Ramón Navarro, ex gerente de la Triple A, capturado por la Fiscalía.
Ramón Navarro tiene mucho que contarle a la Fiscalía.

Jan Slodvak

Dos años después del destape de los negocios off-shore creados por el bufete jurídico Mossack-Fonseca conocidos a nivel internacional como los Panamá Papers. A casi un año de la operación Lezo en España que descubrió el entramado financiero político de la empresa Canal Isabel, Canal Extensia, Inassa y la Triple A de Barranquilla, la Fiscalía General de la Nación capturó al ex gerente de la empresa de servicios públicos Ramón Navarro Pereira en un apartamento del norte de Barranquilla.

Navarro había “renunciado”, tras cumplir once años de labores en esta empresa a la que había ingresado en julio de 2008, logrando consolidar un entramado de raponazos a la administración distrital de Barranquilla y a la ciudadanía por la vía del cobro de tarifas sin soporte legal. Se calcula, a través de una Acción Popular en curso dilatada sin justificación en el Juzgado Sexto Administrativo del Atlántico, que la suma total indexada hasta el 2018 lleva la bicoca de 17 billones.

La salida de Navarro de la gerencia Triple A produjo un comunicado de agradecimiento de la empresa “por los logros alcanzados” y unos emotivos mensajes de Alex Char y Eduardo Verano relevando las capacidades del destituido directivo –fue “renunciado” por los directivos españoles- colocándolo como ejemplo a seguir en la dirección de una empresa de servicios públicos.

Casi nada la hazaña delictiva de Navarro que produjo su captura por la Fiscalía consistente en hechos de corrupción en el manejo de la Triple A, aparente incremento patrimonial injustificado pues se calcula que se apropió de forma irregular de más de $27.000 millones de pesos. Por ello deberá responder por las conductas anti jurídicas de enriquecimiento ilícito de particulares, en concurso con administración desleal y falsedad en documento privado. Esta es la primera captura de la Fiscalía en el marco de la fase I de la Operación Acordeón que tiene once encartados más solicitados en indagatoria, entre ellos a Francisco Olmos –actual directivo de la recién constituida empresa Acueductos del Sur del Atlántico- Carlos Ariza y el actual gerente de la Triple A; entre otros.

El español Francisco Olmos, uno de los cerebros con fórmula patentada de cómo apoderarse de los servicios públicos de una ciudad sin invertir un solo peso.

Casi nada lo que señala la Fiscalía que alcanzó a llevarse fraudulentamente Navarro: $27.000 millones de pesos. Es allí en donde aparece con toda claridad su papel en el escándalo de los llamados Panamá Papers, pues allí aparece Ramón Navarro Pereira, en ese momento gerente general de la Sociedad de Acueducto, Alcantarillado y Aseo de Barranquilla SA ESP (más conocida como la Triple A colombiana), dirigiendo junto a su mujer  desde octubre 16 del 2013 la firma Quartsun Develop Inc., creada por el despacho Mossack Fonseca en el paraíso fiscal de Islas Vírgenes Británicas.

El bufete Mossack Fonseca, de alta creatividad en lo referente a nombres y empresas de papel, le ofrece varios nombres para crear la sociedad, aunque finalmente él y su mujer, Jeannette Lux de Navarro, eligen el de Quartsun. La actividad de la empresa es la tenencia de activos inmobiliarios en EEUU y Panamá. La única accionista, con 50.000 participaciones, es la esposa de Navarro Pereira.

En un correo con fecha del 23 de diciembre de 2013, o sea dos meses después de iniciadas las operaciones de la empresa, el bufete Mossack-Fonseca descubre que en el año 2002 Navarro fue multado por la Superintendencia Financiera de Colombia por “violación de la legislación financiera”.

Con la captura de Navarro Pereira por parte de la Fiscalía General de la Nación comienza el juicio de responsabilidades sobre los manejos turbios de la empresa Triple A en contra de los intereses del Distrito de Barranquilla y de la ciudadanía.

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