La historia se repite en la Universidad del Atlántico cíclicamente. Como Sísifo que de día sube la piedra a la cima y en la noche, esta, rueda cuesta abajo. De esa manera recurrente se construye la triste historia del alma mater del Atlántico. Que pesar y que pena, pero así es.

Hoy, el renovado Consejo Superior, cambió al rector de la pandemia Jorge Restrepo Pimienta quien fue encargado luego de un zambapalo que duró dos años de tira y aflojes con el nada recordado Carlos Prasca. En su reemplazo hoy el Consejo Superior encargó en una universidad sin docentes y sin estudiantes, al profesor de la escuela IDE Humboldt del distrito, JOSÉ RODOLFO HENAO GIL.

Sin el conocimiento del mundo universitario este paisa de Amalfi, llegó de la mano de Cambio Radical a la universidad como decano de la facultad de educación, llevado de la mano de Prasca para “fabricar” la experiencia universitaria de manera ilegal, ya que esos nombramientos fueron demandados y, según nuestras fuentes, serán declarados nulos.

La forma como el C.S y su presidenta la actual gobernadora, Elsa Noguera, hicieron esto fue sencilla, pero arbitraria y podría ser hasta ilegal.

Zaylaya Torres Salazar, Danilo Hernández Rodríguez, Álvaro González Aguilar, visitaban al representante Rodríguez Figueroa en pleno Consejo Superior virtual.

Primero, pactaron un acuerdo con los estudiantes tomistas que mantuvieron cerrada la universidad por más de 5 meses, que consistió en aprobar las reformas estatutarias de la universidad y lograr la salida de la Universidad del grupo de colaboradores que Prasca llevó a la institución, entre ellos José Henao Gil, decano de Educación, Zelaya Torres, otra profesora de escuela IDE de la Magdalena del distrito, actual directora de Admisiones y Registro y Álvaro Gonzales, actual vicerrector de Bienestar y profesor de una escuela IDE Las Malvinas donde se hizo célebre por erigir una estatua en el patio escolar del pasado alcalde Alex Char.

Segundo, cuando había iniciado la reforma estatutaria en el C.S y se habían aprobado la mitad de los artículos de la reforma, inesperadamente llegó la pandemia, que de inmediato fue aprovechada por el C.S para congelar la reforma y ex profeso, decidieron no citar más al Superior en mes y medio, esperando que, al representante de los profesores, Roberto Figueroa, se le venciera su periodo.

Tercero, inmediatamente, quedó por fuera el representante de los docentes en el C.S y sin la representación de los estudiantes y egresados en el mismo Superior, citaron a las sesiones virtuales y, sin tener la mayoría decisoria en el CS, por cuanto solo había 5 miembros, procedieron a modificar el Estatuto General para poder escoger al representante de los gremios y de esta manera convocar a elecciones virtuales de los restantes miembros del CS, lo que, seguro, seguro, terminará en un polvorín institucional.

Cuarto, de esa forma fue escogido Manuel Fernández Arriaza de Intergremiales y actual presidente de la Cámara de Comercio de Barranquilla.

Quinto, con el voto seguro de Manuel Fernández, la gobernadora Noguera sacudió al actual rector de la pandemia, Jorge Restrepo, quien llegó con la bendición del Centro Democrático a la Universidad y que, al parecer, su senador de apoyo lo dejó solo y acordó su salida, como también la llegada del nuevo.

Sexto, y último, en su reemplazo colocaron a José Henao Gil del grupo político de rectores de los IDE de Cambio Radical.

Más allá de la filigrana política, a este medio anticorrupción, le preocupa el futuro de Uniatlántico que aún no sale de la 550, ley de quiebras, la cual todavía no consolida su estatus de universidad regional, ya que vive de escándalo en escándalo, incluidos los constantes acosos sexuales de docentes y que pareciera estar ocupada en las repartijas políticas del Consejo Superior.

Preocupa, también, que la gobernadora haya traicionado a los estudiantes prometiéndoles la reforma al estatuto general que, entre otras cosas, incluía la modificación en la escogencia del rector y fijar un periodo institucional a ese cargo.

Lo que notamos desde aquí, es que el C.S y se dedique a hacer lo mismo que hicieron los últimos 10 gobernadores, escoger rectores a los que ellos puedan “secuestrar” a cambio de garantizarles su permanencia en el cargo. Preocupa que en los dos últimos años hayan pasado 3 rectores por el cargo. Preocupa, que la gobernadora este más ocupada de la filigrana politiquera del Superior y menos de la suerte de los habitantes de los municipios del departamento abatidos por la pobreza y el Covid.

Estamos presenciando en Uniatlántico la misma comparsa, solo que esta vez cambiaron de máscaras.

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