Esta semana una comisión del Instituto Nacional de Vías (Invias), visitó las obras del llamado puente más largo del país, el Yatí-Bodega que une a los municipios de Mompox y Magangué en el departamento de Bolívar, con el propósito de verificar las denuncias respecto a daños en la estructura de la obra, sin siquiera haber sido puesto en funcionamiento.

Aspecto general del puente.

Según quejas ciudadanas y de medios de comunicación locales, el puente presenta fisuras en su estructura, y pese a que los trabajos se terminaron hace poco más de un año, no ha podido entrar en operación, porque aún falta por construir una variante que bordeará a Magangué para culminar el recorrido. A la fecha este proyecto ha demandado una inversión de $304 mil millones de pesos.

El propio exalcalde de Magangué, Pedro Alí, dijo recientemente en medios nacionales que “Aún no pasan las miles de toneladas que van a vibrar sobre el puente y ya se observa una separación entre dos placas”.

La fotografía muestra claramente una anormalidad que tanto el interventor como la empresa constructora deben dar una explicación a la opinión pública.

El representante a la Cámara por Bolívar Yamil Arana Padauí denunció a principios de febrero las presuntas fallas en sus redes sociales: “Gran preocupación por el estado actual del puente (aún sin inaugurar) Yatí-Bodega. Grandes grietas y daños estructurales prenden las alarmas de la ciudadanía. Pido al Fondo Adaptación dar respuesta inmediata a estas preocupaciones”. Junto a la denuncia aparecen dos imágenes en las que al parecer se ve lo que sería una grieta.

Pareciera que estos pilotes están en el aire.

Sumado a eso, se trajo a colación que el terreno donde se sembró la columna que aseguran presenta problemas, estaba siendo cubierto con muchas volquetas de piedra cruda, lo que remitió a un informe que rindió la empresa JAM Ingenieros, la cual sostuvo que ese terreno era muy nuevo, pues se había formado con sedimento del mismo río y, por lo tanto, no estaba apto para recibir una construcción de tales magnitudes.

Posteriormente, el Fondo Adaptación emitió un comunicado en el que consideró que los señalamientos de los periodistas no tenían soportes técnicos y que la obra estaba marchando tan a satisfacción que en marzo será inaugurada sin ningún problema.

Sin embargo, el gobernador de Bolívar, Vicente Blel Scaff, anunció que solicitaría a la Universidad de Cartagena un estudio sobre el caso.

Ya con anterioridad, en enero del 2019, el portal noticioso La Cuarta Vía de Magangué, había revelado las quejas de personas que a diario pasaban por debajo de la estructura.

“Hablan de una serie de irregularidades a partir de un desprendimiento de un concreto, en el 2018, y observaron una abertura de lo que sería la loza entre el pilote 20 y el soporte en tierra en el segundo puente de 2,3 km”.

Los moradores de la zona y quienes a futuro utilizarán el puente temen que este se convierta en otro Chirajara.

Los antecedentes

El Fondo Adaptación contrató al Consorcio Nacional Yatí compuesto por las firmas colombianas: Mincivil S.A; HB Estructuras Metálicas S.A; Latinco S.A y Concrearmado Ltda, luego de haber obtenido el mayor puntaje en el proceso de evaluación.

Esta obra se constituiría en el puente más largo del país y permitirá la conexión de la Troncal de Occidente con la Ruta del Sol; proyecto que además conectará por vía terrestre a la isla de Mompóx con Magangué y la región de la Mojana, zona que históricamente ha estado desconectada de la red vial nacional.

La interconexión vial cuenta con 12 kilómetros que incluye dos puentes: Santa Lucía, de un kilómetro de longitud y Roncador con una extensión de 2,3 kilómetros.

Uno de los inconvenientes que se presentaron en la construcción fue un enorme hallazgo arqueológico conformado por al menos, 5.000 piezas que están distribuidas en un perímetro de 700 metros lineales justo donde inicia el puente en jurisdicción de Magangué y había que hacer una oreja de la vía existente para empalmar el puente. En toda esa oreja aparecieron los hallazgos, lo que llevó a que desde el 2017 permanezcan en la zona arqueólogos y en consecuencia a cambiar el trazado inicial de la culminación de la vía.

En agosto del año pasado, Edgar Ortiz Pabón, gerente del Fondo de Adaptación, en diálogo con Caracol Radio había dado fecha de entrega del puente con la polémica variante. “En febrero del 2020 le pediremos al Presidente Duque que venga a entregar este megaproyecto que está a puerta de ya ser cerrado y que como estoy diciendo le resta hacerle la conexión”.

Sin embargo, apenas en enero de este año fue que el Consorcio Magangué Tour, encargado de hacer los estudios de lo que será la variante, socializó los avances de los diseños con la comunidad magangueleña.

Es decir que dos años después aún ni siquiera se ha materializado la construcción de este desvío. Este atraso se suma a las denuncias sobre las obras del puente.

La variante

Respecto a la variante el proyecto se encuentra en la etapa preliminar de los estudios ambientales en el área de influencia que fue aprobada por la ANLA. Está suscrito mediante el contrato 1374 del 2019 y según la propuesta tendría una extensión de 12 kilómetros 800 metros, iniciando con una rotonda en el barrio Camilo Torres, pasando por la parte posterior del corregimiento de Yatí, hasta llegar al corregimiento de Santa Lucía y conectar con el puente.

La mayoría de los representantes de las diferentes agremiaciones de pescadores, arroceros, agricultores, entre otros, manifestaron su inconformismo con la manera como están planteado los diseños de este proyecto, pues aseguran que está muy retirado del casco urbano de Magangué y que esto afectaría el nivel socioeconómico de la ciudad.

El secretario de Planeación de Magangué, Jonathan Camero, dijo que no están de acuerdo con el trazado porque se encuentra muy alejado del casco urbano, “También vemos que dentro de lo que ellos presentan en la parte hidrológica podríamos tener un trazado a menor costo en la construcción de infraestructura para el manejo de esas aguas, por lo que emitiremos un pronunciamiento ante Invias”, sostuvo.

Así las cosas, después de casi 4 años años de haberse empezado a construir, este megaproyeco no verá luz verde por ahora su apertura, pues habrá que esperar los resultados de la comisión de Invias que esta semana visitó la estructura y el tiempo que tome la construcción del ingreso al viaducto.

Esto lo convierte en uno más de los cuestionados proyectos del Fondo de Adaptación que fueron anunciados con rimbombantes promesas que aún no se cristalizan.

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