El discurso anticorrupción de Rodolfo Hernández aplica sólo cuando él no es el corrupto

La frase lapidaria es de un bumangués, @camiloarguello, un hombre que él mismo afirma, quiere advertir a los colombianos sobre la falsa postura anticorrupción de quien tiene la posibilidad de llegar a la presidencia de la República de Colombia, “enarbolando una lucha totalmente falsa”, si nos atenemos a la frase bíblica «por sus obras los conoceréis».

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En un hilo que publicó en su cuenta de Twitter, Arguello señala: Todo lo que voy a decir es porque me consta y te puedo decir con amor “yo ya pasé por eso””, y para sustentarlo, incluyó fuentes periodísticas y oficiales sobre cada afirmación que hizo de Hernández. 

En primera medida lo califica de falso independiente. «Siempre ha estado vinculado a la política tradicional y su fortuna la acumuló a partir de la construcción de vivienda de interés social, principalmente en Santander. No hizo sus 100 millones de dólares a punta de apartamentos minimalistas». 

Y señala que en Girón (Santander), se pueden ver las viviendas que edificó en la reconstrucción de la avalancha que arrasó con gran parte del municipio cuyo contrato para su construcción se ganó la firma de ingenieros de Rodolfo Hernández que contrató el gobierno local, departamental y nacional, las cuales posteriormente el Tribunal ordenó reubicar por haberlas construido en zona de riesgo. 

En los hallazgos que enumeró la auditoría adelantada por la Contraloría General de la República en el 2011 se señala que entre los años 1994 y 1995, con las correspondientes autorizaciones urbanísticas de construcción y ambientales expedidas por el Municipio de Girón y la Corporación Autónoma De la Meseta de Bucaramanga CDMB, se construyeron los barrios Castilla Real 1 con 304 viviendas y Castilla Real 2 con 90 viviendas que luego en el 2005 sufrieron situación calamitosa por desbordamiento del Río de Oro. 

En resumen el fallo advierte que estas urbanizaciones fueron construidas en zonas de alto riesgo, muy a pesar de la advertencia que se había hecho sobre el tema, y de que el mismo Plan de Ordenamiento Territorial consideraba la zona como zona de reserva del cauce del río de Oro. 

La constructora de Hernández fue demandada por los ocupantes de als viviendas luego de que en el 2005 se presentara una avalancha. 

32 muertos 

Para el tiempo de la avalancha, la CDMB contrató con la firma Geotécnicas Limitada. Un estudio para determinar las causas naturales y humanas de la catástrofe que el 11 y 12 de febrero del 2005, dejó un saldo de 32 muertos, 12 desaparecidos, 4.991 casas destruidas, cerca de 51 mil personas afectadas y pérdidas por más de 200 mil millones de pesos en el área metropolitana de esta capital y el resto de Santander. 

El informe mostró que hubo desidia administrativa, violaciones a las leyes sobre asentamientos humanos y licencias ambientales para construir en zonas prohibidas. 

La investigación evidencia que la tragedia se produjo porque a las fuertes lluvias provocadas por el estancamiento en esta zona de tres frentes fríos provenientes de América del Norte, se sumaron las peculiares características geológicas de la región afectada y una catastrófica serie de errores en el manejo de esta cuenca hidrográfica, en la que incluso la misma autoridad ambiental sale mal librada. 

Y al igual que la Contraloría demostró que en 1994 la CDMB le concedió licencia de saneamiento ambiental a la constructora de Hernández para levantar las 304 viviendas del barrio Castilla Real sobre un sector del cauce del Río de Oro que fue rellenado años atrás por la Alcaldía de Girón. 

Aunque el barrio no resultó especialmente afectado con los aguaceros de febrero, sí se convirtió -por su ubicación- en una represa que provocó la inundación del aledaño sector de El Poblado. Sólo en esa obra se violaron tres leyes, entre ellas el Código Nacional de Recursos Naturales Renovables y de Protección al Medio Ambiente y la Ley 99 de 1993, que creó el Sistema Nacional Ambiental. 

El entonces director de la CDMB, Joaquín Beltrán, dijo que no entiende cómo el pedazo del lote en cuestión estaba en manos particulares, si esa franja era parte del lecho del río. 

Para la época Rodolfo Hernández Gómez, dueño de la constructora HG, lo único que dijo fue que “que todo estaba en orden” y mostró los documentos de la compra del lote, en 1993, a la sociedad Penagos Arenas Limitada, que tenía la propiedad desde 1971. 

En el Tribunal 

Lo más patético de todo este caso es que los afectados, interpusieron una acción de grupo contra la constructora del hoy candidato presidencial, para ser reubicados y solo hasta el 2017 el Tribunal Administrativo de Santander dejó en firme que la Sociedad Hernández Gómez, debía reubicar 66 casas del sector Castilla Real en Girón.

Los afectados instauraron esta acción, con el fin de lograr la restitución de sus derechos porque cada vez que se presentan lluvias el sector se inunda.

En el Concejo 

En 1994 siendo concejal de Piedecuesta, la Procuraduría General de la Nación destituyó a Hernández porque celebró un contrato con el municipio en donde pagaba impuestos con obras. Es decir, violentó el régimen legal de inhabilidades e incompatibilidades vigente para la época. 

Según relata el portal La Silla VacíaHernández, quien nunca asistió a una sesión del concejo, y no se posesionó, solo mandó una carta renunciando a su investidura a finales de 1992, cuando vencía su período, y antes, en diciembre de 1991, como representante legal de su firma constructora Hernández Gómez firmó un convenio con Piedecuesta para pagar futuros impuestos con obras. 

Aunque Hernández ya había sido concejal, en 1990, durante su segunda llegada al cabildo de Bucaramanga, decidió no ir al concejo porque le parecía que era una perdedera de tiempo. Por eso, envió una excusa al alcalde, argumentando que no podía asistir a las sesiones y anunciando que en su lugar iría Álex Humberto Díaz, su suplente (una figura que ya no existe y que servía para reemplazar a concejales y otros funcionarios electos en casos de incapacidades o licencias). 

Con Díaz en el concejo, el 6 de diciembre de 1991, sacó un Acuerdo que permitía que los constructores pagaran impuestos urbanísticos con obras. Es decir, que en vez de sacar plata de sus cuentas, para que luego el municipio la dedicara a otros fines como la salud, ellos hacían obras comunitarias. 

Solo seis días después, el 12 de diciembre, Hernández firmó un convenio por el que se comprometía a hacer obras de mejoramiento y embellecimiento durante dos años, por valor de 30 millones de pesos de entonces (equivalentes a unos 4.370 millones de pesos de hoy). 

Como Hernández era el gran constructor local, la Procuraduría Provincial dijo en su fallo de primera instancia que ese Acuerdo «fue hecho exclusivamente para favorecer los intereses del acusado». 

Y como está claro que los concejales no pueden contratar con el municipio del que son concejales, la Procuraduría lo destituyó

La defensa de Hernández fue que él nunca se posesionó, por lo que no tenía la investidura de concejal. 

La Procuraduría contestó que la investidura se da con la elección, que no renunció a ella sino dejó a su suplente sesionando, y que además Hernández envió una carta en julio de 1992 en la que renunciaba a su investidura (así ya no era su suplente sino el renglón siguiente quien debía ser concejal). 

El segundo argumento es que el convenio no era un contrato de obra, sino una forma de pagar los impuestos que igual debía cancelar. 

La Procuraduría encontró que sí es un contrato porque la empresa de Hernández se comprometía a hacer obras con un valor determinado, así la forma de pago no fuera girar dinero sino compensar por el valor de impuestos. 

Con estos argumentos, que desarrolló en primera instancia el Procurador Provincial Yezid García Sáenz, y en segunda instancia la Procuradora Delegada para la Vigilancia Administrativa Lola D’La Cruz Mattos, Hernández terminó destituido en 1995

En una entrevista en 2021, La Silla le preguntó a Hernández por su paso por el concejo de Piedecuesta. Aunque omitió su campaña de los noventa, aclaró que ese trabajo le parece “inútil”: «Es que eso es inocuo, el que manda es el Alcalde (...) a mi toda esa mamadera de gallo de pedirle permiso pa lo que es lógico a los que no saben…esa joda me harta». 

Suspendido de la Alcaldía 

En 2019, cuando era Alcalde de Bucaramanga, también fue sancionado por la Procuraduría. Tras darle una violenta cachetada en una transmisión en vivo al exconcejal John Claro de Bucaramanga, fue suspendido e inhabilitado por ochos meses. 

Ese mismo año fue nuevamente suspendido por tres meses por presunta participación en política. 

En septiembre de 2019, estando suspendido, renunció

El Ministerio Público argumentó que el exmandatario estaría participando en política, tras aparecer en un video emitido por el canal TRO, durante un debate de candidatos a la alcaldía de la capital santandereana. 

En 20 segundos, el Hernández Suárez, hizo una reflexión para que los electores votaran contra de la politiquería y concluía así: “voten por un alcalde de los ciudadanos”, esta frase, aunque no mencionaba al candidato Juan Carlos Cárdenas, sí es idéntica al eslogan de la publicidad de él, “el alcalde de los ciudadanos”, Cárdenas fue vicepresidente de Cemex y por primera vez aspiraba a un cargo político. 

La Procuraduría, también le ofició al Consejo Nacional Electoral para que se evaluara la presunta transgresión a la ley sobre propaganda electoral por parte del aspirante Cárdenas, quien se anuncia como “el alcalde de Rodolfo, el alcalde de los ciudadanos”.

En su momento, la Personería le solicitó la explicación al exmandatario de la financiación de dichos comerciales, sin embargo, estos fueron pagados por el mismo candidato, Juan Carlos Cárdenas Rey

También por Facebook Live Rodolfo Hernández invitaba a votar por el “alcalde de los ciudadanos”

Cárdenas, ha argumentado en varias ocasiones, que su amistad con Hernández Suárez viene desde hace 30 años y en su publicidad reiteradamente se escucha, “el candidato de Rodolfo“.

Viejas andanzas 

Anteriormente, en Bucaramanga, Hernández fue aliado del partido Liberal. Financió las campañas de los ex-alcaldes Vargas y Bohórquez, a los cuales les cobraba el favor por medio de su oficio como “constructor de los pobres”. Y cuando ya no le servían más los convirtió en sus acérrimos enemigos. 

«Era mi amigo, tuvo intereses económicos», dijo el exalcalde Luis F. Bohórquez sobre Hernández, tras verse involucrado en un escándalo de corrupción conocido como ‘Manantial de Amor’. 

Según Arguello, Hernández antes que se pudiera hacer campaña política, construyó con su plata un par de canchas sintéticas en el norte de Bucaramanga y compró esa gran población vulnerable a punta de fútbol y promesas.  

La pobreza multidimensional en la capital de Santander según el DANE, después del gobierno de Hernández aumentó del 8,4% al 14,5%. 

La mentira de las viviendas

Pocos días de las elecciones a la alcaldía, prometió la construcción de 20 mil viviendas gratis por medio de una carta que él firmó. No obstante, ninguno de los que recibieron ese chequevolante recibió el prometido inmueble gratis

Fueron esos 20 mil votos los que necesitaba para despegar del tercer puesto de las encuestas y superar a su contrincante liberal Carlos Ibáñez y ganar la elección con 4 mil votos de diferencia.  

En efecto, tras renunciar a su período de mandato, en el 2019, incumplió  con una de las promesas de su plan de gobierno. 

Se trató del programa de vivienda de interés prioritario denominado “Plan 20 mil Hogares Felices”. Hernández, durante su campaña, entregó miles de ‘cartas-cheques’ a comunidades de escasos recursos, en donde se comprometía con una madre o padre cabeza de familia a asegurarle un cupo en el mencionado programa, si resultaba elegido. 

«Es un programa novedoso en donde la ciudadanía tiene la oportunidad de comprar el suelo, con todas las condiciones para tener una vivienda. Cumpliendo con los requerimientos ambientales, logísticos, recreación, educación, salud, deporte y las actividades que necesita el ser humano para tener una vida mejor», dijo en su momento Rodolfo Hernández, en el espacio digital que él creó y que denominó ‘Hable con el alcalde’

Para ser parte del programa, los ciudadanos debían registrarse en la página www.20milhogaresfelices.com (que hoy ya no existe) y cumplir con tres requisitos principales: no tener vivienda, tener la capacidad de pago para comprar la tierra (que costaría entre 5 y 6 millones de pesos) y hacer el crédito de financiamiento de la urbanización del mismo. 

No obstante, cuando se posicionó como alcalde, ya no serían viviendas, sino lotes con servicios. En todo caso, el proyecto se tenía planeado ejecutar en el sector norte de Bucaramanga, luego de comprar el terreno a la cementera Cemex (recordar que de allá venía el candidato a la Alcaldía que él apoyó). Sin embargo, la compra nunca se dio porque «no tenemos el dinero para comprar esa tierra, tampoco puedo expropiar el lote, se frustra un sueño. Como se robaron toda la plata, no se pudo comprar el predio», aseguró en 2018 Hernández Suárez

Ante el incumplimiento, el ciudadano Jaime Núñez demandó al exalcalde, toda vez que las ‘cartas-cheques’ fueron consideradas como una especie de pagaré y en materia civil representan un mérito ejecutivo y un título de valor, ya que estos documentos estaban firmados por el mismo Rodolfo. 

El caso Vitalogic 

Pero, la La joya en el pastel de este “adalid de la lucha contra la corrupción” es el caso Vitalogic, proceso penal que está en etapa de juicio por interés indebido en la celebración de contratos y donde él tiene calidad de acusado. 

https://www.wradio.com.co/2022/06/02/el-reporte-coronell-las-pruebas-contra-rodolfo-hernandez/

Anuncio de la Fiscalía General de la Nación.

En este expediente reposan graves e incontrovertibles indicios que señalan que Rodolfo Hernández quería asignar a dedo el contrato de basuras a unos amigos de su hijo Luis Carlos, quien al parecer les cobró alrededor de 70mil millones en coimas para garantizar que fuese asignado. 

De acuerdo con el escrito de acusación en la Alcaldía de Hernández se celebró un contrato de consultoría para tecnificar el manejo de las basuras en Bucaramanga. El contrato se firmó en julio de 2016 entre José Manuel Barrera Arias, quien en su momento fungía como gerente de Empresa Municipal de aseo de Bucaramanga (EMAB) y el contratista Jorge Hernán Alarcón Ayala. 

Tenía un costo inicial de $344 millones y se ejecutaría en el manejo de desechos del relleno sanitario El Carrasco, del departamento de Santander. La obra que planeaba hacerse tendría una duración de hasta tres décadas. 

Al hoy candidato presidencial Rodolfo Hernández se le señala de haber citado a Barrera Arias, quien en ese entonces era su subalterno, para que le entregara el contrato de asesoría a Alarcón Ayala. Supuestamente, el hijo de Rodolfo Hernández, Luis Carlos Hernández, habría acordado repartir coimas entre los firmantes del contrato para que fuera otorgado a la firma Vitalogic RSU. 

Sobre este punto, el exalcalde de Bucaramanga ha dicho que su hijo cometió una “acción de despropósito”. Sin embargo, señaló que las reuniones de su familiar con los empresarios detrás del contrato eran “simplemente un encuentro entre particulares”. 

Según le confirmaron fuentes de la Fiscalía, Hernández está citado para comparecer en un juicio oral el próximo 21 de julio, dos semanas antes de la posesión presidencial. 

El de Vitalogic no es, sin embargo, el único lío jurídico activo que ha tenido Hernández durante esta campaña presidencial. Recientemente, el candidato presidencial recibió una sanción por desacatar una orden judicial. Un juzgado de Santander le había ordenado a Hernández borrar unos videos en los que señalaba de “corrupto” al exalcalde de Floridablanca (santander), Héctor Mantilla

Como no los borró, el juzgado le ordenó pagar cinco días de cárcel o una multa por $10 millones. 

Una candidatura con cuestionados apoyos

En campaña presidencial, Hernández, se ha valido de la clase dirigente tradicional que ha saqueado a Santander por los últimos treinta años. Se unió con Bernabé Célis y otros políticos cuestionados de los partidos tradicionales de los que tanto despotricaba 

La llegada de Bernabé Celis y de su hijo Juan Carlos a la Liga de Gobernantes Anticorrupción y a su candidatura, generó reacciones de diferentes sectores e incluso malestar en la misma colectividad. 

Las críticas hacia el exalcalde y a su movimiento llegaron justo cuando se conoció que Bernabé Celis, un excongresista tradicional de Cambio Radical, conocido como la ‘ficha’ más poderosa de Germán Vargas Lleras en Santander, había ‘aterrizado’ en su colectividad, a pesar de que el mismo Hernández ha repetido en varias ocasiones que no quiere alianzas con la política tradicional y tiene como bandera la lucha anticorrupción

¿Llegaron a mandar? 

Fuentes cercanas a la Liga aseguraron que los Celis querían llegar al movimiento a coordinar la lista a la Cámara de Representantes, que es cerrada, sin voto preferente, y la cual ha recibido críticas por una posible injerencia del exgobernador de Santander, Mario Camacho Prada, condenado en 2008 por la Corte Suprema de Justicia por peculado, contratación sin cumplimiento de requisitos legales y prevaricato

Incluso aseguraron a esta redacción que el mismo Camacho fue quien allanó el camino para que los Celis llegaran a la colectividad de Hernández. 

«Ellos quieren llegar a mandar en la lista a la Cámara de Representantes. Al tema de Presidencia no, porque el Ingeniero no va a dejar», dijo una fuente cercana a la colectividad. 

Sin embargo, el director de la Liga, Óscar Jair Hernández, desmintió esa versión señalando que a la sede de campaña del exalcalde de Bucaramanga han ido muchos a ofrecerle su apoyo. 

«Entre esos políticos que han visitado al Ingeniero han estado Bernabé Celis y su hijo Juan Carlos. Rodolfo simplemente les ha dicho ‘¡ayúden!’, pero la gente sale de la oficina malinterpretando las palabras», dijo a esta redacción el director de la Liga. 

Sus respuestas obedecen a un hecho que habría propiciado el mismo Juan Carlos. «Creen que porque se les dice ‘ayúden’, ya tienen poder de mando al interior de la Liga y eso no es así». 

Según Óscar Jahir, Rodolfo le dijo al hijo de Bernabé que ayudara a impulsar la plancha a la Cámara de Representantes, pero él interpretó mal. 

«Él pensó que podía llamar a los integrantes de la lista a la Cámara para decirles lo que tenían qué hacer y ahí se sublevaron porque le dijeron, usted no es nadie en la campaña, nosotros tenemos un coordinador político», sostuvo Óscar Jahir. Ese acercamiento de Celis no cayó muy bien ni en los militantes ni en las directivas. 

En su último twitter Arguello afirma: al final, me desenamoré y hoy puedo decir con certeza que no confío en él y no considero que sea una persona digna, calificada que pueda traernos el cambio que necesitamos, en especial el que requiere la población olvidada y q está hoy arrojada al borde de la sociedad pasando hambre

La frase lapidaria es de un bumangués, Camilo Arguello, un hombre que él mismo afirma, quiere advertir a los colombianos sobre la falsa postura anticorrupción de quien tiene la posibilidad de llegar a la presidencia de la República de Colombia, enarbolando una lucha totalmente falsa.

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