Días atrás la periodista vallenata, Katia Salen Ospino denunció en sus redes sociales, que al departamento del Cesar habían llegado 9.121 dosis de vacunas contra el Covid-19 autorizadas por el Gobierno nacional. De esas, solo se habían aplicado 3.859, y se preguntaba dónde estaban las otras 5.269 vacunas.
Tras hacer las averiguaciones, le informaron que 2.844 de esos biológicos estaban en reserva para adultos mayores que estaban siendo ubicados por las EPS.
También pudo constatar tras una reunión de las entidades de salud del Departamento, que al cruzar la base de datos de los afiliados de las EPS con los de la Registraduría, se constató que algunos de esos ancianos ya habían fallecido, pero figuraban aún en la Registraduría. Lo que deja en evidencia que las quejas y denuncias relacionadas con la desactualización que hay de las bases de datos de afiliados que manejan las EPS, son ciertas y que en efecto han sido una talanquera para el proceso de vacunación.
Otra queja que se ha dejado sentir y que ha cobrado fuerza en los últimos días, es la del personal de la salud que se ha quedado esperando la inmunización, pese a que estaban priorizados en la primera fase del proceso.
David Vásquez Awad, médico ginecoobstetra y epidemiólogo, miembro de la Academia Nacional de Medicina y profesor universitario denunció en sus redes sociales que muchos médicos y enfermeras en varias regiones del país, expuestos diariamente al virus, no han sido vacunados.
Ojo con este mensaje del doctor David Vasquez Awad, médico Ginecoobstetra y epidemiólogo, miembro de la Academia Nacional de Medicina y profesor universitario: !FAVOR RT! pic.twitter.com/csz1prop9G
— Daniel Samper Ospina (@DanielSamperO) March 25, 2021
“Cuántos más debemos morir, de nada ha servido la cuota de sacrificio que hemos puesto sin condiciones dignas de trabajo, sin el bono que prometió el Gobierno, en cambio sí son muchos los colados”; somos miles los trabajadores de la salud que seguimos esperando la vacunación”, precisó en un video que divulgó el profesional de la salud.
A este panorama se suma la errada decisión del Gobierno nacional, de suspender el envío de biológicos a regiones donde el proceso no ha cumplido su meta, en vez de plantear estrategias de apoyo para conseguir que las regiones “castigadas” mejoren sus números de vacunación.
El Gobierno decidió que 13 regiones del país, no recibirán vacunas durante la tanda de entregas de 387.287 dosis de Sinovac que se adelanta esta semana.
En la resolución 364 del Ministerio de Salud y Protección Social se señala que no recibirán vacunas aquellas entidades territoriales que no tengan al menos cierto porcentaje de ejecución de dosis aplicadas frente a las recibidas, con el fin de no afectar el proceso de inmunización de aquellos departamentos que están a punto de quedarse sin dosis.
Así las cosas, si no han alcanzado el 64,93 por ciento de personas inmunizadas no serán objeto de nuevas entregas de biológicos.
No recibirán vacunas Amazonas (53,2 por ciento), Arauca (55,7 por ciento), Buenaventura (31,3 por ciento), Cauca (60,6 por ciento), Chocó (47,8 por ciento), Córdoba (63,6 por ciento), Guainía (63 por ciento), Guaviare (58,1 por ciento), Huila (55,8 por ciento), Magdalena (64,4 por ciento), Putumayo (51,3 por ciento), Sucre (56,9 por ciento) y Vichada (45,4 por ciento).
El ministro de Salud Ruiz ha dicho que el hecho de que en algunas regiones haya mayor dificultad para aplicar vacunas debido a sus condiciones territoriales, no puede atrasar unos departamentos que tienen unas características diferentes y que van a una velocidad superior, por otros lugares del país donde esa velocidad se está dando de esa manera.
En consecuencia, se asignarán más dosis a Bogotá, Cundinamarca y Antioquia.
El panorama de la vacunación
Lo cierto es que a las quejas que de diferente tipo se han hecho respecto al proceso de inmunización, empezando por la lentitud con que avanza, a 24 de marzo del 2021 Colombia solo ha administrado dosis a un 2,5% de su población. La mayoría es la primera de una pauta necesaria de dos. Con ello, el esquema completo está en los cuerpos de apenas 60.000 colombianos. Y muchos consideran que el proceso no solo empezó de manera tardía, sino que además va a paso de “tortuga”.

Tras superar en algo la talanquera de la compra de las vacunas, negociaciones que demoraron más de lo deseado, ahora Colombia, tiene una provisión de los biológicos, pero no ha sido capaz de distribuirlas y aplicarlas con celeridad.
Sobre la adquisición de las dosis, toca recordar que el gobierno colombiano no cerró acuerdos o preacuerdos con la prontitud de otros países de la región. Además de Chile, Argentina, Costa Rica o México anunciaban firmas entre octubre y noviembre, mientras a finales de este mismo mes Fernando Ruiz, ministro de Salud de Colombia, aseguraba que “no vamos adquirir vacunas que no tengan las respectivas aprobaciones de las agencias internacionales”, lo que se tradujo en una llegada con cuentagotas que determina el irregular ritmo de vacunación diaria en el país.
Cumplido el objetivo de contar con biológicos, el país ya ha recibido alrededor de 3 millones de dosis, pero apenas ha administrado menos de 1,3. Y aunque el último millón apenas llegó el 20 de marzo, y está formado en tres cuartas partes por viales de la china Sinovac y el 25% restante de AstraZeneca, sí cabe preguntarse qué impide ir más rápido con lo que ya está disponible.
A esto se suma que los biológicos no están llegando a cabalidad a las personas priorizadas en las dos fases ya iniciadas, la primera y la segunda.
En la inicial el objetivo era inmunizar al personal de salud, lo cual no se ha logrado en un 100%, ni siquiera para la primera dosis, al igual que a adultos mayores de 80 años, que las EPS siguen buscando; y la segunda, enfocada en adultos mayores de 60 a 79 años.
En cambio, muchas personas que trabajan en las áreas administrativas tanto de las EPS, como de ls IPS han sido vacunadas, conforme ha sido denunciado en distintas ciudades del país por los mismos médicos y enfermeras.
Estos pobres resultados y las denuncias sobre el proceso, comenzaron a ser investigados por los organismos de control que conformaron un comité para hacer seguimiento al Plan de Vacunación, pero, conociendo en qué quedan la mayoría de las veces estas indagaciones, lo más probable es que las situaciones se seguirán repitiendo y las metas de inmunización planteadas inicialmente por el propio Gobierno, no se cumplirán en el plazo establecido.