En plena crisis mundial producto de la pandemia de la COVID-19, cuando el papel de los medios de comunicación resulta fundamental para mantener informada a la ciudadanía, el canal regional del Caribe colombiano se da el lujo de no contar con un gerente en propiedad porque la junta administradora tampoco ha puesto en marcha el proceso para su escogencia.

La situación se torna más crítica cada día, pues al gerente encargado Hernando De La Espriella Burgos, quien fue designado provisionalmente luego de la renuncia de Juan Manuel Buelvas, se le venció su período de interinidad desde el pasado 28 de abril al cumplirse los 90 días establecidos en la norma.

Es así como hoy Telecaribe no tiene una cabeza que establezca una ruta clara, no solo en medio de la pandemia, si no para darle un nuevo aire al canal.

Al respecto ya se han pronunciado algunos estudiosos y conocedores del tema, enfatizando que es una tarea urgente designar al nuevo gerente en propiedad, quien debe ser una persona con suficientes conocimientos técnicos y experiencia.

En este sentido es el actual presidente de la junta administradora, el gobernador de la Guajira Nemesio Roys, quien debe convocar a la junta. Y si bien se entiende que los mandatarios regionales están ocupados atendiendo la emergencia, no es menos cierto que una situación de tal trascendencia para la región, como es la designación del Gerente en propiedad del canal regional, debe atenderse con premura.

Frente a esta interinidad, preocupa la falta de experiencia del gerente encargado. No en vano se cuenta con un manual de funciones y competencias que determina los requisitos para ostentar tal cargo, que a todas luces refleja que el actual interino no ha dado muestras de solventar las distintas situaciones y que una persona que cumpla con el perfil requerido, lo podría manejar de la manera más acorde con cada situación específica.

No se entiende cuál es el mensaje que el gerente encargado envía al sector audiovisual, al mostrar su poca capacidad productiva y resaltando producciones que no son de su autoría en materia ejecutiva.

El pasado 28 de enero la Junta directiva de Telecaribe, confió en uno de sus miembros, la tarea honesta de llevar a cabo un proceso de convocatoria para que las personas que tengan interés de ocupar el cargo de gerente, se postulen y ocupe dicha dignidad.

Si bien es cierto que los encargos tienen un plazo establecido en la Ley 909 de 2004, no es menos cierto la poca y casi nula iniciativa del gerente encargado para ejecutar la labor confiada en la junta del mes de enero de este año. Si estuviera interesado en culminar su principal tarea, estaría buscando alternativas más expeditas para que la junta apruebe la convocatoria de gerente, sin necesidad de esperar la junta ordinaria mensual y que aún se desconoce si está siendo diseñada para la respectiva aprobación.

¿Cuál es el interés de permanecer en el cargo? Qué pensará la junta directiva cuando uno de sus miembros no ha sido lo suficientemente diligente en el cumplimiento de la tarea asignada y lo que es peor, su intención legítima de participar en la convocatoria al cargo, obligando el nombramiento de un gerente ad-hoc, para hacer lo que en un principio se le confió?

 

 

 

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