En diciembre del 2015 el entonces vicepresidente de la República, Germán Vargas Lleras entregó en Riohacha (La Guajira), 300 viviendas de la primera fase del programa de gratuidad de la urbanización Lomas de Trupio.
Las viviendas de 61 metros cuadrados se entregaron a familias desplazadas e integrantes de la Red Unidos, donde el Gobierno invirtió $13.531 millones de pesos.
El mencionado proyecto estuvo contratado por el Departamento de La Guajira, el Municipio de Riohacha y el Fondo Nacional de Vivienda-FONVIVIENDA para lo cual se suscribió el Contrato de Obra entre la Fiduciaria Bogotá S.A., sociedad que actuó como vocera y administradora del Patrimonio Autónomo Derivado denominado Fideicomiso Riohacha – Lomas del Trupío y Valores y Contratos S.A.-VALORCON S.A.
Sin embargo, pasados cuatro años y medio, sus beneficiarios están a la espera de habitarlas pues con el primer aguacero que cayó después de ese día, toda la urbanización quedó bajo el agua.
Quienes han hecho seguimiento al tema aseguran que el proyecto se levantó en un lote inundable, por el cual se pagaron $6.000 millones de pesos, cuando un terreno en esta zona por hectárea no superaba los $200 o $300 millones de pesos en ese momento y las casas quedaron por debajo de la carretera principal entre 1 y 2 metros.
A esta denuncia se suma el hecho de que tras las evidentes fallas en el proyecto, y las innumerables quejas de los favorecidos con las viviendas, se decidió por parte de la Alcaldía de Riohacha, contratar la ejecución de un construcción obras de protección contra inundación de la estación de bombeo de la urbanización vía canal.
Pasados dos años, la Contraloría Departamental de la Guajira, en un informe de auditoría del 2017, evidenció que, en el mencionado proyecto “hubo falencias en la recolección, conducción y disposición final de las aguas lluvias, y el no funcionamiento de una estación de bombeo y su respectiva línea de impulsión para la evacuación de las aguas residuales domésticas de la urbanización, lo que ocasionó que las viviendas construidas sean inhabitables”.
Según el organismo de control estos hechos, demuestran un incumplimiento de obligaciones en el contrato de obra, y de compromisos adquiridos en el convenio interadministrativo número 008 de 2013, así como de la Resolución 019 de 2011 artículo 31, del Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial”; por lo cual se determinó que conllevó a un presunto detrimento en cuantía de $12.371.520.000 pesos y a una presunta incidencia disciplinaria. A los hallazgos se les dio traslado a las instancias correspondientes”.
Pese a esta investigación, a mayo de 2020, la situación no se ha resuelto, y las familias siguen esperando por las casas que tanto anhelaban.
En respuesta a los reclamos de los beneficiarios del proyecto, y a los hallazgos de la Contraloría, el municipio de Riohacha abrió en agosto de 2017 una licitación por $5.942 millones de pesos para la “Construcción de las obras de protección contra inundación de la estación de bombeo de la urbanización Lomas de Trupío, mediante la construcción de vía canal (Avenida calle 70)”.
Las obras fueron contratadas el 28 de septiembre con la Unión Temporal L&E Riohacha, que conforman Liza Liñán Fuentes y Dairo José Pedroza Díaz, como personas naturales y EMB Soluciones SAS.
Se suponía que el plazo de ejecución era de seis meses pero pasados 2 años y 8 meses, ni siquiera han arrancado porque comunidades wayuu que circundan el área de la urbanización se opusieron a las obras alegando que la evacuación de las aguas lo perjudicaría y que no se les había tenido en cuenta al concebirse el proyecto.
En abril del año pasado luego de múltiples reuniones con las comunidades indígenas la Alcaldía anunció que en tres meses la construcción del canal sería una realidad, pero otra vez los beneficiarios del proyecto de vivienda se quedaron esperando.
En síntesis, el ambicioso proyecto en el cual números más, números menos se han invertido incluyendo las obras de contención de inundación, casi $20 mil millones de pesos sigue siendo un elefante blanco y una simple ilusión para 300 familias.