Hemos escogido Aracataca por su importancia como cuna de nuestro premio Nobel Gabriel García Márquez, pero en realidad la pregunta del título es para cualquier municipio pequeño de nuestra costa Caribe, e incluso del país.
La corrupción es endémica en todos los rincones de Colombia y todos tenemos la culpa del crecimiento desproporcionado de este mal en nuestra sociedad. Elegimos lacras, delincuentes y gobernantes mediocres que en las primeras de cambio no pierden oportunidad para saquear las arcas de los municipios, recurriendo a toda clase de artimaña y complicidad con los entes de control.
Además de permitir el desafuero corrupto de estos gobernantes, la comunidad los vuelve a reelegir.
El caso de Aracataca llama la atención. Un municipio de más de 40 mil habitantes, situado en un enclave importantes del desarrollo agropecuario del departamento del Magdalena, apenas está viendo las luces de la premodernidad, pues a pesar de que en un tiempo tuvo una estación de tren, el abandono y la desidia del gobierno y sus habitantes la devolvieron a la prehistoria de las urbes.
Solo hasta hace pocos años cuenta con un acueducto y alcantarillado mediocre, el fluido eléctrico es penoso y representa una carga onerosa para sus habitantes, asediados por la pobreza y la insalubridad.
Aracataca, como todos los municipios del Magdalena, siempre ha elegido gobernantes anodinos, alcaldes incapaces y apasionados más por la voracidad de los recursos públicos para su propio beneficio. Y hoy, como cada cuatro años, tiene la oportunidad de cambiar su historia.
Hemos realizado un trabajo de inmersión periodística en este municipio que nos ha dado el siguiente resultado para responder a la pregunta inicial.
Los cuatro candidatos
Este 27 de octubre los cataqueros tienen la obligación de elegir un nuevo mandatario local para los próximos cuatro años. En competencia se encuentran cuatro candidatos, a los cuales procederemos a analizar para ver hasta qué punto representan una esperanza para que Aracataca se libere de las garras de las corrupción y comience a construir un municipio insertado en la modernidad y proyectado hacia un futuro sostenible y más humano.
Manuel Guillermo Polo Florido, más conocido como El Gordo Florido, es el candidato del Partido de la U pero también coavalado por el Partido Conservador y el Partido Liberal. Es decir que es el representante de los partidos tradicionales del país, los que siempre han gobernado y se reparten las cuotas burocráticas que administran la gran torta del presupuesto nacional.
El Gordo Florido es apoyado, además, por la actual administración local, lo que infiere una serie de compromisos que debe pagar con el erario si llega al primer cargo municipal. Florido es una ficha política de uno de los dirigentes de la costa atlántica del partido de la U. Se trata del senador Eduardo Pulgar, a quien Florido le debe lealtad y obediencia.
Florido representa a la clase política tradicional que por años se ha encargado se reproducir y perfeccionar los esquemas de corrupción más funestos para la región. Y el mejor ejemplo es Aracataca, invadida por este cáncer.
Con Florido no hay futuro para la transparencia, ni tampoco para derrotar la corrupción, de acuerdo a un sondeo que realizamos en este municipio. En nuestra encuesta apenas alcanza el 29,4% de favorabilidad en la intención de voto.
Luis Emilio Correa Guerrero es el candidato del partido Centro Democrático. Es un médico anestesiólogo que se lanza por segunda vez a la conquista de la alcaldía de Aracataca. La primera vez lo hizo con un partido totalmente opuesto al Centro Democrático, lo que denota una enorme incoherencia en sus postulado políticos.
Se sabe que tiene fuertes compromisos con contratistas y empresarios que lo apoyan en esta aventura, lo que indica, sin lugar a dudas, su poca firmeza con la transparencia y la lucha inquebrantable contra la corrupción. Es más de lo mismo.
En nuestro sondeo, Correa Guerrero alcanza un 20,5% de favorabilidad en la intención de voto.
Jorge Luis Saade Cormane es el candidato del partido Verde. Es un médico oncólogo que regresó a su patria chica después de vivir más de 30 años en Brasil, donde fundó y desarrolló un hospital oncológico de alta complejidad. No tiene compromisos políticos ni económicos con nadie que le impidan realizar una gestión transparente, honesta y profesional.
De acuerdo a nuestro sondeo su favorabilidad en la intención de voto es de 34,6%, y su remontada sobre los candidatos de los partidos tradicionales se debe a que los cataqueros lo identifican como la esperanza para derrotar la corrupción.
Luis Felipe Ramos Bernal es el candidato del Polo. No tiene respaldo popular y en nuestro sondeo apenas alcanza el 1% de la intención de voto.