En Colombia, parece que las clínicas fantasma y las IPS corruptas tienen más vidas que los accidentes de tránsito que facturan. La ADRES (Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud) ha decidido cortar por lo sano, anunciando la suspensión de pagos a 52 IPS fantasmas que presentaron cuentas por más de 70 mil millones de pesos.

Félix León Martínez, director de la entidad, no se anduvo con rodeos: “clínicas fantasma” sin infraestructura, sin personal y, por supuesto, sin ningún paciente, están facturando millones al sistema de salud. El robo sistemático a través de recobros fraudulentos, en su mayoría relacionados con accidentes de tránsito, es tan descarado que uno se pregunta: ¿Es esto un cartel o simplemente la rutina en nuestro sistema de salud?

Resolución por medio de la cual se adoptan medidas administrativas para la protección de los recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud y listado de las 52 IPS abusivas.

Las cifras del robo: más que números, es una burla

Según la ADRES, 70.677 millones de pesos se encuentran en el limbo, mientras se investiga a estas IPS de papel. Los departamentos más afectados incluyen Atlántico, Magdalena, Arauca y Casanare. Y por si fuera poco, hay más IPS en la mira, algunas incluso legítimas, que inflan descaradamente sus facturas por accidentes que nunca ocurrieron.

¿Clínicas o impresoras de billetes?

Casos como el de la Clínica Primero de Mayo en Barrancabermeja, que aumentó su facturación por accidentes de tránsito en un 620%, o la IPS Montalisini en Turbaco, que presentó un “modesto” 753% de incremento, son solo la punta del iceberg. ¿Es que en estas zonas hay una epidemia de accidentes o estamos ante una epidemia de corrupción?

IPS fantasma: el robo que no es nuevo

El descaro no es novedad. Según la Contraloría, entre 2018 y 2021, se giraron más de medio billón de pesos por accidentes de tránsito “fantasmas”. En algunos casos, una persona pudo sufrir hasta 20 accidentes en tres años. Sí, leíste bien: ¡20 accidentes! Parece que el sistema de salud no solo cura, sino que también convierte a algunos en verdaderos “superhumanos”, capaces de sobrevivir al caos vial repetidas veces.

Médicos con manos de oro… y facturas de oro también

El escándalo no se detiene ahí. La Contraloría también identificó a dos ortopedistas que facturaron más de $25 mil millones de pesos en cobros a la ADRES. Un médico en particular atendió a 11.667 heridos en 42 meses. ¡Todo un héroe del bisturí! Pero no olvidemos a aquellos “pacientes” que sufren repetidas lesiones en la misma muñeca, tobillo o codo, como si estuvieran protagonizando su propia saga de accidentes.

El sistema de salud: la vaca lechera de los corruptos

Con este tipo de robos tan descarados, no es de extrañar que el sistema de salud esté en crisis. Las IPS fantasmas y clínicas corruptas siguen saqueando los recursos que deberían ir a los verdaderos pacientes. Y aunque la ADRES está intentando tomar cartas en el asunto, la pregunta es: ¿será suficiente o estamos ante un caso más donde la corrupción se sale con la suya?


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