. Su hermana tampoco logró quedar como concejal.
En su paso por el Congreso, Pulgar ha sido un senador más bien opaco, aunque su partido logró colocarlo como segundo vicepresidente del Congreso en 2019, pero no se ha destacado por haber sido autor o impulsado ninguna ley clave o por haber citado ningún debate de control político importante. Ni ha propiciado debates o propuestas claves para el desarrollo de Barranquilla, el Atlántico o la región Caribe.
Por el contrario, Eduardo Pulgar Daza, pasó de ser casi un desconocido a nivel nacional, a sonar a nivel local y en el país, por escándalos y ruidos a su alrededor, y por las trapisondas y accionar de dudosa legalidad de que se ha valido desde hace 4 décadas para seguir en la vida política.
Por eso parafraseando el refrán, el que es ‘Pulgar’, no deja de ser.