La ficha más alta que han tenido los narcos y los paramilitares dentro de la Fiscalía acaba de derrumbarse. Hilda Jeannette Niño Farfán fue capturada en un penoso operativo por ser una colaboradora del Mellizo y de su grupo paramilitar Vencedores de Arauca. Cayó después de 12 años de carrera en la Fiscalía, cuando había conseguido escalar hasta la segunda línea en el grupo de fiscales creado para investigar cómo fue el baño de sangre de las autodefensas en el país.
En las audiencias, Niño Farfán lloraba y denunciaba un montaje criminal en su contra, pero lo cierto es que con cada pesquisa la exfiscal se hundía más. Dos años de cárcel bastaron para que el teatro de Niño terminara y no tuviera más opción que cerrar una negociación con la justicia. Ese acuerdo tiene temblando a una decena de funcionarios de la rama judicial.
La exfiscal destapará un hueco negro en la unidad de extinción de dominio de la Fiscalía. Salpicará a algunos funcionarios y exfuncionarios.
El próximo 13 de agosto, la sala de primera instancia de la Corte Suprema dará a conocer la pena final que Niño recibirá por el delito de cohecho, cargo que aceptó y por el que accedió al pago de 250 millones de pesos de reintegro al Estado. Según la Fiscalía, este sería el monto aproximado que recibió la exfuncionaria de parte de Orlando Villa Zapata –el segundo comandante de alias el Mellizo– a cambio de que ella frenara su expulsión de los beneficios de la Ley de Justicia y Paz. Se prevé que con una pena no mayor a los seis años logre resolver ese que es el menor de sus problemas. Estos dineros eran las “chichiguas” de las que ella tanto se quejaba en las conversaciones telefónicas con sus clientes narcos y que ahora saldará con el efectivo que le fue incautado en su apartamento y con varios pagarés.
El verdadero lío está en que su deuda con la justicia es larga. Fue llevada a juicio por otros cuatro delitos: dos cargos de peculado, fraude procesal y tráfico de influencias. Junto a su esposo Gustavo Calero –capturado con ella– creó una red de asesores de narcos que extendió sus tentáculos en las cárceles, la Fiscalía y los tribunales. Por estos hechos, Jaime Camacho, como fiscal general encargado, le firmó un principio de oportunidad en donde se compromete a darle inmunidad parcial a cambio de que prenda el ventilador y declare contra una decena de personas. El pasado 28 de junio, el Tribunal Superior de Bogotá bendijo el acuerdo y le dio cuatro meses a Niño Farfán para que demuestre su compromiso.
Comenzará con los nombres de otros tres funcionarios que desde el interior del búnker le ayudaron a un empresario paisa al que Hilda Niño le entregó toda su fe. Juan José Marín es un millonario lechero de Antioquia, que tenía un grupo de oración al que ella asistía sagradamente. Los negocios de ganadería de Marín se vinieron a pique por señalamientos en su contra como el heredero de la estructura mafiosa de Marco Antonio Gil, alias el Papero. Como consecuencia de ello, 15 de sus propiedades fueron incautadas por la Fiscalía de extinción de dominio bajo sospecha de encubrir operaciones de lavado y narcotráfico.
Miguel A. Mejía, alias el Mellizo, fue extraditado y sentenciado a 14 años en Estados Unidos. Le faltan tres años para regresar al país.
Antes de que Hilda Niño fuera capturada, el lechero hizo un desembolso que encendió las alertas de las autoridades. Pagó la deuda que la entonces fiscal tenía por la compra de su apartamento en Bogotá ante Juriscoop, una entidad financiera al servicio de integrantes de la rama judicial. El monto superó los 300 millones de pesos. En su momento, ella dijo que así se saldó la deuda por honorarios a su esposo Gustavo Calero, defensor de Marín.
Ahora, Niño Farfán se comprometió a destapar un hueco negro en la Unidad de Extinción de Dominio relacionado con este caso y que compromete la actuación de varios funcionarios durante la época en que Andrea Malagón estuvo en la dirección. A mediados del año pasado, Malagón renunció a sus 13 años de carrera como investigadora en la Fiscalía. La decisión fue sorpresiva y estuvo rodeada de cuestionamientos que no han sido confirmados.
En los próximos cuatro meses Niño también entregará los detalles de cómo se omitió desde la Fiscalía investigar a cabalidad uno de los bloques de autodefensa más poderosos del país. Allí salpicará a importantes funcionarios que ya dejaron la Fiscalía, y a otros que aparecen reencauchados en la Unidad de Investigaciones de la JEP. Dará a conocer los nombres de los protagonistas en manejos irregulares frente a las investigaciones contra el temido Bloque Central Bolívar, y dos miembros de la magistratura de Justicia y Paz que asesoraron a su principal cliente: el Mellizo.