Fue un acto soberbio y curioso la elección del representante de las directivas académicas de la Universidad del Atlántico al Consejo Superior. Apurados en la crisis propiciada por el ex Rector Carlos Prasca (qué peligro este personaje ahora con vocería para colarse en el Superior por parte de lo ex Rectores) y el gobernador Eduardo Verano, con una universidad tomada y en paro por los estudiantes, decidió el partido Cambio Radical jugarse los restos para ejercer el control en el Consejo Superior.
Para ello plantearon una elección en la sede de Suan. A pleno sol, como quien arrea ganado, llevaron a esa población del sur del Atlántico a votar a los electores, que equivale decir decanos, vicerrectores, jefes de departamento. Allá montaron el show a espaldas de Eduardo Verano que ante la información de los sucesos entró en franca cólera.
El sainete lo pinta una comunicación de Ubaldo Peñaloza, Secretario de la Personería de Suan fechada el 17 de diciembre al Comité Electoral de la Universidad del Atlántico. Allí dice que la personera Daysy Milagros Montero Guerrero se encuentra en Medellín por un suceso familiar y a su vez recalca que “mi función es administrativa y no tengo revestimiento jurídico para tomar decisiones o firmar documento que tenga que ver con esta elección”.
Acto seguido el secretario de la Personería consigna una denuncia. Indica que “observo y manifiesto que el proceso de elección lo están realizando en las aceras que hacen parte del espacio público, contrariando lo dispuesto del artículo 6 del Estatuto General que ubica todo proceso eleccionario en las instalaciones de la Universidad del Atlántico”.
Un proceso ciertamente desfachatado en su prisa por imponer a Danilo Hernández como representante de las directivas académicas al Consejo Superior de la Universidad. Por supuesto que todo este proceso a las volandas tenía unos costos operativos y políticos.
Todo tiene su explicación si nos atenemos a la preparación de los votantes y el arreo de los electores. El Rector (E) Jorge Luis Restrepo Pimienta a través de la Resolución No. 00062 del 27 de noviembre de 2019 indica que se ordena un avance en dinero para cubrir gastos de transporte interdepartamental para la ejecución del contrato No. 8603669 celebrado entre la Universidad del Atlántico y Ecopetrol SA para la capacitación en gestión pública y Gestión de Proyectos. El contrato fue acordado interpartes el día 5 de noviembre de 2019.
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El avance en dinero para transporte es por la suma de veinticinco millones quinientos noventa y cuatro mil seiscientos ochenta y ocho pesos $25.594.688 que se desprende del rubro gastos inherentes a proyectos de extensión por la suma de $76.784.064. Fue solicitado por el decano de la facultad de Ciencias Básicas de la Universidad Alberto Moreno Rossi en la forma de avance del proyecto teniendo en cuenta que el mismo se desarrolla en Cartagena en 3 fases de ejecución del mismo. Eso es lo que dice escuetamente la resolución.
Pese a la alta suma que bien podría servir para alquilar una camioneta último modelo a un costo mensual de 6 millones de alquiler, lo que a ojos de buen cubero significaría que la tendrían en servicio por más de 4 meses las 24 horas del día, este “avance” –como se denomina en la terminología jurídica de la universidad- se le entrega, no al funcionario que lo solicitó sino que en la misma resolución rectoral se afirma que “se solicita efectuar a nombre del Vicerrector de Docencia, Luis Carlos Gutiérrez Moreno, quien administrará este rubro en el marco de la ejecución del proyecto que nos ocupa, acorde a la estructura de costos del mismo y del certificado de disponibilidad presupuestal No. 8194”.
El verdadero destinario de los recursos es Gutiérrez que autoriza a la oficina de Talento Humano para que se le descuenten de su sueldo “los valores no legalizados o no devueltos con ocasión del presente avance”, hecho que por supuesto no sucederá pues Gutiérrez, diligentemente tendrá bien cubiertos los gastos de transporte interdepartamental con los debidos comprobantes.
Que el destinatario de tales recursos es el Vicerrector de Docencia lo dice la resolución rectoral en su artículo primero: “Ordénese un avance de $25.594.688 millones a nombre de Luis Carlos Gutiérrez Moreno identificado con cédula de ciudadanía No. 12.557.883”. El artículo segundo señala: “Ordénese el desembolso del avance por valor de $25.594.688 con cargo al certificado de disponibilidad presupuestal No. 8194 de fecha 13 de noviembre de 2019 expedido por el departamento de Gestión Financiera”. El artículo quinto es claro: “Deposítese el dinero objeto de este avance en la cuenta bancaria a nombre del señor Luis Carlos Gutiérrez Moreno”.
No parece un avance para la ejecución de un proyecto tal como lo presenta la redacción de la rectoría. Por el contrario, un proyecto se maneja con fondos especiales creados para tal fin y coadministrados por comités de seguimiento y ejecución del proyecto planteado. La propuesta de manejo a nombre y cuenta propia de un funcionario parece una contraprestación por servicios prestados disfrazada de avance y es abiertamente irregular y sin ninguna transparencia administrativa.
En una universidad que tiene problemas de recursos parece un regalo demasiado generoso en estas épocas de encargos rectorales y de conformación de miembros del representante de las directivas académicas al Consejo Superior que recayó, ya lo mencionamos, en Danilo Hernández del partido Cambio Radical. Las directivas académicas son lideradas estructuralmente en la Universidad del Atlántico por el Vicerrector de Docencia Luis Carlos Gutiérrez Moreno, lo cual presenta una notable coincidencia entre la suma que recibe de avance y su papel en la elección del citado representante al Consejo Superior.
En cambio, las elecciones para elegir representante estudiantil al Consejo Superior han sido dilatadas y extendidas de todas las formas posibles. Más de un año llevan sin representación.