Por: Johnny Mejía

Para los sobrevivientes de la década de los setenta, Guillermo Rodríguez Figueroa, hoy miembro del Consejo Superior de la Universidad del Atlántico, fue el Rector policía, expulsando estudiantes, profesores y directivos que sostenían posiciones contrarias a las suyas. Para la posteridad Carlos Prasca pasará como el Rector inmoral que usando las prebendas de su dignidad, convirtió los ámbitos de su oficina en un burdel de prostitutas universitarias, aceitadas con prebendas académicas y económicas contrariando los preceptos constitucionales sobre la ética, dignidad y decoro que debe poseer un educador. Suficiente para que en un país civilizado se le destituyera ipso facto y se le prohibiera, además, el ejercicio de la pedagogía.

Pero eso no importa para la voraz clase dirigente del Atlántico que colocó, sin ningún mérito intelectual en la rectoría, a este oscuro personaje de película pornográfica. Peor aún la Procuraduría con su triste sainete de suspensión provisional con el evidente ánimo de calmar los estamentos universitarios que estaban (¿están?) decididos a sacar de la rectoría al costo que fuera a Prasca como lo demostraron los conatos de incendio al edificio en donde tiene las oficinas el célebre acosador de estudiantes.

Citemos y hagamos de analistas; a guisa de ejemplo, de dos audios en que nadie, ni el mismo Prasca se ha encargado de desmentir ni la Procuraduría o Fiscalía investigar pese a que son de pública notoriedad.

1.-

MUJER: ¿Qué andas haciendo?

PRASCA: ¿Ah? Estoy saliendo de Sabanalarga, es como yo tengo una “corbatica” ahí, jueputa corbatica esa, me pagan una platica todos los meses…

MUJER: Estabas en lo de la sede que vas a abrir allá, verdad?

PRASCA: Claro, estoy en lo de la sede, hablando en las normales, graduando a madres comunitarias en las normales…

MUJER: Gradúame a mí…

PRASCA: Estoy en campaña

MUJER: ¿Para la gobernación?

PRASCA: ¡Total!

MUJER: O para la Alcaldia? Nombe, tú para la alcaldía no puedes…

PRASCA: Para la Gobernación, 5 años voy a estar en campaña.

MUJER: Bueno, está bien, me alegro mucho. ¿Qué puesto me vas a dar cuando seas gobernador?

PRASCA: Te voy a poner de auxiliar directa del Gobernador

MUJER: ¡Quiero ser la secretaría privada de la Gobernación!

En este audio se revela que Prasca tiene dos remuneraciones oficiales y que una de ellas es de corbatica, es decir, por no hacer nada. Confiesa, y es funcionario público, que usa la rectoría de apalancamiento de su campaña política para la Gobernación. Vamos con otro de los audios:

2.-

PRASCA: Bueno, salúdame a tus amigas. (con la intención de vincularlas a su red de sexo).

MUJER: No las conoces, son de derecho, y no les voy a decir que hablo contigo obviamente.

PRASCA: ¡Diles, diles, diles que Carlos Prasca es el que te pone los pelos de punta! ( motivando a otras estudiantes).

MUJER: De hecho cuando yo llegué ellas me dijeron, tú por qué estás así, como agitada, nerviosa y espelucada. ¿Tú dónde estabas? Joda, es que me tocó subir la loma de la universidad.

PRASCA Y MUJER: Risas

PRASCA: Jueputa, nojoda, si supieran que estabas haciendo con toda seguridad que sentirían de ti envidia…

MUJER: Si, y no quiero eso. Quiero graduarme en paz.

PRASCA: …Esa ijueputa se chupa la verga de Carlos Prasca…

MUJER: Eso se presta para malos entendidos después…

PRASCA: Y no se la chupa en cualquier sitio, se la chupa en la oficina (rectoría).

MUJER: Y se sienta en la silla de él.

PRASCA: Se sienta a chuparle y luego me lleva a la sala de juntas (Consejo Directivo) y me la mete.

MUJER: Dónde él habla con la gente seria, allá se desbarata con ella. Ay no, estás sobrepasando los límites. ¡Prasca, me estás sorprendiendo!

PRASCA: Como le dije ahorita a una pelá (otra estudiante) yo soy terrícola, mamita.

Una de estas estudiantes se retractó en una curiosas declaración notoriada. A otra que iba a presentar su testimonio, fue arreglado el silencio por la suma de 50 millones de pesos. Veamos ahora asuntos más prosaicos de Prasca referidos a su administración. Se gastó todo el presupuesto de la universidad para este año de 2019 en menos de 5 meses y todavía suspendido, enviaba ordenes de contratos para que los firmaran. Por esta situación, y ante la negativa de la Rectora encargada de procesarlos, la trató de traidora a su causa el día en que ilegalmente asumió otra vez la rectoría.

Recapitulemos. La gobernación no estaba notificada de la revocatoria de la suspensión y era preciso que este hecho sucediera para que se le suspendiera la transitoriedad del encargo a la Rectora Stevenson y pudiese el Consejo Superior nuevamente a reintegrar a Carlos Prasca que no veía la hora de continuar con su festín de contratos para calmar a los políticos y sus francachelas de “chúpamela y métemela” en la rectoría.

Lesionado en estos vulgares episodios alejados de la academia, la cultura y la ciencia el Procurador Fernando Carrillo que produce la suspensión de Prasca y los procesos de investigación para su sanción definitiva; y luego ladinamente se aparta del caso y permite que una secretaria G-8 regional Atlántico (increíble), Maribel Luz Bolívar firme el oficio 001948 de levantamiento de suspensión provisional. Se trata, según entendidos, de un acuerdo de cuotas con el senador, Miguel Amín del partido de la U, que es el que controla la Procuraduría en el departamento del Atlántico.

Prasca seguramente regresará con todos los hierros, con su seductor bigote japonés, a enamorar estudiantes examinándolas con la lupa de su morbosidad sexual en la oficina, en su silla y en la misma sala de juntas donde se reúne el Consejo Superior y Directivo. Podrá hacer todo eso y más. Pero su talante de hombre inmoral para ocupar un cargo que maneja educación y juventudes jamás tendrá arreglo, ni con todo el dinero y el poder de sus auspiciadores políticos. Las redes sociales dan cuenta del mote no propiamente científico que se ganó limpiamente con su descarnada conducta: “El Chiquitero”.

 

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