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La economía colombiana durante el año 2019, mejoró con relación a los dos años anteriores, logrando un crecimiento del 3.3% del PIB, con un valor en pesos de $1060 billones, unos US$323.450 millones, a una tasa promedio del mercado (TRM) de $3.277.17.

En términos de dólares, los colombianos hemos perdido US$58.602 millones, al comparar el PIB del año 2013 (US$382.052 millones), con el del año 2019. Esto significa que nuestro ingreso per cápita en términos de dólares en vez de mejorar disminuyó al pasar de US$7.959 en el 2013, a US$ 6.418 , o sea una pérdida de US$1.541, debido principalmente a la depreciación del peso colombiano con relación al dólar.

En lo corrido del año, hasta junio 6 de 2020, la TRM es de $3.565.06, superior en un 8,2%, a la de diciembre de 2019, que fue $3.294.05. Debido a la caída del precio del petróleo y del carbón, el dólar llegó en el 2020, a su máxima cotización el 20 de abril, cuya tasa fue de $4.046. A partir de esa fecha ha venido bajando gracias a la recuperación del precio del petróleo en los últimos 10 días, del mes de junio llegando hasta $3565.06.

DÉFICIT FISCAL, CUENTA CORRIENTE, BALANZA DE PAGO, RESERVAS INTERNACIONALES, NIVEL DE RECAUDO TRIBUTARIO

Con relación al comportamiento fiscal, arrastramos un déficit del 4.6% del PIB del 2000, al 2.5% del PIB del 2019. Es un déficit crónico que a pesar de la Regla Fiscal (Ley 1473 de 2011), no hemos podido sanear.

Igual comportamiento hemos tenido en la Balanza de Pagos, ha sido negativa del 2013 al 2019, pasando del 3.3% al 4.3%, con un déficit en Cuenta Corriente del 4.6 del PIB. Con relación al comportamiento de la deuda externa hemos pasado del 36% del PIB, en el 2000, al 48.4% en el 2019.

Las Reservas Internacionales a diciembre de 2019, se ubicaron en US$53.174 millones, y sirven para garantizar el pago de las obligaciones de la Nación. A mayor reservas menores costos en préstamos. Los prestamistas exigen un mínimo adecuado de reservas, que oscila entre 3 y 6 meses de pago de las importaciones, de mostrar resultados por debajo de ese marco, se dificultan el acceso a los mercados y los costos se incrementan.

LA MALA DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO Y LA POBREZA

Siempre ha sido motivo de preocupación el nivel de recaudo de los impuestos tanto en volumen como en % del PIB. En los últimos 20 años, el nivel más alto de recaudo con relación al PIB, lo obtuvimos en el año 2013, alcanzando un 16.9%. El resto del periodo ha oscilado entre el 13% y el 14.8%, este último en el año 2019, cuando recaudamos $157.9 billones.

Contrasta ese bajo nivel de recaudo cuando lo comparamos con los de: la OCDE 34.2%, América Latina y el Caribe el 23%, Brasil 32%, y Argentina 30%. Como pueden apreciar estamos lejos de alcanzar esos % de recaudo,

Estos resultados se contradicen con la posición de los gremios económicos que a través de sus voceros se la pasan pidiéndole al gobierno disminución en la tasa impositiva por considerarla muy alta. Es posible que en ciertos sectores que no reciben privilegios sea cierta esa afirmación, pero la realidad es que los gremios solo tienen en cuenta la tarifa nominal y no la efectiva que es lo que importa al incluirse las exenciones y deducciones otorgadas en el Estatuto Tributario del país.

Otro problema que incide en el bajo % de recaudo con relación al PIB, es la alta evasión y elusión, estimada por la misma DIAN en un 30%, de los valores recaudados. O sea, unos $47.3 billones anuales (30 X $157.4 =$47.3 billones)

Seguimos siendo el tercer país del mundo con la peor distribución del ingreso, con un coeficiente Gini de 0.517. Entre más se aparte de cero, es peor la distribución de la riqueza. Este es uno de los grandes males de las economías emergentes, cuando las compramos con la de los países desarrollados. La Zona Euro, tiene un Gini de 0.307, los Estados Unidos de 0.415, Rusia 0.377, y Japón 0.379.

La mala distribución de la riqueza, trae como consecuencia unos niveles de indigencia y de pobreza monetaria alta en los países emergentes. Si bien se habían logrado avances en materia de pobreza en América Latina, en los últimos tres años, hemos perdido gran parte del % alcanzado. Según la Cepal en el año 2019, el porcentaje de la pobreza se ubicó en el 30.8%, y el de la pobreza extrema en el 11.5%. Lo que significa que tenemos en AL, 191 millones de pobres, y 72 millones en pobreza extrema. Es bueno referenciar que en el 2002, teníamos una pobreza del 45.4%.

En Colombia no somos ajenos a esta situación, la pobreza monetaria durante el año 2019, fue del 27%, lo que representa 13.6 millones de personas, o 3.4 millones de familias (4 integrantes) que perciben un ingreso promedio por persona de $257.433. La pobreza extrema o indigencia es del 7.2%, que corresponde a 3.6 millones de personas que conforman 900.000 familias, cuyo ingreso promedio es de $117.605.

En el año 2019, teníamos 22.2 millones de empleados y 2.6 millones de desempleados, que en porcentaje significa el 10.5%, tasa superior a la del año 2018, que fue del 9.7%. La informalidad fue del 47%, y la tasa global de participación del 63.3%, cuando en años anteriores era del 64%. Eso significa que menos gente salió a buscar empleo, de hacerlo hubiéramos tenido una tasa de desempleo superior al 11%. Igualmente en las cifras de desempleo del DANE, vemos que se ha incrementado el número de personas que trabajan y no reciben remuneración.

Con este escenario, entramos al manejo económico y social del año 2020, esperanzados de lograr un crecimiento económico por encima del 3.5%, debido al impulso que se le daría a la inversión por parte del sector empresarial del país, que habíamos favorecido con la nueva reforma tributaria aprobada con la cual esperábamos aumentar el empleo y por ende la inversión nacional y extranjera.

Pensábamos que el precio del petróleo iba a estar por encima de los US$65 dólares el barril, y el precio del carbón se recuperaría. La tasa interbancaria fijada por la Junta Directiva del banco de la República a diciembre de 2019, estaba en 4.25%, y terminamos el año con una inflación de 3.8%.

Arrancamos el año con mucho optimismo, logrando buenos resultados en los meses de enero y febrero, dado que la economía creció a tasas del 4.1% y 4.8% del PIB. Pero en el mes de marzo las cosas empezaron a cambiar por la caída del precio del petróleo a niveles de US$32 el barril, cuando en diciembre estaba en US$67, producto de una menor demanda y mayor oferta al no ponerse de acuerdo Rusia y la OPEP, para disminuir la producción. También incidió la guerra comercial de los Estados Unidos con la China, y por supuesto la parálisis de la economía mundial ante la propagación del covid 19, obligando a cerrar las fronteras y prohibiendo los vuelos nacionales e internacionales.

LA CUARENTENA Y LA EMERGENCIA ECONÓMICA

Arrancamos el año con mucho optimismo, logrando buenos resultados en los meses de enero y febrero, dado que la economía creció a tasas del 4.1% y 4.8% del PIB. Pero en el mes de marzo las cosas empezaron a cambiar por la caída del precio del petróleo a niveles de US$32 el barril, cuando en diciembre estaba en US$67, producto de una menor demanda y mayor oferta al no ponerse de acuerdo Rusia y la OPEP, para disminuir la producción. También incidió la guerra comercial de los Estados Unidos con la China, y por supuesto la parálisis de la economía mundial ante la propagación del covid 19, obligando a cerrar las fronteras y prohibiendo los vuelos nacionales e internacionales.

En marzo 25 de 2020, mediante Decreto expedido por el gobierno los colombianos entramos en cuarentena y continuaremos en ella, hasta junio 30, a excepción de los mayores de 70 años, quienes deberán estar hasta el 31 de agosto.

La actividad económica empezó a abrirse por sectores mediante el cumplimiento de las medidas de protocolos de bioseguridad que deben cumplir todas las empresas y aprobar las alcaldías. Con el Decreto 417 del 17 de marzo, de este año se declara la Emergencia Económica en todo el territorio colombiano.

Una segunda declaratoria se expide el 6 de mayo, con el Decreto 637, por 30 días, En ambas declaratorias el gobierno emitió una serie de Decretos orientados a fortalecer nuestro sistema de salud, que no estaba preparado para enfrentar esta pandemia, y mantener el empleo, y apoyar a las familias vulnerables. Es bueno aclarar que el gobierno solo puede declarar Emergencia Económica por 90 días, en el año. Sus Decretos deben ser revisados por la Corte Constitucional y el Congreso.

COMO CAMBIÓ LA ACTIVIDAD ECONÓMICA CON LA LLEGADA DE LA PANDEMIA

Con en el acuartelamiento de marzo, vino la debacle, el PIB se contrajo en 4.9%, y el desempleo subió al 12.6%; siendo los sectores más golpeados el manufacturero (-0.6%), construcción (-9.2%), Minas y Canteras (-3.0%), y espectáculos (-3.2%). Como respuesta a la situación económica en nuestro país, y en el mundo se decidió en forma selectiva ir abriendo sectores de la economía, empezando por los que generan mayor empleo como el Manufacturero y el de la Construcción para evitar un mayor desastre.

La economía mundial, de acuerdo a varios Organismos Internacionales como el BIRF, BID, CEPAL, OCDE, FMI, prevén que la economía caerá entre el 3% y 5%. Para Colombia las proyecciones contemplan una caída entre el 5% y 7%.

Si los resultados de marzo fueron malos, los presentados en abril fueron peores no tenemos el dato oficial del PIB, pero podemos colegir que tuvo una caída por lo menos del 10%, con un desempleo del 19.8%. Se perdieron 5.4 millones de empleo. La informalidad en el país era del 47%, es decir 10.6 millones, de un total de empleados de 22.6 millones. Según estimativos en abril los niveles de pobreza en el país, podrán ser del 35%, y la indigencia que estaba en el 7.2%, en niveles del 15%. Con una inflación de 0.16%.

Si bien en mayo, se abrieron unos sectores económicos podemos esperar un resultado igual o superior a los meses anteriores. Es posible que el PIB de ese mes, haya caído en un 8%, y los niveles de desempleo estén cercanos al 22%, Pero en mayo se presentó una situación que teníamos tiempo de no verla, como fue la caída de la inflación a niveles del menos 0.32%. Es lo que yo he llamado la inflación del hambre. Al tener un nivel de desempleo e informalidad alto, y a la poca efectividad de la ayuda del gobierno a las familias vulnerables y a las empresas para mantener el empleo.

No hay plata para demandar bienes y servicios. Ante mayor oferta que demanda los precios tienden a la baja pudiendo llegar a ser negativos. Eso significa que en mayo caímos en una deflación, tal como aconteció en la crisis de los años 29 al 33.

Ante estos hechos reales, se espera que la economía colombiana este año tenga un PIB negativo entre el 5% y 8%. Con una tasa de desempleo del 25%, y niveles de pobreza del 38% e indigencia del 18%, y una informalidad del 55%.

Recuperar el crecimiento económico y el empleo, no es tarea fácil. Si bien el gobierno ha tomado una serie de medidas y expedidos varios Decretos, estos no son suficientes para reactivar la economía, se necesitan acciones más audaces para lograrlo.

PROPUESTAS PARA REACTIVAR LA ECONOMÍA

Los economistas, parlamentarios y el mismo gobierno vienen proponiendo algunas alternativas encaminadas a reactivar la economía del país orientadas a conservar los niveles de empleo y de pobreza que teníamos antes de la pandemia.

Entre las propuestas, hay una que me gusta, que es la que presentaron en un proyecto de Ley los parlamentarios de otorgarle a las familias vulnerables una Renta Básica por tres meses de un salario Mínimo, descontándole a quién reciba recursos de los programas de asistencia social esa suma. Estamos hablando de un salario de $980.655, incluyendo auxilio de transporte.

En el documento que titulamos “Miente el Presidente Duque al Afirmar que ha invertido el 11.04% del PIB” proponíamos que el gobierno le prestara al banco de la República $90 billones de pesos, unos US$25.245 millones, a la tasa de cambio de junio 6 $3.565.06. Esos recursos debería utilizarlos en:

  1. Entregarle a cada familia en estado de pobreza e indigencia, el valor de un salario mínimo sin transporte $877.803, descontándole la suma que la familia haya recibido por los programas de Adulto Mayor, Familias en Acción, Jóvenes en Acción e ingreso solidario recientemente creado en la emergencia económica. Esta ayuda le costara al gobierno de julio a diciembre lo siguiente :

Población 50.4 millones; Pobreza 27%, número de pobre 13.6 millones, número de familias 3.4 millones; indigencia 7.2%, número de indigentes 3.62 millones, número de familias 900.000, para un total de familias a subsidiar de 4.3 millones (3.4 +0.9).

  1. El costo mensual sería : $877.803 x 4.3 =$3.77 billones, y se dejarían de pagar los programas asistenciales mencionados anteriormente lo que significa un costo menor para el gobierno
  2. El costo de los seis(6)meses será de $3.77 x 6 =$22.6 billones
  3. Mi propuesta va encaminada a que este recurso se entregue de por vida mensualmente a las familias vulnerables (pobreza e indigencia), con el tiempo se espera que el número familias pobres e indigentes disminuyan, producto de una posible mejor distribución del ingreso basada en mayor inversión social y en generación de empleo formal tanto por el gobierno central como por las entidades territoriales. Por supuesto esperanzado en un crecimiento económico por encima del 3.5% del PIB, que conlleve a lograr tasas de desempleo del orden del 7%, e informalidad del 20%.

Como pueden apreciar de la suma prestada al Banco de la República, que es inmediata de $90 billones, este año solo utilizara $22.6 billones, quedándole disponible para otras iniciativas $67.4 billones. En el documento de mi autoría nombrado anteriormente se proponen varias alternativas, siendo la más importante el apoyo que debe dársele a fortalecer nuestro sistema de salud y al sector agropecuario. Somos unos convencidos que en el campo podemos producir por lo menos el 50%, de los productos alimenticios que importamos 14 millones de toneladas. Tenemos 11.3 millones de hectáreas aptas para la agricultura pero solo utilizamos el 35%, de esas tierras, en cambio tenemos 8 hectáreas aptas para la ganadería y utilizamos 38(según la Upra).Haciendo las inversiones que se necesitan en Distritos de Riego, mejoramiento de semillas, líneas de crédito blandas, vías de comunicación, silos, asesoría técnica y financiera,instalando energía solar y eólica para bajar los costos de la energía que en Colombia son muy altos comparados con otros países y fundamentalmente grabando con el impuesto predial a las grandes extensiones de tierra que no son explotadas y lograr que tierras que son aptas para la agricultura no sean utilizadas para otros fines. Esto es una urgencia que tenemos en el país, de asegurar nuestra seguridad alimenticia y exportar los excedentes para reemplazar los ingresos que dejaremos de recibir en el mediano plazo del petróleo y el carbón.

TODO LO QUE SE GASTA EL GOBIERNO DEBE PAGARSE

Las entidades gubernamentales reciben sus ingresos de tres fuentes: impuestos, utilidades de sus empresas y del crédito. Este último tienen que pagarlo sea al Banco de la República o la banca privada nacional o extranjera. En vista que por la pandemia el gobierno central y las entidades territoriales se vieron obligadas a endeudarse disparando el déficit fiscal, esos recursos que se gastaron deben salir de alguna parte. En nuestro documento de “Miente el presidente Duque” hicimos una propuesta que coincide en parte con la de los parlamentarios. Esa propuesta está encaminada a:

  • Eliminar las exenciones que en el 2018, sumaron $78.8 billones, de los cuales el 82%, son por el IVA $64.6 billones. Esto podría permitir bajar las tasas del IVA y de la Renta.
  • Disminuir la evasión y elusión tributaria a niveles inferiores al 30%, que es el porcentaje que la misma DIAN dice que se evade. El recaudo de ingresos del 2019, fueron $157.4 billones, lo que representa $47.2 billones que dejamos de recaudar, que si se llevara a niveles del 20%, recuperaríamos $15.7 billones. Esto es posible seleccionando mejor al personal de la DIAN, y mejorando los procesos de control.
  • Imponer sanciones fuertes y cárcel, a evasores, lavadores de dinero, contrabandistas y fuga de capital. Este último el delito es el más grave en Europa y los Estados Unidos.
  • Aumento del impuesto al patrimonio durante los años 2020 y 2021.
  • Aumento del avalúo catastral a las zonas rurales de acuerdo a la Ley, cada cinco (5) años, a las tierras no explotadas económicamente imponiéndoles la mayor tarifa autorizada por los concejos.
  • Disminuir la corrupción que anualmente es de $50 billones.

De acuerdo a lo anterior si tenemos señor Presidente Duque, de donde sacar los recursos para que reactivemos la economía y prestar un mejor servicio en salud y educación en el país.

La demanda de bienes y servicios se disparara con los $22.6 billones, que usted le entregara a las familias pobres del país, esa mayor demanda genera empleo y por ende un mayor crecimiento económico. Que sumado a las medidas que se ha venido tomando, lograremos el año entrante salir de la recesión en que terminaremos este año.

Pero si sigue demorando en tomar la decisión propuesta o una alternativa que la reemplace, la situación se puede agravar. Hay que actuar ya. Mañana es tarde. El hambre asecha, no da espera. No tiene color político.

Señor Presidente Duque y señores parlamentarios, el pueblo colombiano espera mucho de ustedes. Esta pandemia tiene que enseñarnos que no podemos seguir aplicando las mismas medidas que tomábamos. Tenemos que entender que la Pandemia, cambio nuestras vidas y por supuesto las del todo el mundo. Que no podemos continuar legislando para los ricos y permitiendo que se concentre más la riqueza en unas cuantas manos cual ha sido el resultado de la aplicación del Consenso de Washington “Modelo Neoliberal”.

Estamos en una recesión superior a la del 2008, y muy parecida a la de 1929, el deterioro de la economía mundial ha sido grande y aún no sabemos en que terminara porque no tenemos la vacuna que pare este virus que tanto daño nos ha hecho.

El mañana no existe, existe el hoy. O cambian o nos cambian. No hay otra. Presidente Duque Instrumentos legales existen solo falta que utilice los correctos para reactivar la economía. En sus manos está la decisión. Será capaz de hacerlo. No se olvide que:

“En los momentos de crisis, solo la imaginación es más importante que el conocimiento” “Sin crisis no hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor década uno, porque sin crisis todo viento es caricia” Albert Einstein.

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