El hacinamiento, la corrupción dentro de la institución y la necesidad de que esta sea reestructurada de fondo para que pueda funcionar bien; son las tres principales preocupaciones del general Norberto Mujic, nuevo director del Inpec.

Mujica tiene además el desafío de permanecer en el cargo ya que desde 1992 esta institución ha tenido 19 directores, es decir, cada persona que llega a este cargo dura, en promedio, año y medio. Esto llevó a que, en repetidas ocasiones, la ministra de Justicia, Margarita Cabello, ha planteado la posibilidad de que el Inpec desaparezca.

En entrevista con EL COLOMBIANO, el oficial descartó esta idea al insistir en que si se cumple con la meta de crear 23 mil nuevos cupos en los próximos tres años, el hacinamiento podría disminuir drásticamente. Es importante anotar que en 2019, de acuerdo con cifras del Inpec, había una población carcelaria de alrededor de 118 mil personas. Una cantidad que contrastaba con el número de cupos disponibles en las cárceles del país: 80 mil. Es decir, el índice de hacinamiento alcanzaba el 48 %.

¿Cómo encontró el Inpec?

“Por el populismo punitivo, en el que piden más cárcel y más condenas, desde 2011 pasamos de 84.000 privados de la libertad a 124.000; pero en materia de cupos, apenas pasamos de 75.000 a 80.000. Debemos generar más, construir una política criminal carcelaria y trabajar con los jueces para que haya mayor agilidad. Contamos con la aprobación para tener 2.300 guardianes más y generar entre 20.000 y 23.000 cupos en tres años”.

La ministra Margarita Cabello habló de liquidar el Inpec, ¿podría pasar?

“No he pensado en liquidaciones. Esto se puede manejar, pero se requiere una verdadera reestructuración del Inpec. Estamos trabajando con el Ministerio para que el Instituto funcione diferente”.

¿A qué se refiere?

“Hay que revisar los procedimientos para que se garantice la resocialización y el manejo administrativo adecuado. Tenemos que apuntarles a las mega-cárceles. Que el Inpec se concentre en su función del trabajo con condenados. Que nuestros centros carcelarios se conviertan en centros industrializados, donde podamos brindar estudio técnico y tecnológico a los privados de la libertad para que adquieran competencias laborales una vez cumplan su pena”.

¿La entidad sí tiene cómo evitar que dentro de las cárceles se cometan crímenes?

“No puedo ocultar que hay temas de corrupción al interior del Inpec. Desde el nivel central, hemos hecho planes sorpresa para tomar decisiones administrativas y disciplinarias. No podemos permitir que se sigan generando ventanas de la corrupción. Pero los cupos no son solo ladrillos. Nos falta tecnología y personal para ser efectivos”.

¿Cómo garantizar que el Inpec no sea corrupto?

“He denominado esto como ventanas de la corrupción que deben cerrarse. Pero no tengo fórmula mágica para acabar con este problema en las cárceles. Hemos abierto investigaciones disciplinarias en los casos que hemos encontrado, como el de Juan Guillermo Monsalve (testigo contra Álvaro Uribe) o el de Aida Merlano (excongresista condenada por compra de votos), tomando decisiones en todos los niveles. Hay que evitar que las cárceles se salgan de control, con directores que no hacen nada”.

¿Pero qué resultados concretos hay?

“Hace poco en la cárcel de Sabanalarga encontramos a Jorge Luis Alfonso López, hijo de Enilce López alias “la Gata” (ex empresaria condenada por vínculos con el paramilitarismo y por homicidio), viviendo con ciertas libertades en términos de tener elementos que están prohibidos (televisión de 47 pulgadas y videojuegos) en una habitación que él construyó dentro de la cárcel”.

¿Cómo un detenido puede construir una habitación dentro de la cárcel?

“Aquí no hay ninguna excusa. Lo que estamos viendo es una falta de control total y una negligencia. Por eso se declaró insubsistente al director de la cárcel y se inició una investigación disciplinaria”.

¿Y qué ocurre con el capitán David Alexánder Álvarez acusado de colaborar en la fuga de Aida Merlano?

“Esa investigación la lleva la Procuraduría. Estamos siendo garantes con los entes de control que asumieron esta situación. Lo que he hecho es alejar del centro penitenciario a los vinculados al proceso. El capitán en particular está en labores administrativas”.

¿Pero sigue en el Inpec?

“Claro, no lo puedo sacar hasta que no haya una decisión”.

¿Hay posibilidad de que se liquide la Unidad de Servicios Penitenciarios y Carcelarios (Uspec)?

“Con la Uspec fallaba la falta de comunicación efectiva, algo que ha cambiado notoriamente. Sin embargo, se ha evidenciado que el presupuesto de la unidad no alcanza por lo que se están priorizando algunos casos. La reestructuración que planteamos también es para ver cómo trabajaremos de cara al futuro desde ambas entidades”.

¿Y la propuesta de que la Policía administre cárceles?

“La Policía está para prevención, para reacción en la calle, para manejar la delincuencia reactiva y activa. La formación del personal de custodia es distinta, basada en la resocialización. La experiencia la tiene el Inpec, que debe continuar, pero reestructurado”.

TOMADO DE EL COLOMBIANO (Ver historia original aquí)

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