La era del destape: Un legado de corrupción expuesto
Por décadas, los colombianos vivieron bajo la sombra de gobiernos que parecían tener como principal objetivo el saqueo sistemático de los recursos públicos. La llegada de Gustavo Petro a la presidencia ha desatado una tormenta política y social, no solo por sus acciones, sino por lo que su gobierno ha sacado a la luz.
Dejando de lado los errores y desaciertos de esta administración, hay una ganancia innegable: ahora sabemos quiénes, cómo y desde dónde han patrocinado el robo masivo de los recursos de todos los colombianos.
Lo que no querían que supiéramos
- La estafa energética: Las generadoras eléctricas inflan los precios de la energía, mientras los usuarios pagan tarifas desmesuradas.
- El saqueo de las EPS: Las empresas de salud se han robado billones de pesos destinados a salvar vidas.
- Fondos privados, ¿sin pensiones?: Durante años, los ahorros de los trabajadores fueron manipulados sin resultados tangibles para la mayoría.
- Ecopetrol, entre paras y guerrilla: El robo de petróleo no solo enriqueció a criminales, sino que lo hizo con la complicidad de guerrillas y paramilitares.
- SAE, el gran botín: La Sociedad de Activos Especiales funcionó como una inmobiliaria para políticos corruptos y sus familias.
Corrupción institucionalizada: De la pandemia a las regalías
- Pandemia, el festín del poder: Mientras el país enfrentaba una crisis sanitaria, otros veían una oportunidad de oro para saquear recursos bajo el pretexto de emergencias.
- Regalías en el limbo: Obras públicas millonarias financiadas con regalías nunca se entregaron, pero los contratos se cobraron puntualmente.
Y si creías que los medios estaban allí para defenderte, piensa de nuevo. Según las denuncias, los grandes conglomerados mediáticos como RCN y Caracol han actuado como guardianes de intereses políticos y económicos, manipulando la verdad y sesgando la opinión pública.

La oscura complicidad de las instituciones
¿Alguna vez te preguntaste por qué ciertos crímenes de alto impacto nunca llegan a resolverse? Ahora sabemos que la Fiscalía y la Procuraduría actuaron durante años como blindajes para un narco-estado paramilitar.
Desde las altas cortes hasta el Banco de la República, las instituciones que deberían proteger al ciudadano común han priorizado intereses privados, consolidando un sistema que perpetúa la desigualdad y el saqueo.
¿Una esperanza en medio del desastre?
El gobierno Petro no está exento de críticas, pero su llegada ha sido como un reflector que ilumina una escena de crimen masivo. Mientras los opositores intentan desacreditar cada paso de su administración, los colombianos deben preguntarse: ¿por qué tanto esfuerzo para ocultar lo que ahora sabemos?
Es hora de que el país exija justicia y responsabilidad, no solo del presente, sino del pasado que nos ha llevado hasta aquí.