En la edición de Corrupción al Día del 9 de octubre de 2019, señalábamos la gran estafa en materia de infraestructura vial con las obras de la carretera Palmar de Varela-Cruz del Viso-Puerta de Hierro construida por la empresa española Sacyr, bajo la dirección de Carlos Rosado, un antiguo directivo del Ministerio de Transporte e Invias y que fue originalmente impulsada, con sus correspondientes costos, como autopista de nueva generación 4G.

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(https://corrupcionaldia.com/el-engano-de-las-autopistas-4g-que-nos-dejo-la-constructora-sacyr-con-una-simple-carretera/)

Una obra retrasada con diversas argucias técnicas y jurídicas y cuyo desenlace previsible fue un reacomodo, así que lo que prometía ser una red vial de primer nivel con doble calzada, corrección de trazados, retornos, puentes peatonales y distribuidores de tráfico quedó reducida a una simple vía bidireccional con dos carriles de 3,65 m. y bermas de 2 m. a cada lado de la vía, para una velocidad de diseño de 80 km/h.

No hay ni habrá allí una autopista 4G. Solo basta recorrer desapaciblemente las obras en ejecución para comprobarlo. Sin embargo, la constructora Sacyr, jugando como una empresa desleal en sus procesos informativos y en una clara actitud anti ética, pauta en una edición especial de la revista Semana (Ideas que lideran) llamada Barranquilla: Orgullo a flor de piel dos publirreportajes en donde por supuesto no dicen que lo son pues entonces no tendrían ninguna gracia, pues la idea que lidera Semana es que el lector crea en su credibilidad cuando sueltan estas falsedades del tamaño de una catedral medieval. Uno de estos “informes” presenta el demorado puente sobre el río Magdalena calificándolo de “coloso de Colombia”. El otro, hecho con total disimulo hipócrita, se llama Acercar al Caribe (página 99), presentándose allí una impresionante fotografía a todo color de un equipo en acción de pavimentar, mientras un destacado señala que “Esta es una de las ocho autopistas que son prioridad para la nación. En ella se invertirán 1.24 billones de pesos en total”.

Edición especial de la revista Semana.

Pero la mentira sale a flote por algún lado y en la misma fotografía del publirreportaje aparece demoledora la cruel realidad: se trata de una vía bidireccional, un reparcheo a gran escala con ampliación de bermas de una simple carretera. Lo que todavía no le han dicho con absoluta franqueza a las comunidades y poblaciones relacionadas con la obra y sobre todo, a la opinión pública del Caribe, si el costo pactado inicialmente en esa cantidad de 1.23 billones es el mismo, si fue reajustado, si la engañifa de autopista 4G proviene desde las iniciales concepciones del proyecto a lo cual se ajustó astutamente; con cartas bajo la mesa, la empresa Sacyr o se trata, después del episodio de parálisis por casi tres años de las obras por asuntos de inestabilidad del terreno (la carta bajo la manga) de un reajuste en las condiciones del proyecto original.

Dice el falaz informe: “Desde febrero de 2018 la Sociedad Concesionaria Vial Montes de María S.A.S., compañía de Sacyr concesiones –esto si constituye rotunda verdad- trabaja en la ejecución de la obra, que es una de las ocho autopistas 4G –aquí la mentirita- que son prioridad de la nación y que deben de terminar de construirse en este cuatrienio. Esa es la meta que se ha trazado el Ministerio de Transporte y la Agencia Nacional de Infraestructura dentro del Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022”.

Hay que avisarle a la nación que en alguna parte le pusieron conejo a tan noble empeño desarrollista y que de la soñada autopista 4G en ese sector neurálgico de la economía nacional llamada la ruta de los contenedores, solo quedan los rezagos de una carretera común y corriente, aunque Sacyr y la revista Semana en alarde de irresponsabilidad periodística, digan lo contrario.

Sigamos con otros datos del informe presentado por Semana: “A finales de agosto de 2019 el avance de la obra fue del 44.02%”, lo que constituye en otra falacia sin ningún tipo de asidero. En efecto, la concesión 4G se encuentra segmentada en tres unidades funcionales (Puerta de Hierro- Carmen de Bolívar; Carmen de Bolívar- Cruz del Viso- y Calamar-Palmar de Varela). En el tramo Calamar-Palmar de Varela no hay ningún movimiento de obras y en Puerta de Hierro –El Carmen de Bolívar con su variante de 5 kilómetros tampoco. Solo hay maquinaria y trabajos en ejecución en la segunda unidad funcional, entre Carmen de Bolívar y Calamar por la sencilla razón que allí se encuentra instalado el peaje y las condiciones generales del contrato indican que solo habrá retribución financiera cuando la unidad funcional se encuentre lista y en pleno servicio. Recapitulando; un informe reciente veraz indica que la obra muestra un avance, después de su entrega formal en el 2015, hace cuatro años, solo el 19%, no del 44% presentado con bombos y platillos.

Típica actitud de engaño la de la empresa española Sacyr con esta y otras obras. Todavía se encuentra en mora su director general Carlos Rosado para que nos cuente las reales, verdaderas y completas especificaciones técnicas y financieras de esta pretendida “autopista 4G”.

A la revista Semana no está de más recordarle dentro de su lógica de productos editoriales publicitarios que no se vale la inducción de engaños piadosos a sus confiados lectores minando su credibilidad y que el título del publirreportaje presentado como un artículo de la revista (en realidad es un comunicado palabra por palabra emitido por el departamento de comunicaciones de Sacyr), Acercar el Caribe es todo lo contrario: esta obra tal como se encuentra planteada en su construcción retrasará la incorporación en conectividad efectiva al Caribe con Antioquia, Valle, Bogotá y Cundinamarca.

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