Por: Jorge Vergara Carbó
En una conversación con algunos amigos sobre el tema de la Universidad del Atlántico, en medio de la discusión surgió por parte de uno de los asistentes una pregunta que nos puso a pensar a todos los presentes ¿Quién se beneficia con la universidad cerrada?
Pregunta difícil de responder, porque creemos que nadie se beneficia. Es que no es posible que algún sector al interior de la Universidad se pueda beneficiar de una toma, que ya lleva 77 días.
Indudablemente que no hay beneficiados con un cierre de la Universidad. Solo hay perjudicados, pero los más afectados son justamente los estudiantes y sus padres, porque están a punto de perder un semestre de continuar en la posición incomprensible de no permitir la entrada a los trabajadores, docentes y reanudar las clases persistiendo en la toma.
Los profesores y trabajadores no se perjudican con el paro, antes por el contrario, ellos siguen devengando sus salarios sin necesidad de trabajar.
No hay discusión, la Universidad del Atlántico tiene que constituirse en la gestora y formadora de los líderes que necesita el Departamento del Atlántico y la Región Caribe. Debe ser una Institución abierta al pensamiento y a la discusión de las ideas y las tesis políticas, donde se formen con un criterio claro sus estudiantes que en su mayoría pertenecen a los estratos 1, 2 y 3.
Es la facilitadora del cambio social a través del estudio, único camino para eliminar las desigualdades sociales existentes en nuestro país y principalmente en la Región Caribe.
No hay otra alternativa conocida que contribuya a acortar las distancias y a escalar posiciones diferentes al estudio en una educación superior de calidad y por supuesto a recibir una educación básica de alta calidad, para que con su formación académica le aporten al desarrollo económico y social de la Región.
La única forma de lograr eso, es con una Universidad abierta, donde se debatan los temas de interés local, regional, nacional e internacional. Donde se confronten tesis con la altura que requiere cualquier debate. Con una Universidad cerrada no podemos lograr eso, ni tampoco la transformación social de quienes tienen el privilegio de estudiar en una Universidad como la del Atlántico.
La universidad abierta permite cumplir con los postulados de la ONU, contribuir en la consolidación del proceso de paz, en cuanto debe trasmitir tolerancia, convivencia, e ingenio, frente a las dificultades que se le presenten.
La Universidad abierta mantiene activo el más importante reservorio de talentos humanos del caribe colombiano, es un orgullo para la Región, es nuestro patrimonio y por ello todos los caribeños y en especial los barranquilleros tenemos que protegerla, defenderla y apoyarla para que cumpla con su Misión.
ES HORA DE LEVANTAR EL PARO REINICIANDO LA NORMALIDAD ACADÉMICA Y ADMINISTRATIVA. DEFINITIVAMENTE CON LA UNIVERSIDAD CERRADA NADIEN GANA. NECESITAMOS UN GANA Y GANA COMO SIEMPRE DICE NUESTRA GOBERNADORA
No tenemos duda, que la actual gobernadora Elsa margarita Noguera de la Espriella no será inferior al compromiso que se ha hecho de dedicarle el tiempo necesario a la recuperación de la Universidad del Atlántico, para ello se comprometió a revisar y hacer aprobar los nuevos Estatutos, en el menor tiempo posible, igualmente realizar una reingeniería para adecuar su planta de personal docente y administrativa al siglo XXI , de tal forma que permita escoger un nuevo Rector, Decanos y cuerpo directivo de las mejores calificaciones de tal forma que garanticen un desempeño exitoso que nos lleve a obtener la acreditación de Alta Calidad otorgada por el gobierno colombiano,
Pero para lograr el cambio se necesita una Universidad abierta, se necesita que se levante la toma, sin ganadores o perdedores para que mancomunadamente entre todos saquemos adelante a la que debe ser la Universidad más importante del Caribe colombiano.
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