La Procuraduría General de la Nación llamó a juicio disciplinario al senador Eduardo Enrique Pulgar por la presunta comisión del delito de cohecho. Esta citación tiene que ver con las investigaciones sobre las denuncias realizadas por el periodista Daniel Coronell que vinculaban al congresista en un supuesto intento de soborno a un juez de la República.
De acuerdo con el ente de control, las pruebas recopiladas en la investigación relacionan a Pulgar con el presunto ofrecimiento de $200 millones de pesos al entonces juez Promiscuo Municipal de Usiacurí, Atlántico, Andrés Fernando Rodríguez Cáez, a cambio de una decisión en favor de un tercero, en un proceso penal que se adelantaba en ese despacho.
Los hechos tuvieron lugar en 2017, y se relaciona con el proceso de sucesión que mantiene a los herederos del desaparecido congresista Gabriel Acosta Bendeck en líos judiciales, en particular por el pleito de la Universidad Metropolitana de Barranquilla.
Al llamado a juicio del Ministerio Público se suma el de la Corte Suprema de Justicia que, por el mismo caso, esta misma semana citó a indagatoria al Senador Pulgar. Sin embargo, aún no se define la fecha para dicha diligencia pues la corporación solicitó material probatorio adicional al recogido por el magistrado Marco Antonio Rueda en el último mes.
El caso de soborno se conoció por una denuncia que hizo en su columna el periodista Daniel Coronel en el que reveló las acciones presuntamente protagonizadas por el congresista en las que ofreció dinero al entonces juez Promiscuo Municipal de Usiacurí, Atlántico, Andrés Rodríguez Cáez, para buscar un supuesto favorecimiento en un proceso a favor de Luis Fernando Acosta Osío, uno de los que se disputa la herencia de Acosta Bendeck.
Coronell, señala a Osía de ser el “líder de un grupo que con cuestionadas maniobras logró el control de la Universidad Metropolitana de Barranquilla y pretende quedarse también con la Fundación Acosta Bendeck y el Hospital Universitario Metropolitano. Las tres instituciones facturan $80.000 millones de pesos al año”.
El periodista narró en su columna que “un buen día de 2017, el alcalde del pueblo, Ronald Padilla, lo invitó (al juez) a conocer a su jefe político Eduardo Pulgar”. La reunión sería en el apartamento del senador en Barranquilla, a una hora de Usiacurí. El juez aceptó sin saber de qué se trataba, pero tuvo la precaución de llevar una grabadora con él.
Además, la columna de Coronell indica que “después el lenguaje se hizo más explícito: “Quiero apelar a la buena relación que ustedes tienen pa ver si me pueden ayudar hermano. Esa universidad me pone unos votos muy importantes y adicionalmente… Aquí hay un negocio… Ustedes me dicen… y yo voy y digo: pa esta jugada vale tanto y vamos pa’lante. Así de sencillo…Esos manes a mí me ayudan con becas, me dan puestecitos”.
Finalmente, el artículo sugiere que Pulgar “sugirió el monto que el juez debería cobrar por la decisión: Si los manes son juiciosos. Si yo le digo: hey doc esta vaina vale 200 barras. Él me dice: ¿a qué horas y dónde?. Así, pa hablar claro. Yo les digo a ustedes la verdad. Aquí hay un negocio…Yo creo… No sé, si ustedes quieren hablar solos”.