Hernando Escobar Medina

Abogado, Investigador, Periodista

Dime con quien andas, decirte he quién eres...
Don Quijote de la Mancha

En la Costa Caribe Colombiana, el Magdalena y Santa Marta, mencionar al “Clan Cotes” es tanto como referirse a una estructura criminal que se instrumentalizó en la Gobernación del Magdalena, entre los años 2012 y 2019, con el auspicio y promoción de los gobernadores Luis Miguel “Mello” Cotes y Rosa Cotes de Zúñiga, hijo y hermana de Álvaro Cotes Vives, el poder detrás del trono y quien, en esos tiempos, disponía a su antojo de una corte conformada por más de veinte hombres armados, cuya remuneración mensual era cancelada junto con la nómina de contratistas del Hospital Universitario “Julio Méndez Barreneche”.

Con la ordenación o delegación de Cotes Habeych y Cotes de Zúñiga, en la gobernación del Magdalena campeó la corrupción, el pillaje y la apropiación de recursos públicos. Todo urdido, tras bambalinas, por el jefe del clan: Álvaro Cotes

Es esa la razón principal por la que el “Clan Cotes” bien podría definirse como una estructura familiar sinónimo de corrupción, “parapolítica”, peculado por apropiación, enriquecimiento ilícito, lavado de activos y de toda suerte de Delitos Contra la Administración Pública.

No en vano, José Francisco Zúñiga Riascos, uno de sus miembros y esposo de Rosa Cotes, fue condenado al haber confesado la comisión de los delitos tipificados como Concierto Para Delinquir Agravado y Constreñimiento al Sufragante, cuando resultó electo alcalde de Santa Marta con el apoyo del Frente Resistencia Tayrona del Bloque Norte de las AUC, al mando de  Hernán Giraldo Serna, alias El Patrón.

Ese respaldo en favor de Zúñiga Riascos fue pedido y obtenido por su cuñado, Álvaro Cotes Vives.

Otro de los miembros del delictuoso Clan, el “Mello” Cotes, gobernador del Magdalena entre los años 2012 y 2015, sancionado disciplinariamente por el escandaloso descalabro de la “Vía de la Prosperidad”, ahora está siendo juzgado por la Sala de Primera Instancia de la H. Corte Suprema de Justicia (Radicado No. 110016000102-2017-00181-01 – No. interno 0005), por el punible de Contrato sin Cumplimiento de Requisitos Legales, al haber favorecido los intereses de la señora Enilce López Romero, la Gata, con la adjudicación del juego del Chance o de Apuestas Permanentes del Magdalena, en el año 2012.

De igual manera, el ex gobernador Cotes Habeych es investigado por la Unidad de Fiscalía Delegada ante la Corte Suprema de Justicia en nueve procesos, entre ellos el referido al desvío y apropiación de recursos en el contrato de la “Vía de la Prosperidad”.   

Por otra parte, la ex mandataria Rosa Cotes de Zúñiga, esposa del convicto ex alcalde de Santa Marta José Francisco Zúñiga Riascos, también fue sancionada disciplinariamente, junto con su sobrino el “Mello” Cotes, por su desafortunado y cuestionado concurso en la ilegal administración de los recursos de la “Vía de la Prosperidad.

Así mismo, también es investigada en varios procesos por la Unidad de Fiscalía Delegada ante la Corte Suprema de Justicia y sería imputada y acusada, dada la comisión de múltiples delitos Contra la Administración Pública, por peculado por apropiación, Lavado de Activos y Enriquecimiento Ilícito.

Muy a pesar de no haber desempeñado funciones públicas, Álvaro Cotes Vives, alias “Conejo”, y Alvaro José Cotes Habeych son investigados en varios procesos al haber escogido, junto con los miembros del oscuro y criminal Clan, ser  delincuentes y ricos, antes que honrados y personas del común. 

“Dime con quién andas y te diré quien eres”. 

Muy a pesar del delictivo escenario en el que se encuentran inmersos los miembros del “Clan Cotes”, de los diversos procesos a los que han sido vinculados por la Fiscalía, Procuraduría y la Contraloría General de la República, de la apabullante derrota política sufrida en los comicios de octubre de 2019, cuando el “Mello” Cotes infructuosamente quiso volver por más a la Gobernación del Magdalena, no obstante haber sido repudiados electoralmente en todos los municipios, dadas sus malas mañas, ahora los Cotes decidieron “colgarse” de la pre candidatura presidencial de Alejandro Char Chaljub con la pretensión de regresar triunfantes a la política en el Magdalena, soñando con tener a su “llave” como Presidente de la República y entrar a las grandes ligas del poder político nacional.

Fueron precisamente los Cotes quienes dispusieron la reciente visita de Char a Santa Marta y poblaciones del Magdalena.

Alex Char, precandidato presidencial, su hombre de confianza Héctor Amaris, más conocido en Barranquilla como Oso Yogui y el “Mello” Cotes, en animado encuentro.

Después de dos años de continuos desfiles ante Fiscales, Procuradores e investigadores de la Contraloría y de estar asistiendo a diligencias de interrogatorios y entrevistas judiciales y disciplinarias, los Cotes volvieron sonrientes y festivos a la plaza pública para aportar su desprestigio a la pre candidatura de Char. En Santa Marta, Ciénaga, Plato y El Banco, el “Mello” Cotes, con ninguna audiencia, se mezcló cual organizador y jefe de protocolo con los simpatizantes de Alex Char, recordando viejos tiempos, mientras fantasea con ser nombrado Ministro de Estado, si su “partner” Alex es elegido como mandatario de los colombianos. A su vez, Rosa Cotes y su condenado esposo, con impudicia, descaro y desparpajo, se aparecieron en el barrio Pescaito en Santa Marta, posando al lado del precandidato Char y su comitiva barranquillera. El penado la hablaba al oído al precandidato y le indicaba a quienes debía saludar.

El Clan Cotes se resiste a ser excluido de la política. Como en pretéritas calendas, lleva a Fabián Castillo como su  candidato al Senado de la República con el aval de Cambio Radical y tienen la intención de proponer el nombre de Rosa como candidata a la Alcaldía de Santa Marta, lo que Ella percibe como un favor que le  haría a la ciudad capital. Lo dicho: el Clan Cotes quiere volver por más; les quedo gustando el dinero fácil, tomado del erario sin pudor ni arrepentimiento, como si no tuviera dueño ni doliente, actitud propia solo de los delincuentes.  

Rosa Cotes llevó a Gaira al candidato del “Clan Cotes” al Senado, Fabian Castillo, y el convicto Jose francisco Zuñiga Riaascos, su esposo, todo el tiempo le habló al oido a Alex Char, durante su visita a Pesacito en Santa Marta.

Un refrán de origen español nos ha enseñado “Dime con quién andas y te diré quién eres”. Esa sabiduría popular es ignorada por Alex Char, a quien pareciera no serle suficiente el escándalo desatado por los videos y audios publicados por Aida Merlano; la barahúnda en la que aparece vinculado Héctor Amaris (Oso Yogui), su secretario privado, asesor, compañero de rumbas y “mandadero” predilecto, por el pago de una coima en un contrato para la construcción de un tanque de agua, cuando fue Alcalde de  Barranquilla; ni las fotografías en las que parece, durante esta campaña electoral, en compañía de Jhon Horacio Rueda Polanía, quien fuera deportado de Venezuela y tiene procesos penales por los delitos de tráfico de drogas, concierto para delinquir y manejo de capital proveniente del narcotráfico, y mucho menos mostrarse en público con quienes están identificados como miembros del “Clan Cotes”. 

Dicen, quienes tienen porque saberlo, que Alex Char y el “Mello Cotes son más que inseparables.

En apretada síntesis, para los magdalenenses, bien pudiera afirmarse que “votar por Alex” Char es votar por el “Clan Cotes”, por aquello de dime con quién andas y te diré quien eres.

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