Corría el año de 2014 y ocupaba el cargo de alcalde de Itaguí (Antioquia), el actual senador conservador de ese departamento, Carlos Andrés Trujillo González.
Trujillo había llegado a ese cargo en forma independiente, luego de tomar distancia del ex congresista Oscar Suárez, capturado el año pasado por parapolítica y quien lo había apoyado con la candidatura a la Cámara de Representantes en el 2010 de su aliada Nidia Marcela Osorio.
Tras varios meses de posesionarse como alcalde, un grupo de concejales lo denunció y la la Fiscalía 56º Seccional de la Unidad de Delitos contra la Administración Pública asumió el caso, quedando la investigación en cabeza del Fiscal de apoyo, HUBER ANTONIO LOPEZ MORALES.
Meses después, luego de haber recaudado material probatorio y de haberse priorizado esta denuncia, fue radicada el 9 de octubre del 2015 ante el Juzgado Séptimo Penal Municipal de Medellín una solicitud de audiencia para formulación de imputación de cargos y solicitud de imposición de medida de aseguramiento en contra del entonces alcalde de Itagüí, Carlos Andrés Trujillo González por la comisión de los presuntos delitos de interés indebido en la celebración de contratos, prevaricato por acción, peculado y falsedad ideológica en documento público. La audiencia preliminar se fijó para el 16 de octubre de ese año.
Sin embargo, de forma inesperada, el entonces director del Cuerpo Técnico de Investigaciones (CTI), Luis González León, intervino y la audiencia programada nunca se realizó y se ordenó el traslado del proceso a Bogotá, lo que generó molestias al interior del Bunker de la FGN sede Medellín y en especial en la Unidad de Delitos contra la Administración Publica.
De eso han pasado ya más de cinco años, bastante agua ha corrido bajo el puente y Trujillo ahora está en el Senado de la República y ha logrado poner a dos alcaldes pupilos en la administración de Itagüí, sin que nada se lo haya impedido.
Actualmente hay más de veinte (20) denuncias radicadas en la Fiscalía contra el senador Trujillo, y algunos de los funcionarios del su viejo gabinete.
Según quienes denunciaron al exmandatario local hace seis años, el proceso está varado desde que aquella audiencia preliminar se canceló el día anterior – 15 de octubre – por parte de la Fiscalía 56º y luego de que el 26 de octubre de ese mismo año la Juez Coordinadora ordenara la devolución de la carpeta al Fiscal titular de la investigación por cuanto este decidió retirar la solicitud de Audiencia Preliminar.
Los corrillos de la época afirmaban que esto había sucedido por la injerencia de una “senadora” amiga del entonces alcalde, con el propósito de “frenar y cambiar al Fiscal para dilatar, archivar y culminar con la denuncia”.
Y aseguraron que el titular de la denuncia, a donde fue devuelto el proceso, aseguró que a la investigación le faltaban más pruebas documentales y testimoniales por recaudar.
De estos hechos han pasado ya más de cinco años, mucha agua ha corrido bajo el puente y hoy Carlos Andrés Trujillo es senador por el partido conservador y ha logrado poner a dos alcaldes seguidos como mandatarios en Itagüí.
Sin embargo antes de subir a su último pupilo, actual alcalde José Fernando Escobar, en el 2019, nuevamente los denunciantes enviaron un derecho de petición a la Fiscalía que titularon “No queremos un carrusel de la contratación en Itagüí”, donde se mencionó a Héctor Zambrano Rodríguez, quien fue asesor financiero en Itagüí por casi dos años, antes de que fuera capturado por famoso caso del Carrusel de la contratación de Bogotá y quien le dio la idea al entonces alcalde Itagüí, Carlos Andrés Trujillo, de endeudar al municipio por $270 mil millones de pesos.
Actualmente cursan en la Fiscalía 21 denuncias contra el Senador y la Corte Suprema de Justicia mantiene abiertos siete procesos en su contra, sin contar con que su sucesor, Luis Mario Bedoya no pudo terminar su mandato.
El poder en la actualidad
El columnista del portal Al Poniente, Santiago Molina Roldán, entregó en su espacio un detallado informe, de cómo a pesar de las investigaciones el senador Trujillo, sigue ejerciendo su poder y dominio en Itagüí a través de la alcaldía de José Fernando Escobar.
Palabras más palabras menos, Molina Roldán relata que las dependencias con mayor poder económico y claves de la administración local están en manos de recomendados, parientes o personas de confianza del político conservador.

Por ejemplo, Daniel González Giraldo, primo del Senador Trujillo es el actual director de la Dirección Desarrollo Económico del municipio, una dependencia de carácter empresarial que no tiene mucha importancia, pero sí tiene su chequera.

Eliana María Arias Ramírez es prima del exalcalde Bedoya fue su secretaria de Hacienda y hoy está en el mismo cargo. Y una de las asesoras de su despacho es hermana del senador Trujillo.

La secretaria general de la Alcaldía es Gloria Chávez, esposa de Juan Fernando Cano, prima de la esposa de Trujillo. Juan Cano, dicen, maneja Corsaldep, que es un operador del Instituto de Recreación y Deporte del municipio, y que contrata casi todo el personal de esta dependencia.

Rafael Otálvaro, uno de los pupilos más afectos de Trujillo, de quien se dice será el sucesor de José Fernando Escobar, es el secretario de Seguridad y recientemente, esta alcaldía creó la Secretaría de la Familia donde nombró a la esposa de Andrés López, exconcejal y hoy integrante de la Unidad de Trabajo Legislativo (UTL) del Senador Trujillo.

La Secretaría de Infraestructura está en manos de Wilfredo Madrigal Hoyos, quien fuera el secretario de esa misma cartera durante el último año de la administración de del hoy senador Trujillo. Hoyos le recibió el cargo al actual alcalde, quien fue también secretario de esa cartera durante casi todo el período de Trujillo y de Leon Mario Bedoya.

Asegura el columnista que Trujillo también tiene a los órganos de control en su bolsillo pues la Personería Municipal, está en cabeza de John Jairo Chica, un pupilo suyo y otra hermana del Senador, Paula Andrea Trujillo, es asesora en ese organismo de control.

Así las cosas, este gamonal antioqueño, no ha tenido inconveniente en ir aumentando su poderío político, muy a pesar de sus procesos en la Fiscalía.