El escándalo de un supuesto trío sexual que realizó en un baño de la sede campestre del Country Club de Barranquilla, provocó la renuncia del recientemente nombrado secretario de Hacienda de Bolívar, Iván David Borrero.
Los hechos se registraron el pasado 7 de enero, cuando unas socias del club, vieron como salían de uno de los baños dos mujeres y un hombre, que según dijeron estaban teniendo relaciones sexuales en el escusado.
Unos audios que se filtraron a medios de comunicación afirman que se trataba de Barrero, su esposa y una segunda mujer, la que no ha sido identificada.
Tras el escándalo, el gobernador de Bolívar, Yamil Arana le pidió la renuncia al funcionario, quien en efecto fue retirado del cargo.
Borrero es administrador de empresas con especialización en finanzas de la Universidad del Norte de Barranquilla; con una trayectoria en el sector público, había trabajado previamente en la Alcaldía de Barranquilla durante dos periodos: 2001-2004 y 2011-2016, desempeñándose como asesor del secretario de hacienda para temas financieros. Su experiencia también incluyó un destacado desempeño como subdirector financiero del Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio entre 2016 y 2018, habiendo ingresado cuando fue jefe de esa cartera, Elsa Noguera. Y trabajó hasta diciembre del año pasado como subsecretario de Presupuesto en la Gobernación del Atlántico.
Por su lado, los dirigentes del club aseguraron que tomarán las medidas correspondientes, luego de «identificar a un grupo de personas estaban desarrollando comportamientos inapropiados».
Lo llamativo de todo este asunto, además del morbo que ha despertado principalmente en Barranquilla, es que un escándalo íntimo de carácter sexual, haya recibido tal escarnio público que llevó a dimitir a un funcionario; cosa, que en cambio nunca ocurre cuando se destapan ollas podridas y millonarios robos de dineros públicos por parte de corruptos funcionarios, a los que simplemente se les ignora.
Borrero llegaría como cuota de Cambio Radical a la Gobernación de Bolívar, partido que apoyó la candidatura de Yamil Arana Padauí, quien consiguió llegar a la Gobernación con la Coalición Bolívar Mejor, contando con los coavales de los partidos Liberal, Conservador, ASI, Cambio Radical, Partido de la U, Centro Democrático, partido Fuerza de la Paz y Colombia Renaciente.
Arana es de familia ganadera y con tradición en la política en Magangué. Su tío Anuar Arana fue alcalde de Magangué en 2008 y fue destituido por celebrar contratos antes de su elección. Y su tío Hernando Padauí fue representante a la Cámara.
“Yamilito”, como es conocido el gobernador, fue contratista de la alcaldía de Magangué en 2014 y 2015, en el mandato de Marcelo Torres. En 2016 fue contratista del Departamento para la Prosperidad Social y el Ministerio de Agricultura. Además, hizo parte de la Unidad de Trabajo Legislativo del exsenador sucrense de La U Eduardo Merlano, conocido por el escándalo de “¿usted no sabe quién soy yo?”, cuando le intentaron hacer una prueba de alcoholemia.
En 2018 se lanzó a la Cámara de Representantes con el partido Consevador en alianza con la senadora Nadia Blel, hija y heredera política de Vicente Blel Saad, exsenador condenado por parapolítica. Fue elegido con 76 mil votos. Así que Arana pasó a integrar las filas de la cuestionada Blel. En la Cámara presentó iniciativas como la prisión perpetua revisable y la ampliación del período de mandato.
En 2022 se reeligió con 113 mil votos, otra vez en alianza con la senadora Blel. Sin embargo, cinco meses después de ser reelegido, renunció para aspirar a la Gobernación de Bolívar. Arana tiene el apoyo del clan parapolítico Blel, del clan parapolítico Montes y del senador liberal Lidio García, entre otros.
Sobre el caso, en redes sociales hay opiniones contradictorias, y muchas rechazan que el comportamiento sexual de un funcionario, sea más castigado que el comportamiento corrupto y delincuencial de otros funcionarios públicos en el país.
