No es cierto que el gobierno del presidente Duque , haya invertido en lo corrido de la pandemia por el Covid 19, la suma de $117 billones de pesos, que representa el 11.04% del PIB del país del 2019.
Lo invertido realmente por el gobierno Duque-Carrasquilla son $30 billones, que representa, 2.8%, del PIB (30/1060), y no los $117 billones que dice.
El Ministro Alberto Carrasquilla, en una entrevista de María Isabel Rueda publicada en el periódico El Tiempo (junio1/20), afirma que German Vargas Lleras confunde peras con manzanas, al criticar al gobierno por su baja inversión, con relación a lo invertido países, como Chile, Perú y los Estados Unidos. Carrasquilla en la entrevista responde “si se incluyen todos los subsidios otorgados y principalmente los créditos autorizados con garantía de la Nación, y otros, se llega a la cifra del 10%, del PIB”. En otra parte de la entrevista dice “no debe darnos miedo endeudarnos.”
La realidad es que no ha sido Germán Vargas el único que ha criticado la falta de inversión real por parte del gobierno para paliar la crisis de salud y económica a la que estamos abocados, economistas como Salomón Kalnovitz, Mauricio Cabera, Amylkar Acosta, Jairo Parada, Cecilia López y por supuesto mi persona, le hemos planteado al gobierno desde el principio que no tenga temor en endeudarse con el Banco de la República. Que se olvide de la “Regla Fiscal ;“recomendación que no ha sido escuchada a pesar de que el Ministro de Hacienda afirma que el país no le debe tener miedo a endeudarse pero, irónico, no se endeuda a sabiendas que debe hacerlo ya¡.
El gobierno habla de haber invertido $117 billones, en lo corrido de pandemia, porque revolvieron “peras con manzanas”, al incluir los créditos autorizados por el gobierno para las empresas a través de Bamcoldex y la banca privada con garantías del 90% y 80%, de la Nación. Esos créditos que suman alrededor de $16 billones lo pagan los empresarios por eso no debe contabilizase como un gasto del gobierno. Tampoco pueden incluir los recursos liberados al sector financiero al disminuir los encajes y bajar las tasas de interés. Ni incluir los subsidios que se dan para el pago de los servicios públicos domiciliarios a los estratos 1, 2 y 3, porque estos se otorgan por mandato Constitucional, y legal. Igualmente no puede incluir como ayuda lo que ya Constitucionalmente viene operando como son los pagos por los programas asistenciales, como adulto mayor, familias en acción, jóvenes en acción y devolución del IVA a los estratos más pobres tres veces al año. Tampoco es un gasto el pago trasladado de fecha para los impuestos y para los servicios públicos domiciliarios.
Ojala, presidente Iván Duque, fuera cierto que se haya invertido $117 billones para solventar la crisis humanitaria que viven las familias vulnerables, que ante la cuarentena decretada, no perciben un solo peso de salario, dado que viven de la informalidad, la cual, antes de la pandemia, estaba en el 47%, y que hoy debe estar en el orden del 60%. Por supuesto, la crisis que se vive en el sector salud en todo el país, que no estaba preparado para atender esta pandemia por la corrupción imperante en ese sector, en especial en los últimos 12 años.
QUE PROPONEMOS AL GOBIERNO
Solicitarle al Banco de la República un crédito por $87 billones, que sumados a los $30 billones invertidos, darían un total de $117 billones, correspondiente al 11.04% del PIB colombino del año 2019.
Con esos recursos el gobierno debería utilizarlos en:
- Entregarle a cada familia beneficiaria de los programas existentes de asistencia social mensualmente la suma equivalente a un salario mínimo $877.803, dejando de pagar los programas asistenciales existentes y cubriendo el faltante para alcanzar un salario mínimo.
- Financiar durante tres meses el 100%, de la nómina del sector hotelero, bajo la contraprestación de no despedir a ningún trabajador
- Financiar durante tres meses el 50%, de la nómina de la pequeña y mediana industria, como la de los profesionales independientes
- Ejecutar las inversiones necesarias para consolidar al sector de la salud, y dotar a las familias vulnerables de un computador para que sus hijos puedan recibir sus clases por Internet
- Asumir los costos de Internet en las zonas rurales y en los barrios populares, donde no se presta este servicio.
- Fijar conjuntamente con el Banco de la República medidas encaminadas a reactivar la economía una vez se normalice la pandemia. Incluso llevando la tasa de interés interbancaria niveles entre el 2% y 1.5%.
- Aplicar una política pública del empleo, que involucre y responsabilice a las entidades territoriales orientada a recuperar el empleo perdido y la formalización del mismo, con programas de inversión en infraestructura. El Estado debe acabar con las famosas OPS, vinculando a ese personal que cumple una Misión Funcional a la nómina de la respectiva entidad. Igualmente la política debe apuntar a la formalización del empleo en la empresa privada.
- Fijar una política agraria encaminada a sustituir el 60%, de las importaciones de productos alimenticios (14 millones de toneladas), lo que significaría producir adicionalmente 8.4 millones de toneladas en productos como: arroz, sorgo, maíz, algodón, cebolla, hortalizas, cebada, leche, y otros. No se puede seguir sacrificando al sector, so pretexto de bajar la inflación, porque es más el daño que se causa por el desempleo en el campo. Tenemos que lograr nuestra soberanía alimenticia consumiendo lo nuestro y fortaleciendo la agroindustria y penalizando con el impuesto predial las tierras que no se exploten debidamente como se hace en las ciudades al gravar con un mayor porcentaje los lotes urbanos no urbanizados. No se puede continuar con la ganadería extensiva; tenemos que utilizar capital y tecnología.
¿MEDIDAS TARDÍAS POR PARTE DEL GOBIERNO CENTRAL?
No haber tomado las medidas económicas a tiempo, para evitar en cuarentena la pérdida de empleo y no endeudarse con la Banca Central, trajo como consecuencia que en abril de este año, registráramos un nivel de desempleo del 19.8%, porcentaje similar al presentado en el primer trimestre del año 1.999, que fue del 19.5%.
Es probable que el índice de desempleo para el mes de mayo oscile entre el 22 y 25%. Hemos perdido 5.4 millones de empleo, que se hubieran podido evitar con medidas económicas oportunas y endeudándose con el Banco de la República por una cifra igual o superior a los $60 billones, la cual se complementaría con un préstamo a la Banca Multilateral.
Es que presidente Duque, las medidas que usted tomo, aparte de ser insignificantes con relación al PIB(2.8%), fueron tardías, lo que obligo a los pequeños y medianos empresarios, a hoteleros, empresas de turismo, restaurantes, heladeras, papelerías, salones de evento, comerciantes, abogados, médicos, odontólogos ,y otros, a salir de la totalidad o parte de su personal vinculado formalmente . Personas que no se benefician del auxilio otorgado por el gobierno a las empresas de pagar el 40%, del valor de un salario mínimos y el 50%, del pago de la prima del mes de junio. Solamente recibirán un auxilio de $160.000, por una sola vez, como si esto solucionara su problema alimenticio y de salud al quedar desprotegidos.
Lo que usted hizo presidente Duque, de pagar el 40%, de la nómina de las empresas a quienes devenguen un salario mínimo y la de pagar el 50%, del valor de la prima, no beneficia en nada a los trabajadores como lo dice en su alocución. Eso beneficia a los empresarios, hecho que nos parece loable, pero tardío como lo expresamos anteriormente porque sus resultados no serán los mismos.
Volvemos a cometer el error de no exigirle mediante garantía escrita al sector privado, que para disfrutar de esos estímulos como también de los beneficios otorgados en las reformas tributarias que como contraprestación generen empleo nuevo y conserven los actuales. Sin estos compromisos queda la medida como “un saludo a la bandera”.
EL HAMBRE NO TIENE FRONTERA, NI COLOR POLÍTICO
Presidente Duque, el hambre no tiene frontera, ni color político, ni ideología, necesitamos reactivar la economía. Es probable que este año registremos el comportamiento de las variables macroeconómicas así:
- Crecimiento negativo de la economía en un 7% del PIB.
- un desempleo cercano al 25%, con una informalidad del 60%.
- Niveles de pobreza del 42%. Siendo en la Región Caribe cercana al 70%.
- Inflación entre el 2% y 3%, lo que llamo “la inflación del hambre”
Evitar esta catástrofe, está en manos suyas y de los mandatarios territoriales. Para ello se hace necesario entregarles a las familias vulnerables un salario mínimo, para que puedan demandar bienes y servicios contribuyendo al crecimiento de la economía y generar empleo. No le de miedo, presidente Duque de endeudarse, como lo afirma su ministro de Hacienda Alberto Carrasquilla, en la entrevista señalada anteriormente, de que el gobierno “no tiene miedo de endeudarse” pero parece que esa afirmación fuera de “dientes para afuera” porque siguen dando muchas vueltas y no se deciden. Cuando lo hagan será demasiado tarde.
Salgamos primero de la crisis económica, de salud y ambiental, después veremos de “que cuero salen las correas” Una alternativa puede ser una reforma tributaria estructural, que elimine todas las exenciones y deducciones y le otorgue dientes a la DIAN para combatir la evasión y elusión tributaria, que según la misma Institución equivale al 30%, de lo recaudado, unos $47.4 billones. Si recuperamos el 50% de esos recursos. En cinco (5) años tendríamos adicionalmente a lo recaudado $118.5 billones, suma suficiente para pagar la deuda con los intereses pactados. Para finalizar le recuerdo sus palabras que expreso en su campaña a la presidencia de la República:
“Las personas que esconden sus ingresos, que no declaran sus propiedades, o aquellos que están promoviendo el contrabando, son los que le hacen un daño enorme a la Nación”.
A lo anterior, le sumo quienes lavan dinero y se llevan nuestro capital para los paraísos fiscales cometiendo el delito de “fuga de capitales”, este último penalizado fuertemente en los países desarrollados, menos en Colombia.
Cumpla con su palabra, señor presidente