Elvia Rosa Rangel es una afiliada de la EPS Medimás en régimen contributivo, en la ciudad de Barranquilla. Desde diciembre del año pasado su médico tratante le autorizó una cirugía de vesícula, para lo cual tuvo que suspender su medicación de certulizumad mensual y leflunomida diaria, para tratar la artritis reumatoidea que la aqueja desde hace varios años.
En enero recibió autorización del anestesiólogo, pero a la fecha debido a la pandemia del coronavirus, la intervención programada quedó suspendida, pero además, no le volvieron a suministrar sus medicamentos para la artritis, lo cual ha deteriorado notablemente su salud y su calidad de vida.
La EPS Medimás no le da respuesta y antes por el contrario, la última noticia que recibió en febrero fue que no había contrato con la IPS que suministraba las drogas por lo que lleva prácticamente todo el año sin tratamiento.
De nada han servido las órdenes de tutela que ha interpuesta. Elvia ve como pasan los días y su salud deteriorándose.
Desde Cali, otro afiliado de Medimás denuncia a través de redes sociales que desde diciembre “no se logra obtener insumos para paciente oncológico debido a dilaciones administrativas se han enviado formulas y documentos requeridos más de 5 veces y siempre autorizan mal, que esperan ¿que se agote el paciente?
Amparo, reside en Ibagué, es usuaria de Medimás del régimen subsidiado y siente que en medio de la cuarentena quedó “atada de pies y manos”, pues no puede salir a gestionar sus citas médicas, solicitar autorizaciones, ni ‘presionar’ para que le brinden la atención que necesita para afrontar el cáncer de seno.
Cuenta que la última vez que tuvo cita con el oncólogo fue el 13 de diciembre y desde esa fecha “fue imposible conseguir una cita para ecografía de seno, examen de hepatitis b, antígeno de hepatitis”, entre otros.
En marzo fue intervenida quirúrgicamente por cálculos en la vesícula y a pesar de que debía seguir en tratamiento, esto no sucedió y fue solo hasta que puso la queja ante la Supersalud, que Amparo logró agenda con el oncólogo, es decir, cinco meses después, cuando lo necesario en estos casos es que sea cada dos.
Acceder al medicamento tampoco es posible, el tratamiento indica una entrega mensual de 30 pastillas, pero en lo corrido del año, solo ha recibido lo de un mes.
Luz Marina, otra paciente de cáncer, ha padecido la falta de medicamentos por parte de la EPS Comparta, después de tutelas y desacatos, logró que le entregaran los medicamentos; no obstante, ha tenido que buscar recursos para hacerse los exámenes por los cual la EPS no responde.
“La primera quimioterapia fue en febrero, después de que tuve que pagar en enero un mastólogo particular, no es justo que una EPS como Comparta sea así con los pacientes, cuando el Estado está pagando por nosotros”.
La enfermedad requiere que las quimioterapias sean cada 21 días, pero pasaron más de dos meses para la segunda sesión, “cambiaron como de cuatro farmacias, me gustaría que Comparta la cerraran, he puesto tutelas, quejas a la Supersalud por la demora en la entrega de medicamentos”.
Desde Villavicencio una afiliada a la EPS Compensar informa que “La Eps Compensar realiza cita telefónica a mis padres que son pacientes crónicos (diabetes e hipertensos) les envían medicamentos a casa y no llegan las insulinas ni los medicamentos completos, nadie responde, y se necesitan para el tratamiento.. ¿Que hacer?”
Y en Cali la organización Defensa del Paciente denuncia a través de las redes sociales que la EPS SOS expone a cientos personas con transplantes, enfermedades huérfanas, pacientes renales y oncológicos, a hacer largas colas para obtener autorizaciones o acceder a sus medicamentos.
El veedor de salud en el departamento del Tolima, Ancízar Rodríguez, indica que las enfermedades de alto costo y de tratamiento continuo estarían quedando abandonadas, por cuenta del coronavirus a lo que se suma las barreras al momento de acceder a las plataformas virtuales, pues hay usuarios que viven en veredas apartadas en las que hay dificultades de comunicación y de transporte.
El veedor denuncia que por ejemplo el dengue que se ha disparado en varias poblaciones, estaría quedando descuidado por parte las autoridades sanitarias, pues los esfuerzos están centralizados en la pandemia, “el coronavirus trae otra problemática, el abandono total de las demás patologías que no se han atendido”, dijo el veedor.
Entre los casos conocidos está una materna de comunidad indígena usuaria de Comparta que fue trasladada desde Coyaima hasta Bucaramanga, “fue una muerte perinatal y no le dejaron trasladar la bebita”, narró el veedor.
El Defensor del Pueblo Carlos Negret hizo recientemente un pronunciamiento, al cual por lo visto la Superintendencia Nacional de Salud, ni bolas ha parado, en el que advierte que el coronavirus no puede convertirse en la nueva excusa para no prestar la atención que requieren las enfermedades de alto riesgo.
“La gran mayoría de las quejas están asociadas a personas que padecen cáncer, enfermedades renales crónicas, enfermedades huérfanas, de cardiopatía y mentales. Se denuncia la no entrega de medicamentos, suspensión de tratamientos y problemas con citas de control”, expresó el defensor del Pueblo, Carlos Alfonso Negret Mosquera.
“No justificamos de ninguna manera que se estén cancelando procedimientos de quimioterapia, radioterapias, que no se entreguen medicamentos o se dan incompletos y que después de 2 meses las EPS no tengan suficientes canales de información para atender a sus afiliados de manera virtual o telefónica”, agregó.
Informó que en cuatro evaluaciones hechas por la Defensoría en los últimos dos meses se pudo corroborar la imposibilidad de obtener información suficiente y realizar trámites de autorizaciones y la dificultad de respuesta a los usuarios.
“Hacemos un llamado perentorio a las EPS para que cumplan a sus afiliados y estén más cerca haciendo un seguimiento individualizado a los pacientes más críticos, se necesita más presencia y respuestas mucho más afectivas de las EPS”, concluyó el Defensor.
Lo que dejó en evidencia el Defensor es que prácticamente ninguna de las EPS ni las IPS cumplen con el Decreto 019 del 2012 que reglamentó la obligatoriedad de implementar los canales virtuales para la atención en salud y la telemedicina.
No atienden pero siguen recibiendo UPC y ahora de manera anticipada
Lo más cuestionable del tema es que mientras las Empresas de Planes de Beneficios en Salud (EPBS) que incluye a las Empresas Promotoras de Salud EPS, es decir las aseguradoras, no están garantizando la atención a sus afiliados, pues evaden, dilatan y dejan de prestar la atención requerida, ellas sí siguen recibiendo por parte del Estado los recursos del valor que paga por cada usuario.
De hecho la pandemia del coronavirus ha logrado que la Administradora de de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud (ADRES) haya anticipado recursos del giro mensual a las EPS, IPS y proveedores de servicios y tecnologías de salud.
Solo en el mes de abril fueron consignados $4,02 billones para financiar el aseguramiento en salud de los afiliados al sistema de salud.
Según informó la misma ADRES para las prestadoras del régimen contributivo se giraron $2,09 billones de los cuales 94,13% ($1,96 billones) fueron para financiar los servicios de salud incluidos en el Plan de Beneficios, el 3,87% ($80.826 millones) para incapacidades por enfermedad general de los afiliados al Sistema y el 2,00% ($41.740 millones) son recursos para que las EPS adelanten actividades de promoción de la salud y prevención de enfermedades.
En abril por 18.075 licencias de maternidad y paternidad la ADRES giró a las EPS $65.442 millones.
El giro directo del régimen contributivo fue del 14,17%, equivalente a $278.236 millones, que se transfirieron de manera directa a 1.465 hospitales, clínicas y demás proveedores de servicios de salud.
Por el aseguramiento en salud de los afiliados al régimen subsidiado, la ADRES giró $1,93 billones; de los cuales el 31,30%, equivalente a $604.506 millones, fue girado a las EPS y el 68,70% restante, correspondiente a $1,33 billones, fie girado directamente a 2.987 centros médicos y proveedores de servicios de salud autorizados por 41 EPS que aplican giro directo.
Entre enero y abril de 2020, los desembolsos que ha realizado ADRES ascienden a $15,99 billones; correspondientes a $8,42 billones por el régimen contributivo $8,42 billones y $7,57 billones por el régimen subsidiado. Así mismo, en lo corrido del año, la ADRES ha reconocido licencias de maternidad, paternidad y fallos de tutela por $271.508 millones.
Esta billonaria cifra les ha llegado a las EPBS sin contar los recursos que siguen recibiendo las aseguradoras del régimen contributivo por la cotización mensual que hace cada afiliado, que está por el orden del 12.5% del ingreso base de cotización y que para el caso del empleado dependiente el 8.5% está a cargo del empleador y el 4% a cargo del empleado y para el trabajador independiente debe pagar mensualmente la totalidad de la cotización.
En síntesis, de esta manera las aseguradoras, esas que están llamadas a cuidar la salud de los colombianos, están aplazando procedimientos y generando un ahorro financiero, exponiendo la salud y la vida de miles de personas.
[…] Tomado de: http://www.corrupcionaldia.com […]