La comunicación expedida por el Jefe del Departamento de Investigaciones de la Universidad del Atlántico, sobre la denuncia instaurada en la oficina de Inspección y Vigilancia del Ministerio de Educación, contra el docente Jairo Eduardo Soto Molina, por aportar información ilegal en la plataforma ScienTI sobre su producción Académico-científica, corrobora, toda la patraña que este docente realizó, para ser reconocido como investigador Asociado y su grupo categorizado en B.
La comunicación interna enviada al Rector José Rodolfo Henao Gil por el Jefe de investigaciones, Miguel Antonio Caro Candezano, también da cuenta, que los 106 trabajos presentados en el CvLac, cómo productos generado de dirección de trabajos de Maestría, son simplemente, estudios de Pregrado y sin soporte alguno de las actas que comprueben su veracidad.
Los argumentos que emplea Soto para salirse por la tangente del embrollo en el cual está metido, son inverosímiles. Dice que la información que aparece en el CvLac, fue digitada por una secretaria de la Facultad de Humanidades de la cual no recuerda el nombre; !que salida en falso!, pues, él es el único que conoce el usuario y la clave de su CvLac. De lo cual se deduce toda la farsa que había cometido. Es decir, si a este docente no lo denuncian ante el Ministerio por la estafa que había cometido, estaría gozando de lo lindo y ostentando una categoría como investigador que no posee.
El oficio también establece que el título que presenta el docente Soto y del cual se ufana como doctor, tampoco ha sido convalidado por el Ministerio de Educación.
El jefe de investigaciones, le pide a la oficina de Inspección y Vigilancia, que proceda jurídicamente contra este profesor y sobre él caiga todo el peso de la Ley.
Es necesario estar vigilante para que esta misiva emitida desde la Jefatura de Investigaciones, llegué al Ministerio, pues como todos sabemos al docente Soto y al Rector Henao los une una relación de amistad, que puede conllevar a que el Rector, cambien mucha de la información que aparecen en la comunicación.
Casos como este parece que son muy comunes en las diferentes instituciones de educación superior del país.