Con 25.000 habitantes, 7.500 de ellos viven en zona rural, el municipio Magüí Payán, de la costa nariñense, está en el radar de los afectados con obras inconclusas. La construcción de un hospital, que vendría a reemplazar el actual Centro de Salud E.S.E. Saúl Quiñones— Magüí Payán, de primer nivel, se quedó por la mitad. 

Hace unos diez años el Fondo de Adaptación contrató la construcción de hospitales. El de aquí (Maguí-Payán) se ha convertido en otro elefante blanco, ha dicho en varias ocasiones su alcalde Alejandro Quiñones Cabezas. Y no está alejado de la realidad. 

De acuerdo con la propia información en línea del Fondo de Adaptación, la obra presenta un avance del 55 %, la construcción inició en diciembre de 2014 y se ha suspendido varias veces por problemas de orden público y en la ejecución. 

El 3 de diciembre del 2014, el Fondo de Adaptación suscribió el contrato 2015-C076 con fecha de terminación 24 de febrero de 2019 (Contrario a lo reportado en hoja “contrato” en la cual se indica que inicia el 30 de abril de 2015, con una fecha de terminación inicial de 02 de octubre de 2015), con la Unión temporal Infraestructura Hospitalaria Pori JV 2017 por $5.658 millones

El objeto del contrato fue la “Subrogación de la posición de contratante del contrato no. 005-O-2014 celebrado entre la Asociación Nariñense de Ingenieros y Vimac Colombia s.a. cuyo objeto es la construcción de la IPS Saúl Quiñones del municipio deMagui - Payán en el departamento de Nariño”. 

Casi diez años después la obra presenta un avance del 55% y un reporte de pagos por $2.174 millones. El contrato se reporta celebrado con Vimac Colombia S.A (contratista diferente al indicado en la hoja “descripción” reportada por  el F.A).  

En un informe especial realizado en el 2019 por la Contraloría General de la República a los recursos del Fondo de Adaptación se evidenció que a marzo 31 de 2019 (cuatro años y cuatro meses después de la suscripción del mismo), el contrato no había finalizado. 

Presentaba ya para entonces, 4 actas de suspensión, 7 suspensiones y 6 otrosíes modificatorios indicando como ultimó plazo de ejecución del contrato el 18 de noviembre de 2018. 

Sin embargo, en los años siguientes, 2020, 2021 y 2022, hasta llegar al 2023, la obra ha sido suspendida y retomada en varias oportunidades, donde los responsables han alegado razones de orden público, falta de personal calificado para contratar y hasta la epidemia del Covid-19. 

En el reporte del año 2021, cuando se supone que ya habían sido levantadas las restricciones por la pandemia, el proyecto solo se reinició el 26 de junio.  

Con todo y las prórrogas y los aplazamientos, Maguí-Payán aún no cuenta con su anhelado hospital de primer nivel. 

Sin carretera, con problemas de orden público, con un centro de salud de primer nivel, sin cobertura absoluta de alcantarillado y un hospital que va por la mitad, Maguí-Payán, al igual que tantos municipios olvidados y alejados de la capital colombiana, figura en el mapa de la Contraloría, que reporta “elefantes blancos”. 

Nariño y sus elefantes blancos 

En efecto, la semana pasada, la entidad de control fiscal reveló que en el departamento de Nariño existen un total de 63 proyectos considerados como elefantes blancos u obras inconclusas y proyectos críticos, por un valor de $253.505 millones de pesos

De estos, el 51% de los proyectos corresponden a elefantes blancos, por $121.067 millones de pesos

Mientras que los proyectos críticos identificados en el diagnóstico (31) ascienden a $132.438 millones de pesos, equivalentes al 49% del total. 

En el caso específico del sector salud, el ente de control ha identificado proyectos dejados a medias por el orden de los $42.828 millones de pesos, entre los cuales se encuentra la IPS de Maguí-Payán, que prácticamente está, en obra negra.

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