En días pasados circuló en las redes sociales allegadas a la universidad del Atlántico un corto video grabado a hurtadillas en unos de los baños del alma mater, que muestra a un alumno haciéndole sexo oral a un profesor de Administración, conocido por prácticas de presión terroríficas para que sus pupilos accedan a sus deseos aberrantes.

Da asco, pero nuestra misión periodística es aportar pruebas como hicimos con el rector Carlos Prasca y sus prácticas de acoso sexual a estudiantes de la universidad. Aquí mostramos el video grabado por unos estudiantes el 4 de octubre de 2019 en los baños masculinos de estudiantes en el bloque D de la Universidad.

La persona que aparece en el video y a quien le están practicando felacion sexual es un profesor catedrático por horas del programa de administración.

De acuerdo a fuentes consultadas en la Universidad del Atlántico, no es la primera vez que este docente incurre en las mismas faltas disciplinarias y penales por cuanto hace un año fue denunciado por un estudiante, pero que terminó re-victimizado y remitido a tratamiento psicológico por cuanto la Universidad lo consideró trastornado y dejó al docente al frente de jóvenes que en su gran mayoría resultan ser menores de edad y presas fáciles del acoso.

Una cultura instaurada

El acoso sexual en la universidad esto es una peste que se extiende por aulas de clase, oficinas administrativas, relaciones laborales y que ha llegado al colmo de aceptarse como algo propio de la cultura de la universidad contra lo cual no hay nada que hacer pues la actitud de toda la administración y dirección es tapar y tapar, esconder la basura debajo de la alfombra.

Un grupo de estudiantes mujeres de la facultad de Derecho, que pidieron reserva de sus nombres, denunciaron que el acoso sexual de profesores a estudiantes, el intercambio de favores sexuales por notas, dinero o evaluaciones de tesis de grado. es muy frecuente en la universidad.

Así mismo, el acoso entre funcionarios administrativos en contra de empleados a término fijo (OPS) con tal de renovar los contratos es muy común.  A pesar de las quejas no hay sanciones ejemplares, no hay celeridad en los casos, no hay resultados contra el flagelo.

Manifestaron las estudiantes que la Oficina de Control Interno Disciplinario, la cual tendría que sancionar a acosadores en la Universidad, no hace nada, es una oficina llena de burócratas y recomendados de políticos que entraban y archivan los casos y por el contrario fallan siempre a favor de los acosadores y “nosotras quedamos re-victimizadas y en el escarnio público”.

Por otra parte, manifestaron los estudiantes, que la Vicerrectoría de Bienestar no sabe cómo enfrentar la situación, no tiene ni el conocimiento ni las herramientas para atender esta situación y, por lo general, terminan inventado salidas en contra de la población vulnerable, es decir piensan mas en el bienestar de los acosadores que en el de los acosados.

La cultura “prasquiana”

Si en algo se le va a recordar al rector Carlos Prasca de su paso por la universidad, es por sus escandalosos y aberrantes líos de acoso sexual, que le dio paso a la instauración a la cultura permisiva del abuso sexual y la presión a estudiantes y trabajadores para obtener favores de placeres oscuros.

Carlos Prasca, rector de la Universidad del Atlántico, investigado por acoso sexual a estudiantes.

https://www.vice.com/es_co/article/needzq/universidad-atlantico-acosado-pasillos-docente-caso-connectas-investigacion

https://www.elheraldo.co/judicial/uniatlantico-lleva-un-ano-investigando-abuso-sexual-docente-395687

https://www.elheraldo.co/judicial/detienen-docente-universitario-por-presunto-abuso-de-menores-en-barranquilla-473684

Un grupo de docentes informó que las razones de que esta situación esté tan extendida en Antiatlántico son varias, entre las que sobresalen:

    • La ausencia de una política universitaria para atender el acoso, es decir la carencia de un Protocolo para la prevención y atención de violencias basadas en género y violencias sexuales, que es una herramienta que busca prevenir estos hechos al igual que brindar una ruta de atención integral a las víctimas de estos hechos. Muchas universidades en el país ya cuentan con esta herramienta, en la cual se castiga la acción disciplinar de manera contundente y se manda una señal clara de que no se premia al faltón, tal como lo recientemente sucedido en la Universidad Nacional con un docente de planta que fue destituido por una queja.

https://www.elespectador.com/noticias/educacion/universidad-nacional-destituye-e-inhabilita-profesor-denunciado-por-acoso-sexual-articulo-860012

    •  La falta de personas idóneas para gestionar el protocolo, hoy en Uniatlántico no hay el capital humano idóneo para atender y resolver estos fenómenos.
    • La existencia de un ethos interno, una estructura mental, que argumenta lo siguiente: “si esto lo practican quienes dan el ejemplo ¿por qué no lo vamos hacer nosotros más abajo?”, es decir el mal ejemplo cunde y ha servido de catalizador de esta peste en la institución.

Los casos más icónicos señalados en esta reunión de evidencia de acoso y agresiones de género en Uniatlántico son:

  1. Dos profesores de Química y Farmacia que fueron denunciados por solicitar sexo a cambio de notas. No hubo sanción. (nos abstenemos de dar nombres por razones obvias)
  2. Docente de Geografía acoso y agresiones de genero contra estudiantes mujeres en clase. No hubo sanción.
  3. Docente de Humanidades que a pesar de haber reconocido que le pidió a la estudiante que le mostrara los senos, solo recibió una sanción con 6 meses de separación de cargo.
  4. Docente de Educación Física acusado de acoso sexual contra hombres estudiantes. No hubo sanción.
  5. Docente de Filosofía que intento violar a una profesora del mismo programa en Cartagena en el marco de una asistencia a un seminario a pesar de que el docente ya había sido expulsado de una universidad privada de la ciudad por los mismos hechos, nunca hubo sanción. La docente fue estigmatizada por cuanto quedo delante de la comunidad académica como la amante del docente.
  6. Docente de Idiomas Extranjeros que en una clase de estudiantes de primer semestre proyecto un video pornográfico con el supuesto de mostrar el fin del mundo. Nunca hubo sanción y hoy ocupo un cargo de importancia académico administrativo.
  7. Docente de matemáticas que ha sido denunciado más de diez veces por estudiantes mujeres por el acoso sexual a las que las somete. Nunca ha sido sancionado.
  8. Docente de Administración de Empresas que a cambio de fotos y notas solicitó sexo a una estudiante empleada del sector financiero de la ciudad que fue detenido en flagrancia. No hubo sanción al interior de la Universidad.

La lista es muy grande.

Las preguntas que surgen entonces son:

¿Es hoy la Universidad del Atlántico un espacio seguro como para que los padres envíen sus hijas e hijos a ese centro de educación en donde la práctica del acoso y la agresión de género pulula y es “alcahueteada” por los directivos de la Universidad?

¿Por qué razón la ministra de Educación, quien tiene voz y voto en el Consejo Superior, permite y apoya con su silencio complace esta pudrición?

¿Acaso al gobernador Eduardo Verano de la Rosa le importa un pepino la suerte de l@s hij@s de los pobres de esta ciudad que estudian en da esa institución? ¿Por qué los grupos y supuestos representantes de la lucha de género en Uniatlántico callan o miran para otro lado por esto?

 

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