En este muro de los corruptos que van cayendo no puede faltar el ex alcalde de Riohacha, Fabio David Velásquez Rivadeneira, quien hizo hasta lo imposible por evitar su destitución del cargo, luego de que la Procuraduría General de la Nación en diciembre de 2017 lo encontrara culpable de faltas disciplinarias gravísimas originadas en la celebración de un convenio de asociación para el desarrollo del Programa de Alimentación Escolar (PAE), para niñas, niños y adolescentes de los sectores rurales y urbanos de la capital guajira.
El Ministerio público lo destituyó y lo inhabilitó por 12 años, pero el ex mandatario hizo lo imposible por evadir la decisión. Incluso fue capturado y trasladado a Bogotá por orden de la Fiscalía, por los mismos hechos, pero en la Fiacalía el caso no prosperó al vencerse los términos. Una vez en Riohacha en abril de 2018, interpuso una acción de tutela que falló a su favor el Tribunal Administrativo de La Guajira que ordenó anular lo actuado por la Procuraduría y restituirlo al cargo.
No obstante la decisión fue apelada por el Ministerio Público ante el Consejo de Estado que ratificó el fallo de la Procuraduría en julio del 2018, lo que definitivamente dejó sin piso cualquier aspiración del cuestionado mandatario.
El par de procesos penal y disciplinario que sacaron a Velásquez de la alcaldía de Riohacha tienen que ver el contrato PAE 2017, en el que también fueron vinculados su secretaria de Educación Dilcey Acosta Novely y la interventora del contrato Islaida Cecilia Mindiola Arenas.