La caricatura es brutal en su simplicidad: «Unos sueñan con que el culpable sea Gustavo PetroOtros con que sea María Fernanda CabalPero a muchos otros solo les interesa sacar el mejor beneficio posible del atentado a Miguel Uribe.» Y ahí está el retrato perfecto de la Red Subterránea que opera en Colombia: mientras el país se polariza buscando culpables, los verdaderos arquitectos del caos se frotan las manos.

Caricatgura de Jarape publicada en El Espectador

El Espectáculo Perfecto para Ocultar la Podredumbre

El senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, nieto del expresidente Julio César Turbay Ayala, fue víctima este sábado de un atentado con arma de fuego en el occidente de la capital colombiana. Pero más allá del hecho en sí, lo verdaderamente revelador es cómo este atentado se convierte en el circo perfecto para que los poderes ocultos sigan operando sin ser cuestionados.

De acuerdo con información oficial, el también senador recibió tres impactos de bala, dos en la cabeza y uno en su pierna izquierda. Según versiones, el joven criminal habría tomado al político por la espalda en medio de la multitud. Un menor de 14 años como sicario. ¿Casualidad? En Colombia, donde los niños son carne de cañón del sistema, nada es casualidad.

La Máquina de Especulación se Activa

Al término del segundo consejo extraordinario de Seguridad, con el que se analizaron los avances en la investigación por el ataque contra el precandidato, el ministro de Defensa, el general (r) Pedro Sánchez, también pidió mesura en las redes sociales porque se estaría incitando a la violencia.

Qué conveniente. Piden «mesura» justo cuando la gente comienza a preguntar las preguntas incómodas. Mientras el senador de derecha y precandidato presidencial colombiano, Miguel Uribe Turbay, permanece en estado de «máxima gravedad«, la clase política ya está calculando cómo sacar provecho de esta tragedia.

El Mecanismo Invisible en Acción

La caricatura no miente: «¿Dónde están los desaparecidos?» pregunta la oveja al final, mientras todos discuten sobre politiquería. Esa es la Lógica Invisible del poder en Colombia: crear distracciones estratégicas para que la ciudadanía no se enfoque en los problemas estructurales.

¿Quién se beneficia de este atentado? Analicemos:

Los oportunistas políticos que ya están construyendo narrativas para las próximas elecciones. Cada bando buscará responsabilizar al contrario, mientras los verdaderos puppet masters permanecen en las sombras.

Los medios que tendrán semanas de contenido sensacionalista, alejando la atención de temas como la corrupción en contratos estatales o el desvío de recursos públicos.

Los corruptos de siempre que respiran aliviados porque, una vez más, la atención se desvía de sus fechorías hacia el drama político del momento.

La Conexión Perdida: Cuando la Violencia es Funcional al Sistema

La sociedad colombiana presenció el horror de la violencia política nuevamente este 7 de junio, cuando el senador opositor y precandidato presidencial de derecha Miguel Uribe Turbay fue víctima de un atentado durante un acto de campaña en Bogotá.

«Nuevamente», dice una nota periodística. Como si fuera una repetición inevitable, un destino manifiesto. Pero la violencia política en Colombia no es un accidente: es funcional. Mantiene a la sociedad en estado de shock permanente, facilita la manipulación emocional y, sobre todo, impide que se construyan consensos para cambios estructurales.

El Sistema Silencioso que Nadie Quiere Ver

Mientras un juez de Colombia formalizó el arresto del sospechoso del ataque contra Miguel Uribe Turbay y la investigación por el atentado que tiene en estado crítico al senador y precandidato presidencial dio un giro, las preguntas de fondo siguen sin respuesta:

  • ¿Cómo llega un menor de 14 años a convertirse en sicario?
  • ¿Qué redes criminales operan con tanta impunidad que pueden atentar contra un senador en pleno Bogotá?
  • ¿Por qué el sistema de seguridad estatal falla sistemáticamente cuando se trata de proteger a figuras políticas de oposición?

El Impacto Oculto: Los Verdaderos Perdedores

La caricatura es certera: mientras la élite política se pelea por sacar provecho, los verdaderos perdedores son los ciudadanos que siguen esperando respuestas sobre los desaparecidos, los recursos robados, las promesas incumplidas.

El atentado contra Uribe Turbay no es solo un hecho aislado de violencia: es síntoma de un sistema que ha normalizado la eliminación física como herramienta política. Un sistema donde el intento de asesinato de un candidato presidencial conservador se da un momento particularmente álgido de la coyuntura política colombiana.

La Radiografía Profunda de la Podredumbre

Como se analiza en «La Cara Oculta del Poder», la política en su raíz más cruda no trata de servir al pueblo, sino de mantener el control. Y cuando ese control se ve amenazado, el sistema recurre a sus herramientas más primitivas: la violencia y la manipulación.

El atentado contra Miguel Uribe Turbay es funcional al sistema porque:

  1. Polariza aún más a la sociedad, impidiendo diálogos constructivos
  2. Distrae de los verdaderos problemas estructurales del país
  3. Normaliza la violencia como parte del juego político
  4. Beneficia a quienes manejan los hilos desde las sombras

La Puerta Transparente: ¿Qué Podemos Hacer?

La caricatura termina con una pregunta incómoda: «¿Dónde están los desaparecidos?» Es la pregunta que deberíamos hacernos siempre, sin importar el circo mediático del momento.

Como sociedad, tenemos que dejar de caer en el juego de señalar culpables inmediatos y empezar a desentrañar las estructuras que permiten que esto siga pasando. El verdadero cambio no vendrá de cambiar un gobierno por otro, sino de desmantelar las redes de poder que operan independientemente de quién esté en el poder formal.


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