El riesgo a que se exponen permanentemente quienes trabajan tanto en el sector salud como en entidades cuyas labores están relacionadas con atención a público y ciudadanos, a contraer el Covid-19, quedó una vez más evidenciado tras confirmarse el contagio de la secretaria de Salud del Departamento del Atlántico, Alma Solano.

La misma funcionaria confirmó a través de un video sobre la prueba que resultó positiva para el virus Sars Cov 2 y que a raíz de ello se mantiene en cuarentena en su casa, sin que presente alguna sintomatología.

La funcionaria difundió un video en el que habla de su estado de salud e informó que hay otros trabajadores de su dependencia infectados.

También hoy circuló en redes sociales la información sobre el fallecimiento del enfermero jefe de la clínica psiquiátrica Nuestra Señora de la Paz en Bogotá, donde hace dos semanas se confirmó que 40 integrantes del personal sanitario que allí labora resultaron positivos para coronavirus.

Mientras esto ocurre, médicos, enfermeras, bacteriólogos, microbiólogos, auxiliares, camilleros, conductores de ambulancias, paramédicos, siguen esperando que el Estado, Empresas Promotoras de Salud (EPS), IPS, hospitales y las ARL, les suministren sus equipos de bioseguridad para poder enfrentar la pandemia sin tener que arriesgar sus propias vidas.

En la última encuesta que adelantó la Federación Médica Colombiana y el Colegio Médico de Bogotá sobre la Exposición del Personal de la Salud en el contexto de la pandemia del coronavirus y condiciones de bioseguridad, se evidenció que el 80% del personal médico y sanitario sigue sin contar con los equipos necesarios para atender enfermos de coronavirus, muy a pesar de los anuncios que han hecho las empresas aseguradoras.

De acuerdo a la medición hecha por la Federación, más de la mitad de los empleados del sector salud en el país siguen con contratos irregulares, sin prestaciones de ley y uno de cada cinco trabajadores reporta demoras en sus pagos.

Según el documento de la Federación, la tercera parte del personal médico ha pensado en renunciar por miedo a ser contagiada. Esto, debido al número de casos de contagio en la atención a pacientes de Covid-19: «Las circunstancias de bioseguridad tan bajas durante el ejercicio de sus funciones significaría un alto grado de contagio que diseminaría el virus entre pacientes y personal médico».

Finalmente, el gremio médico advierte que si no se atienden rápidamente los requerimientos, el sector salud no tendrá las condiciones para hacer frente al Covid-19, quedando «en jaque» el sistema de salud colombiano

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