La obra del que sería el edificio del centro de Formación Profesional del Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena), ubicado en Chapinero en Bogotá, se quedó en la mitad el camino. Los trabajos, a cargo del Consorcio Infraestructura Sena, y que cuenta con la interventoría de la Universidad Nacional, quedaron en el 59% de construcción. 

Una investigación adelantada por la Contraloría General de la República advierte sobre cuatro suspensiones y siete prórrogas en este proyecto que fue adjudicado por el entonces director del Sena Alfonso Prada, en el año 2015, y que debería haberse entregado en 2017, hace cuatro años. 

La obra demandaría $19 mil millones de pesos y hasta ahora han sido invertidos $11.831 millones de pesos. 

El organismo fiscal destacó los siguientes hallazgos y actos corruptos: 

Incumplimiento en las condiciones contractuales sobre los costos administrativos y los costos implícitos en los precios unitarios. 

Mayor valor pagado por concepto de trámites de servicios y licencias de la obra. 

Deficiencias en el proceso de planeación (cierre presupuestal de la obra). 

Calidad en elementos estructurales.  

Pero no es la primera vez que algunos “elefantes blancos” del Sena están en el ‘ojo del huracán’. 

El 7 de noviembre del 2018 se adelantó un debate de control político en la Comisión Séptima de Cámara, donde la representante Ángela Sánchez Leal afirmó que en los últimos 5 años el presupuesto total del Sena había sido de $15,6 billones de pesos. De $3,30 billones en 2017 se encontraron hallazgos fiscales por $656,39 millones de pesos, e hizo un llamado de atención a esta entidad para exigir respuestas y que se evidencie con claridad qué se hizo con esos recursos. 

Ya para ese entonces la entidad estaba cuestionada por el atraso en varias obras de construcción que había asumido para ampliar su infraestructura instalada y ese día la congresistas denunció fallas en los procesos de contratación y ejecución de estos proyectos. 

Para ese entonces ya el edificio de formación profesional que se levanta en Bogotá tenía un retraso total de 16 meses, además de una adición de $1.000 millones de pesos. 

Y reveló que en un informe del año 2018 de la Contraloría, los contratos de obra 819, 1061, 1059 y 1049 de 2016, presentaron modificaciones en sus anticipos, inicialmente se establecieron anticipos por 15%, pero luego fueron modificados al 49%. En oficio enviado en agosto de 2016, la entidad se justifica citando el parágrafo 40 de la Ley 80 de 1993, que permite efectuar anticipos a contratos que amplían su plazo de ejecución, no en la etapa de planeación, por lo cual se evidencia, no solo una mala planeación, sino también desconocimiento del proceso de contratación.

Además, Lo más preocupante es el comportamiento de la entidad en el manejo de su gestión fiscal, según los informes de la Contraloría desde el 2013 hasta el 2017, es decir en un periodo de 5 años la cuenta del Sena solo feneció una vez, esto quiere decir que conforme a los procedimientos que aplica la Contraloría para evaluar el desempeño de una entidad, solamente en uno de los últimos cinco años el Sena ha hecho una buena gestión fiscal. 

Centro Náutico Pesquero de Buenaventura.

Otro gran elefante blanco de esa entidad que ha perjudicado a miles de jóvenes es la construcción del Centro Náutico y Pesquero del Sena en Buenaventura, que lleva siete años de atraso y apenas un 50% de avance

La obra fue adjudicada el 17 de diciembre de 2015 al Consorcio Náutico Sena, mediante el contrato número 1056 de 2015, por un valor de $36.402.180.651. El contrato estipulaba la demolición de la vieja estructura y la construcción de la nueva sede; los trabajos se iniciaron el 1 de abril de 2016 y tenían un plazo de 19 meses para su entrega. 

La sede antigua, antes de ser demolida, albergaba por lo menos a 4.000 estudiantes. Hoy, solo menos de la mitad tienen la oportunidad de estudiar en instalaciones alternas que no les brindan buenas condiciones. 

La obra está sin terminar y totalmente abandonada. 

“Entendemos que va en un 50% de avance y no tenemos una respuesta. No tenemos información de cómo está, cuándo va a retomar y cuándo se termina”, aseguró Víctor Vidal, alcalde del puerto vallecaucano. 

Por eso, indicó que se le envió una carta al director de la entidad para “que sea él, como máxima autoridad de esa entidad, quien le responda al pueblo de Buenaventura sobre una obra que es tremendamente importante, entendiendo la trascendencia del Sena en la ciudad”. 

Muchos jóvenes del puerto que no tienen oportunidad en universidades saben que el Sena es una gran posibilidad de capacitación. 

“Grave la cosa porque, sabiendo la violencia que se está presentando en el distrito, nosotros los jóvenes necesitamos oportunidades y sería bueno que otra vez se reactive”, señaló José Luis Torres, un joven bonaverense. 

A su vez, lo único que ha atinado a decir William Rojas, director administrativo y financiero del Sena, es que “Dado los inconvenientes con la capacidad constructiva del contratista y las dificultades encontradas con el proyecto, se decidió incluirlo en el acompañamiento preventivo con la Contraloría General de la República, en el programa de Compromiso Colombia, para poder llevar a cabo, a un feliz término”. 

Sostuvo que actualmente se registra un “73% de avance de esta obra y se estima tenerla completa con dotación 100% en septiembre del 2021”

De estar funcionando la sede del Centro Náutico Pesquero del Sena en Buenaventura, más de 10.000 jóvenes tendrían la oportunidad de estudiar mecánica diésel, panadería, carpintería y otros programas, y, sobre todo, estarían alejados de la violencia que está viviendo la ciudad. 

Es decir que las entidades del Estado siguen justificando la corrupción que se da tanto al interior de las propias entidades como al nivel de los contratistas, sin preocuparse por el daño que sus actos corruptos causan a una comunidad entera. 

Alfonso Prada, ex director del Sena.

También durante la administración de Alfonso Prada se contrataron las construcciones de 19 nuevas sedes en el Atlántico, una de ellas fue la de Malambo. 

El contrato se firmó el 26 de diciembre de 2015 por un valor de $14.600 millones de pesos. 

La obra debía terminarse en diciembre del 2017, pero apenas fue puesta al servicio en noviembre del 2019, junto a la sede de Barranquilla. 

Cuando se firmaron ese par de contratos, se desempeñaba como secretaria financiera y administrativa del Sena, Piedad Jiménez, que fue la funcionaria que realizó directamente la contratación. 

Alfonso Prada como director del Sena celebró contratos para construir nuevas sedes de la entidad en todo el país por un valor de $280.000 millones de pesos. 

Hace un par de años se le abrieron sendas investigaciones al funcionario para establecer cómo se invirtieron los recursos y quiénes deben responder por los presuntos actos de corrupción, mientras que la Contraloría General también indaga un posible detrimento patrimonial. Ojalá que dichas investigaciones lleguen a buen término y los responsables rindan cuentas de sus actos 

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