Nada impide al hermano del exvicepresidente Germán Vargas Lleras, el afortunado Enrique Vargas Lleras, contratar con el Estado y prestar sus servicios a cualquier entidad gubernamental, bien a título personal o con su firma de abogados.
Pero, hacerlo a través del “amiguismo”, o “palancas” y el tráfico de influenciases aprovechando el poder político que ostenta un familiar, a todas luces, podría traducirse como un comportamiento corrupto.
Vargas Lleras es abogado de profesión y ha sido contratista desde hace unos 20 años.
No obstante, es claro que sus vínculos familiares con uno de los políticos más poderosos en el país, le han “abierto” las puertas a entidades gubernamentales incluso alejadas de la fría Bogotá.
No de otra manera se explica que la Gobernación del Atlántico, le haya adjudicado de manera directa no menos de 2 contratos cada año para un asesoramiento en materia jurídica.
¿Será que en Barranquilla no hay suficientes abogados capacitados para prestar esos mismos servicios y tal vez hasta por menos dinero?
En el año 2021, luego en el 2022 y en el 2023 la gobernación del Atlántico, en cabeza de Elsa Noguera de la Espriella, militante del partido Cambio Radical, del que fue fundador el propio German Vargas Lleras, y del que son militantes los “jefes” políticos de la exgobernadora del Atlántico, es decir Fuad y Alex Char, contrató a Enrique Vargas Lleras a título personal y a su firma de abogados, para la «Prestación de servicios profesionales para cumplir con las actividades asignadas por la secretaria jurídica, para el fortalecimiento jurídico e institucional de la Gobernación del Atlántico
».
Que la verdad, suena más a “corbata”.
En el 2021 entre Vargas Lleras y su bufete jurídico se llevaron más de $230 millones de pesos del presupuesto del Atlántico. En el 2022 fueron $300 millones de pesos y en el 2023, los contratos sumaron $205 millones de pesos, con el mismo objeto, en unos para asesorar a la Secretaría Jurídica de la Gobernación y en otros a la Secretaría de Desarrollo Económico.
Pero estas sumas de dinero, si bien pueden representar mucho para cualquier abogado que a pulso y sin palancas le toca ganarse el pan, para Vargas Lleras no serán más que unos billetes para tanquear con gasolina sus vehículos.

Ordeñando al Estado
Porque el hermano de Germán Vargas Lleras también ha contratado estos últimos años con el Fondo de Desarrollo de Proyectos de Cundinamarca y la Defensoría del Pueblo. Además, es Árbitro nacional para la recuperación empresarial, de la sección de Arbitrajes de la Cámara de Comercio de Bogotá, actividad de la que también recibe ingresos.
«Actualmente es socio principal de la firma Vargas Abogados y Cía. Ltda., oficina de abogados dedicada principalmente a la asesoría jurídica en el campo del derecho público y del derecho privado, especialmente en temas relacionados con las telecomunicaciones, los servicios públicos, seguros y fiducia mercantil
», se lee en la presentación de la web de la Cámara.
Pero el tráfico de influencias es una maña vieja de Enrique Vargas Lleras. Siendo hermano del entonces vicepresidente de la República y candidato presidencial, ya tenía contratos por $3.400 millones con el grupo Saludcoop.
Corría el año 2016 y estaba al rojo vivo el escándalo del desfalco en esa desaparecida EPS. Y en entrevista en aquella época con Caracol Radio, Enrique Vargas había dicho que sus asesorías jurídicas en esa EPS, las cuales prestaba desde hacía 8 años atrás (2008), “habían tenido muy buenos resultados
”. Tan buenos -risas- que terminaron con el presidente de la EPS, Carlos Palacino (del que era amigo personal), preso y la EPS liquidada.
La periodista Claudia Morales, narró en una columna publicada en El Espectador el 17 de marzo del 2016, que cuando Álvaro Uribe estaba en su segundo periodo de gobierno, Germán Vargas Lleras le pidió que le diera la dirección de la Superintendencia de Salud.
“Lo que quería el hoy vicepresidente era entregársela a su amigo José Renán Trujillo, que había perdido su curul en el Senado. Y eso fue lo que ocurrió. De la mano de Trujillo y Vargas Lleras, llegaron a Saludcoop el hermano Enrique, el actual fiscal Eduardo Montealegre, el abogado Jaime Lombana y el exmagistrado Rodrigo Escobar, entre otros
”, afirmó Morales.
Tras la liquidación de Saludcoop se conoció que Palacino había pagado no menos de $14 mil millones de pesos a firmas de abogados externos, entre los que se cuenta la firma de Vargas Lleras.

El Presupuesto General de la Nación es de $502.6 billones de pesos. Saber qué hacen con ese dinero los administradores elegidos o asignados en cada uno de los frentes del gobierno de turno, es responsabilidad de cada ciudadano colombiano.
Si seguimos eligiendo pésimos administradores, cada año los corruptos seguirán robando más del 19% de ese presupuesto.
Por ejemplo, desde que usted entró a este artículo, los corruptos se han robado esto de nuestro dinero:
Si quiere saber cuánto se han robado en su municipio o gobernación, desde que comenzó el año 2024 haga clik aquí.
Por su parte el entonces senador Jorge Robledo del Polo Democrático, en una de las tantas intervenciones en las que develó en el Congreso la corrupción en Saludcoop, aseguró en agosto del 2016, sobre Enrique Vargas Lleras que: “Él fue de la junta directiva de Cafesalud prepagada, que era parte del grupo Saludcoop, fue abogado de Carlos Palacino, en el escándalo bochornoso de las EPS, tiene contratos con Saludcoop, reconocidos por él mismo por
3 mil 400 millones de pesos
, tiene contratos con Cafesalud por 2.105 millones de pesos, es el presidente de la junta directiva de la Nueva EPS y como si le faltara músculo para estos asuntos, es el hermano del vicepresidente de la República
”.
Cabe recordar en este punto la férrea oposición que ha hecho el exvicepresidente Germán Vargas Lleras al proyecto de reforma a la salud de Gustavo Petro.
¿Será entonces, que las entidades públicas contratan los servicios de Enrique Vargas Lleras y de su firma de abogados, por su “exitoso” desempeño profesional, sobre todo en temas de defensa jurídica?
Enrique Vargas Lleras por lo visto tiene bien claro para qué es que están los parientes, y como no, los “mejores amiguis”, de su hermano.