Aunque no es muy conocida por su bajo perfil, Construcciones El Cóndor es una las cinco grandes empresas constructoras del país, ranking encabezado por Amarilo, de la familia Moreno –del pasado presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID)- líder en ventas y proyectos.

Debajo de Amarilo está la española Sacyr y seguidamente Constructora Colpatria, Constructora Conconcreto de Medellín y cerrando el quinteto, también de Medellín, Construcciones El Cóndor.

Sacyr es conocida por sus pleitos y demoras en la construcción del actual puente sobre el río Magdalena en Barranquilla y su pobre intervención en una supuesta vía 4G terminada después de pleitos en una carretera “modernizada” desde Palmar de Varela, Cruz del Viso hasta Puerta de Hierro; y la Constructora Conconcreto de Medellín está vinculada al desastroso proyecto de Hidroituango en el río Cauca.

Construcciones El Cóndor es una poderosa empresa de construcciones y de administración de concesiones viales. Fue fundada en 1979 por José Jairo Correa Gómez quien es a su vez el principal accionista.

Correa Gómez estudió ingeniería civil en la prestigiosa Escuela de Minas de la Universidad Nacional y en 1992 conformó un “pool” de pequeñas empresas del ramo de la construcción creando un consorcio denominado Odinsa cuya intención era competirle a las empresas extranjeras que llegaban a participar en licitaciones al país. En el 2016 le vendió su participación accionaria al grupo Argos de Medellín que a su vez, a través de esta empresa, es propietaria de Opain –entre otras- que maneja íntegramente al aeropuerto El Dorado de Bogotá.

Luz María Correa Vargas

Desde el año 2001 Construcciones El Cóndor es manejada por su hija Luz María Correa Vargas, con una junta directiva conformada por siete miembros, de los cuales cinco son independientes: Luis Alfredo Turizzo Ortiz, Manfred Heinruick Gartz Moisés, Beatriz Eugenia Morales Vélez, Álvaro Fernando Robayo Mosquera y Jairo González Gómez.

Los miembros de la “casa” son la gerente Luz María Correa y el accionista mayoritario José Correa Gómez. La representante legal es Ana María Jailler Correa. José Correa, el patriarca fundador, es el mayor accionista del club Deportivo Independiente Medellín (DIM).

Representantes Legales

Luz María Correa estudió administración de empresas en la Universidad Eafit de Medellín e hizo sus práctica en el desaparecido Bancoquia. En 1986, con 22 años entró a la empresa familiar en un cargo de asistente administrativo desde donde subió, apalancada por su padre, hasta la presidencia de la empresa. En ese momento tenían una modesta casa campestre de sede en La Pilarica, Medellín, en donde trabajaban 20 personas en el área administrativa mientras que en las obras laboraban 200.

La llegada de Luz María coincide con el primer gran encargo para la compañía, la construcción de la vía Neiva–San Vicente del Caguán, proyecto complejo con túneles extensos en medio de una agreste topografía que logró unir a los departamentos del Huila y Caquetá.

Los primeros grandes proyectos

La transición de una empresa familiar de construcciones a las ligas mayores de la construcción se dio en 1994 cuando cofundaron Odinsa. A las reuniones de junta directiva Luz María Correa acompañaba a su padre, que según señala el portal Voragine le daba consejos de diverso tipo, entre ellos este: “Recuerda, la liquidez es la reina”.

Ya veremos cómo este consejo no parece haberse seguido escrupulosamente y que respondía a la lógica de no emprender proyectos que no estuviesen con el debido respaldo financiero. En el 2001 accedió a la presidencia de la empresa y los socios de Odinsa decidieron lo mismo. Fueron los años de las primeras expansiones internacionales en Autopistas del Nordeste en República Dominicana; su participación en la segunda fase de Transmilenio; la adjudicación del Boulevard Turístico del Atlántico en República Dominicana; la Transversal de las Américas y el proyecto para construir el nuevo Aeropuerto El Dorado.

En el mercado de capitales

La liquidez es la reina”, consejo de José Correa a su hija presidenta de Construcciones El Cóndor lo tomó al pie de la letra. Crearon el Grupo Cóndor Inversiones S.A. para posteriormente salir al mercado de capitales, pues la coyuntura del momento en materia contractual era que el estado no solventaría inversiones en la ampliación de la infraestructura vial del país iniciándose la apertura de concesiones para empresas con músculo financiero.

La salida a la bolsa de valores con acciones de precio modesto pero sostenible en el tiempo, no la convirtieron en presa de inversiones de gran magnitud, pero lograron una especie de hazaña que vista en la debida perspectiva de riesgo muestra una interesante arista del negocio de administrar pensiones pues cinco de estos fondos compraron el 20% de acciones de la compañía.

Esas complicadas operaciones financieras posibilitaron que les adjudicaran el proyecto 4G Conexión Pacífico 3, una emisión de acciones para financiar la APP de la Ruta al Mar. Además, se asociaron con otra empresa asentada en Medellín, Interconexión Eléctrica ISA para conjuntamente participar en concesiones viales en Perú y Colombia. Se apoyaron en la famosa tesis administrativa –a raíz de los efectos causados por el alcalde Daniel Quintero de Medellín en las EPM- del “gobierno corporativo” juntando equipos y visiones.

Las rutas de El Cóndor

Esta empresa de infraestructura y concesiones viales tiene la Autopista César-La Guajira (hasta el 2049), San Roque (Cesar) y Cuestecitas (La Guajira) (hasta el 2049), Antioquia – Bolívar (hasta el 2049), Transversal de las Américas Sector 1/ Corredor Vial del Caribe y es socio minoritario en Vías del Nus Autopista del Rio Magdalena, entre Bello y Donmatías, Antioquia hasta 2041, Malla Vial del Meta hasta 2045, Autopista Conexión Pacífico II (Bolombolo-La Pintada-Primavera) hasta el 2039 y Autopista Conexión Pacífico III (Antioquia con Eje Cafetero) hasta el 2039.

Otras obras de El Cóndor en consorcios es la vía 4G que reduce el recorrido entre Medellín y Buenaventura en siete horas otorgado en mayo del 2014 en compañía de Odinsa, Mota de Portugal, Mincivil, Termotécnica Coindustrial e Icein con un monto de $910.000 millones.

Con la Unión Temporal Puntual MC (Construcciones El Cóndor S.A. 55% y Mincivil S.A. 45%) emprendieron la reconstrucción de la malla vial de Medellín con un costo de $8000 millones; el contrato 1803 de 2013 de Invías para mantenimiento y rehabilitación de la carretera Dabeiba–Santa Fé de Antioquia por $54.781.791.482; en 2013 con la Unión Temporal Fresado MC conformado por El Cóndor con 50% y Mincivil con 50% con el contrato No. 4600050927 de Secretaría de Infraestructura de Medellín cuyo objeto es el fresado, repavimentación e infraestructura por $$2.500.340.628; tramos críticos 6203 de la carretera El Tigre-Santa Fe de Antioquia con contrato No. 105 de 2014 por un monto de $39.534 millones.

Más reciente a estos proyectos, el 30 de marzo de 2021 se anunció que Construcciones El Cóndor S.A. fue la ganadora de una licitación de Invías para las obras del Túnel del Toyo, una obra con avance superior al 50% y que deberá ser entregada en 37 meses de acuerdo al cronograma del contrato cuyo monto total es por un valor de $418.252 millones. Este proyecto implica reducir el recorrido entre Medellín y Urabá en cuatro horas y media (actualmente se gastan ocho horas), una megaobra que constituye el túnel más largo de América Latina con 9,75 kilómetros.

El Cóndor herido

La empresa Construcciones El Cóndor fue cuestionada a raíz de tener unos terrenos en Medellín que estuvo rellenando en donde diversas agrupaciones de derechos humanos han señalado que existen fosas comunes de los desaparecidos en la violencia desatada en el pasado en la Comuna 13 de esa ciudad.

Pero el verdadero problema es la liquidez de la empresa. El 5 de enero de 2021 se anunció que Construcciones El Cóndor vendió su participación en la concesión vial Pacífico 2. Así que tras concretarse la transacción los socios de la concesión vial La Pintada serían Odinsa (78,85%) y John Laing (21,15%).

Esta última adquirió las acciones de El Cóndor. Es un proyecto que hace parte del programa 4G conectando a Medellín con Cali y después con el puerto de Buenaventura. La obra tiene un avance de 96,8% y finaliza en el 2021. La concesión estará vigente hasta 2043 incluyendo diseño, financiación, operación y mantenimiento del corredor vial. Se encuentra conformado por la construcción de 83 kilómetros de vía doble calzada, 44 puentes, dos túneles y el mejoramiento de 54 kilómetros existentes.

Esta venta confirma la estrategia de desinversión en activos maduros que tiene Construcciones El Cóndor y la importancia de esta compra por parte de John Laing, reafirma el apetito de inversionistas extranjeros en el país“, dijo Luz María Correa, presidente de Construcciones El Cóndor. Lo cierto es que la empresa tiene serios problemas económicos –y con ellos el 20% que tienen los fondos de pensiones- al ser rebajados de calificación por entidades que miden el riesgo de inversión y crédito.

El 25 de enero de 2021 la calificadora Fitch rebajó calificación de Construcciones El Cóndor hasta ‘BBB+(col)’ desde ‘A-(col)’. La calificación nacional de corto plazo en ‘F2(col)’. Rebajó también la calificación de Construcciones El Cóndor de largo plazo del programa de emisión y colocación de bonos ordinarios y papeles comerciales por hasta $500.000 millones. La perspectiva de la calificación nacional de largo plazo es negativa, según el informe. La baja de las calificaciones refleja el debilitamiento del perfil financiero de la compañía (liquidez limitada y apalancamiento elevado) que no ha logrado la expectativa previa de Fitch.

Se debe en gran parte a la crisis económica generada por la pandemia que afectó el Ebitda y el flujo de caja operativo (FCO) en 2020, retrasando la trayectoria de los proyectos y el esperado desapalancamiento financiero. En su estudio para 2021 Fitch proyecta que los márgenes de rentabilidad se mantendrán presionados debido a los sobrecostos en algunos proyectos. Aquí aparece el certero consejo de José Correa a su hija que “la liquidez es la reina”, pues la firma Fitch considera que existe incertidumbre sobre la capacidad de la constructora para disminuir la presión sobre la liquidez y con qué velocidad podría reducir el endeudamiento. Es una concentración alta de deuda a corto plazo exponiéndose a riesgos de refinanciamientos o condiciones desfavorables del mercado.

A su favor aduce la calidad de activos de Construcciones El Cóndor en su portafolio de proyectos 4G así que una de las soluciones es desenpalancar la empresa adoptando diferentes estrategias para mejorar las métricas crediticias que implican la desinversión en activos –de allí las ventas de acciones en participaciones en diversos proyectos- para el mejoramiento de la liquidez.

Los ingresos de la empresa se redujeron 11% a septiembre de 2020 y el margen de Ebitda cayó en un 12%. Total que la deuda adicional se pagó con recursos del proyecto Cesar-Guajira y el segundo pago con la venta del Túnel de Oriente, lo cual desfasó los planes originales de reducción absoluta de deuda. Por ello Fitch recomendó que Construcciones El Cóndor utilice $151.000 millones de la venta de Pacífico 2 para reducir el endeudamiento y que venda –desinversión en términos técnicos- activos en varios de sus proyectos.

El 13 de abril de 2021 Construcciones El Cóndor anuncia que aprobó $13.939 millones para distribución entre accionistas. La suma por acción será de $24.27 que será pagado en tres cuotas iguales de $8.09 en 20 de abril, 21 de julio y el 23 de noviembre. La Asamblea de accionistas aprobó que la totalidad de estos recursos fueran aprobados para la reserva denominada “Reserva para futuras inversiones” y disponer de las utilidades no gravadas de ejercicios anteriores al año 2017, previa desafectación de la “Reserva para futuras inversiones” $13.939 millones para el pago de dividendos.

El 14 de mayo de 2021 la empresa reporta ingresos por $147.839 millones, disminuyendo 20% con una pérdida neta de $ 7.581 millones equivalente a -5,13% de los ingresos de actividades ordinarias del periodo. La disminución de los ingresos se explica porque durante el primer semestre de 2021 El Cóndor se encontraba culminando la ejecución los contratos EPC suscritos con los Concesionarios de 4G.

Según la empresa “Esta perdida se da principalmente por el efecto de incluir los resultados de la Concesión Vías de Las Américas por método de participación, este es un efecto no recurrente, únicamente contable y no genera efecto en la caja de la compañía y por lo tanto no afecta la situación financiera de la compañía. Sin este efecto, la utilidad neta sería de $4.786 millones“.

Un contrato EPC, conocidos también como llave en mano, es una forma de gestión de proyectos en los cuales los riesgos de la obra recaen en el contratista. Es una sigla del idioma inglés: “Engineering, Procurement and Construction”.  Significa que el contratista pone todo y la entrega funcionando al contratante. Por supuesto que este sistema es para empresas de ingeniería con un soporte financiero sólido.

Como vuela el cóndor

El perfil de Construcciones El Cóndor refleja una serie de coincidencias. La primera que se centra en obras que tienen relación con Medellín y la conectividad de Antioquia en gran parte y que su presidente José Correa pertenece a la élite de esa ciudad que tuvo durante los dos gobiernos de Uribe Vélez un ministro de obras, Andrés Uriel Gallego, nativo de la ciudad. Sus relaciones con el alto mundo empresarial se muestran en la fundación de Odinsa, la venta de su parte al grupo Argos y sus alianzas estratégicas con ISA y otras empresas.

La situación comprometida en las finanzas parece tener relación en que sus acciones no lograron un buen precio en el mercado de capitales y que los recursos esperados para proyectos que necesitaban de un gran músculo financiero no aparecieron, sumado a la coyuntura de la pandemia.

Según la calificadora Fitcht: “Construcciones El Cóndor cuenta con un portafolio de proyectos por COP 1,7 billones, que le brinda visibilidad a la generación de ingresos y flujo de caja para los próximos 1,8 años. Su capacidad probada de renovación y ejecución le ha permitido mantener esta acumulación por encima de los niveles históricos. Existe una concentración importante en su portafolio, ya que 100% de los proyectos están en Colombia y los cuatro principales representan alrededor de 90%. No obstante, este riesgo se encuentra, en alguna medida, acotado por la relativa baja complejidad de los proyectos en los que participa CEC, asociados principalmente a la ampliación, rehabilitación y mejora de carreteras existentes.” 

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