Por: Héctor Tordesilla

Nadie sabe exactamente bajo qué circunstancias llega a la rectoría de la Universidad Autónoma del Caribe, un personaje de los antecedentes de Ramsés Jonás Vargas Lamadrid. Su paso por la oficina de Área Metropolitana de Barranquilla fue un desastre. Dejó a la entidad casi quebrada y fue denunciado ante organismos competentes. Lo único que quedó de su paso fueron unos horripilantes y corronchos monicongos colgados en la Circunvalar -todos, por fortuna, destruidos- sobre el “carnaval”. Un carnaval también fue su paso por Tesorería Distrital dónde acumuló el sobrenombre, y no propiamente por las buenas acciones, de “El divino Niño”, por aquello de los 10 deditos alzados a las alturas.

Ni se diga que fue uno de los firmones en septiembre de 1996 junto con el nefasto Alcalde Edgar George, del “regalo” a los españoles del 43% de las acciones de la Triple A tal como lo han demostrado informes y reportajes a nivel nacional a raíz de la llamada Operación Lezo en España y Acordeón, en Colombia, que por cierto nunca ha apretado el fuelle para emitir una sola nota.

Por todas esas circunstancias y condiciones, falsas o verdaderas, calumnias o injurias, Ramsés Vargas no podía ejercer la rectoría ni siquiera de un colegito de pueblo. El artículo 68 de la Constitución Política es claro en uno de sus párrafos al respecto:

“La enseñanza estará a cargo de personas de reconocida idoneidad ética y pedagógica. La Ley garantiza la profesionalización y dignificación de la actividad docente”.

Idoneidad ética que es precisamente, por todos los cuestionamientos de su trayectoria vital, de las que carecía Vargas, llegado otra vez a Barranquilla, tras desaparecerse muchos años después del escándalo, buscando entronques políticos y amistosos, para irrumpir como salvador en la rectoría de la conocida universidad privada.

Dentro, se encontraba enquistado su padre Eduardo Vargas Osorio, un servidor (o señor de servicios, para indicarlo con mayor exactitud) de Mario Ceballos Araujo, fundador de la universidad. Vargas Osorio había sobrevivido habilidosamente en la administración de Silvia Guette a la que hay que abonarle la expansión de la universidad, la construcción de edificios y el aumento de programas. Pero esto es historia pasada.

Los maquillajes de Ramsés Vargas

Vargas Lamadrid llegó pintándose como la solución a los problemas de fondo de la Universidad empañada por procesos judiciales de sus autoridades administrativas. Así que su primer reto fue retocar con maquillaje los procesos comunicacionales para, con su providencial llegada, mostrar otra imagen. Para ello contó con un equipo en donde estaba, entre otras, Sandra Devia, una periodista asesora de políticos y empresarios, a la que posteriormente llevaría a dos presidencias: la de Asiesca, una institución medio fantasma que reúne algunas universidades del Caribe colombiano y a la Sala General de la Universidad Autónoma del Caribe.

Cambió el logo de la Universidad como parte de la estrategia mediática. Los colores de rojo y amarillo a azul y blanco, los mismos del cielo y el mar en su casa en Boca Ratón, Florida, en donde navega en su yate con su infaltable vaso de whiskey y un puro Partagas en sus dedos. La vida de pachá. En fin, al cambio la agregaron, pura retorica basura, reiterado, en una jugada “genial” de los creativos, Universidad Autónoma del Caribe: La Universidad. Ni que fuese un colegio superior con ínfulas.

Sí o no hubo cambio de imagen? Acto seguido pasó a los jardines exteriores, lo único que se le abona en tal sentido, y la construcción de una suntuosa portería en donde corrió la materia gris de la Facultad de Arquitectura. Un pórtico deslumbrador, igual a una mesa de centro de casa de nuevo rico con todos los aditamentos de seguridad.

Para completar el panorama de renovación y cambio de imagen, Ramsés terminó convertido en columnista de El Heraldo y on line de la revista Semana. Cada vez que era necesaria una opinión, los acuciosos reporteros del periódico barranquillero llamaban a Vargas que opinaba de la situación internacional, de los procesos de la educación e incluso, metido en tal papel, se atrevió a halarle las orejas al Pibe Valderrama en Twitter por su lenguaje procaz siendo ripostado por el deportista con esta caustica frase en absoluto desmentida: “Pero no soy RATA te dolió por algo será”.

Las hazañas de Vargas

El equipo de futbol fue vendido sin reportar, pese a preguntas de periodistas de todo el país, sobre la ubicación de los dineros. Le cayó a algunos contratos con entidades estatales a las que prestaban servicios como el Sena, moviendo los recursos a su antojo. Vendió un lote de terreno en las afueras, en la zona de mayor valorización en la ganga de $4000 millones. El Polideportivo, en estado de destrucción, fue negociado por $44.000 millones. En el mes de diciembre del 2017, en plena crisis de la falta de pagos, de bancos negando sobregiros y cuentas embargadas por procesos judiciales, vende el lote en donde se encuentra Mi pequeña Uniautonoma y donde funcionan las aulas y oficinas del Centro de Extensión que prestaba servicios al Sena.

No hay recursos debiéndose 4 meses a profesores y empleados. A contratistas y proveedores les deben más de un año con las correspondientes demandas. A todos los requerimientos que les hace el Ministerio de Educación, les presenta excusas y planes salvadores que no cumple y la Ministra Giha, barranquillera y la Viceministra Natalia Ruíz que, vea que coincidencia! fue previamente Vicerrectora de docencia de la Universidad Autónoma del Caribe. Y, aunque ustedes no lo crean, Ramsés Jonás Vargas Lamadrid estuvo en el sonajero ministerial para reemplazar a la Ministra Parody. Casi lo logra, avalado en su nueva faceta de “intelectual” y educador.

Los contratos de la Universidad Autónoma del Caribe con entidades territoriales

Un contrato es el 014 del 2011 entre el Gobernador del Atlántico Eduardo Verano y Mariano Romero, con cédula 92.025.488 de Sincé en la función de Rector transitorio de la Universidad Autónoma del Caribe para la interventoría y asistencia técnica en el pago de arriendos de los hogares damnificados en la ola invernal del sur del Atlántico por la suma de $176.750 millones.

Otro contrato, también con la misma Gobernación del Atlántico es el convenio 0104 de 2014 firmado por Ramsés Vargas, rector de la Universidad Autónoma del Caribe por un valor de $4500 millones de pesos con el objetivo de apoyar las capacidades productivas de la población victimas del desplazamiento forzado en el departamento del Atlántico. Este contrato, cuestionado por la radiodifusora capitalina La W, señala que “Las víctimas que supuestamente se verían beneficiadas con este proyecto denunciaron que los productos eran de pésima calidad,  no cumplían con los estándares requeridos y termino siendo un total fracaso. Todo indica que la Universidad compró los productos por un valor muchísimo menor de lo estipulado en el convenio. Adicionalmente  la empresa  contratista en este convenio  C3 Solutions, denunció que la Universidad Autónoma del Caribe no realizó el pago oportuno de sus servicios”. A esta denuncia responde en Caracol Radio Guillermo Polo, Secretario Interior de la Gobernación del Atlántico, aclarando que el contrato y sus presuntas irregularidades fue pactado en la anterior administración. Sin embargo aclara que “El convenio que nosotros hicimos es el Portal de Oportunidades para 250 familias víctimas de desplazamiento forzado, que emprendió la gobernación del Atlántico en el 2017, con la Universidad Autónoma del Caribe, se ha cumplido en más de un 90%. La idea es comercializar granos y aceite, para lo cual se construyeron 3 bodegas y se contará con 50 puntos de ventas”, proyecto operado por la Universidad Autónoma del Caribe, del cual no se tienen quejas hasta el momento”. Se contará, dice el funcionario, en futuro imperfecto para un contrato firmado en el 2014. Tampoco se refirió al incumplimiento de pago con un subcontratista, C3 Solutions, que es un lindo nombre para una empresa que atiende problemas relacionados con migraciones producto de la violencia.

Otro de los contratos cuestionados por La W es el convenio 310 de 2015 que la Universidad Autónoma del Caribe firmó con el Sena regional Atlántico por más de 4000 millones pesos pagando de forma anticipada. La cuestionada directora del Sena regional –la misma que el senador Armando Benedetti; él sabrá por qué, dijo que era “una prostituta política”- aclaró sobre las objeciones de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia sobre las irregularidades en las transferencias, y manifestó a Caracol Radio que se encontraba “satisfecha y que la Universidad si justificó el traslado a otras cuentas y en el mes de noviembre presentó a la interventoría la relación de los recursos entregados y que los docentes del servicio acordaron pagos trimestrales. Por ello la Universidad tiene concepto técnico favorable”.

Sigamos con los convenios cuestionados por la emisora La W, y sobre los que parece que se trata, según los implicados, de infundios sin sentido en el ánimo protervo de dañar la imagen de una administración pulcra y eficiente. El 055, firmado por la Universidad con la Gobernación del Magdalena tiene el fin de administrar recursos de regalías del departamento para dictar maestrías a los profesores de colegios públicos. Según La W, “El proyecto tuvo varias irregularidades porque a los dos años de haber sido firmado, la  Universidad ya se había gastado el 70% de los recursos. Y aunque en la página web aparece que la maestría tiene un valor de siete millones de pesos,  el valor real de la maestría es de cuatro millones; al parecer se estarían inflando los costos de las maestrías para obtener más recursos de los necesarios. En este convenio también aparecen las llamadas comisiones. Según fuentes de la Universidad, este convenio habría generado disgustos ente el rector y varios políticos del Magdalena porque al parecer Vargas estaría manejando estos recursos como plata de bolsillo. Según fuentes de La W, Vargas en lugar de consignarle a los políticos del Magdalena el porcentaje de la “comisión” que les correspondía en las fechas que acordaban, se quedaba con esa plata durante días y semanas, la gastaba y se las enviaba pero cuando la volvía a reunir. Por esa razón hubo disgusto entre ellos, lo que provocó la renuncia del director de la Maestría en diciembre pasado”.

Es pertinente, en aras de la seriedad ante todas estas denuncias, que no se sabe el contenido ni las características de la mentada maestría. Una maestría en educación y docencia “tiene como propósito formar maestros en educación, con capacidad para gestionar y desarrollar proyectos de investigación en los ámbitos educativo y pedagógico, como base para la cualificación de los docentes como personas líderes y comprometidas con la formación de los seres humanos”. Lo curioso del caso es que la Universidad Autónoma del Caribe no tiene la unidad programática de Educación –como si lo tienen, a manera de ejemplos, la Pedagógica Distrital de Bogotá, la Pedagógica y Tecnológica de Tunja y la Universidad del Atlántico.

Sigamos con los convenios interadministrativos mencionados por La W. Otro es el 0108 con la Gobernación del Atlántico con el objeto de mejorar (?) el tema vivienda al interior del Atlántico. Según la emisora “en este convenio la Universidad Autónoma del Caribe se colgó con el pago de proveedores y tuvieron que subcontratar, invertían menos del presupuesto establecido, pero el dinero sobrante no aparecía ni se ejecutaba en otras reparaciones”.

Asesoría para el POT de Tamalameque, Cesar

El convenio aparece suscrito entre el municipio de Tamalameque, Cesar, con el número CV01210317 consistente en “Aunar (verbo de moda en los contratos públicos) esfuerzos técnicos y científicos para la versión, actualización y ajuste del esquema de ordenamiento territorial del municipio de Tamalameque, Cesar”, firmado por el alcalde Jorge Alonso Castro Jaraba con c/c 91.509.372 expedida en Bucaramanga y el rector de la Universidad Autónoma del Caribe Ramsés Jonás Vargas Lamadrid con c/c 8.534.900 expedida en Barranquilla, que recibe la cantidad de $300 millones por los servicios mientras que el citado municipio coloca $88.307.178 para un gran total de $388.307.178 millones.

Hasta aquí todo parece normal. Consultados los habitantes de esa población, recuerdan que en un día –un solo día- llegó un bus con aproximadamente 40 estudiantes dirigidos, dicen ellos, por un “gordito medio afeminado”. Se dedicaron a hacer preguntas ingenuas sobre la población a algunas personas y a tomar medidas de las manzanas con cintas métricas, tipo albañil. Ante algunos requerimientos suspicaces sobre la idoneidad de los procedimientos empleados y conocimientos del equipo enviado, respondieron que eran estudiantes de los primeros semestres. Cierto o no, dentro de los requerimientos técnicos que planteaba el citado convenio era el usar “equipo especializado, GPS, cartografía aerofotogrametría satelital y socialización territorial” algo imposible de cumplir en un día.

Asumiendo que tal “socialización” se hizo de espaldas a la comunidad, de todos modos no son los procedimientos legales para este tipo de esquemas de ordenamiento territorial según las disposiciones al respecto del Ministerio de Vivienda y Desarrollo Territorial: “De acuerdo con la Ley 388 de 1997 de Ordenamiento Territorial, el POT debe hacerse con la información que acopie mediante la elaboración del diagnóstico técnico complementada con la suministrada por quienes conocen y viven la realidad del municipio día a día, y debe ser el resultado de un proceso de participación y concertación con todos los actores involucrados: Actores Públicos: Alcaldía, Consejo Municipal, Corporación Autónoma Regional, Consejo Territorial Actores Privados: Gremios Económicos, Inversionistas, Promotores y Terratenientes. Actores Comunitarios: Población Civil, Resguardos Indígenas, Comunidades Negras y otros”. Nada de eso pasó, así que no se “aunaron” esfuerzos en ninguna dirección.

Nada de las disposiciones de concertación y procedimientos de diagnósticos parece cumplirse en el citado convenio con la Universidad Autónoma del Caribe en lo concerniente al esquema de ordenamiento territorial de Tamalameque. Lo cual agregaría un eslabón más en la cadena de suspicacias sobre el ejercicio en la rectoría del cuestionado rector Vargas que sigue sosteniendo en los medios de comunicación, que todo se trata de un complot contra los cambios fundamentales desarrollados durante sus ya largos 4 años de gestión con una crisis financiera innegable y los terribles bajones académicos evidenciados en las pruebas Saber del pasado año 2017.

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4 COMMENTS

  1. Investiguen el convenio de Uniautónoma con fintra, a quien le vendieron una cartera ya vencida, cuántos padres de familia pasamos por un proceso de doble cobro o de cobro de deuda ya cancelada y aún así fintra seguía cobrando todo un viacrucis.

  2. Aun sigo sin entender como las maxumas autoridades no intervienen como es debido, aunque está nutrido el artículo. ..faltó mucho mas. Es la hora y los empleados siguen sin sus salarios y sin seguridad social, sus deudas crecen, sus reportes en las centrales de riesgo no se hicieron esperar, en fin, hasta que no se resuelva nada…siguen jodidos. Que bello es nuestro sistema!!!

  3. Ese señor debe ir preso y confiscarle todos los bienes, es una rata de alcantarilla donde llega es a robar y a devorar todo lo que este a su disposición, debe ser investigado y procesado solo por querer desaparecer la Universidad, es capaz hasta de venderla como si fuera de el

  4. Y averiguen que paso con el reembolso de las matriculas de los alumnos becados de uniautonoma que se ganaron las becas les hicieron prestar a muchos porque alomento de la matricula l sistema se cayo y no identificaba a los becados y debieron antes de que las dechas pasara a matricula extraordinaria prestar y matricularse bajo el compromiso que la universidad les reembolsaba a los dos meses y un año despues de pasar las cartas que les pidieron solicitando las cuentas y autorizando a que ls reembolsaran aun no les consignan o sera que ya estan esas matriculas es los bolsillos de otros??

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