Por: Hernando Escobar Medina

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La corrupción en la administración pública y la política ha sido un grave y pernicioso fenómeno que la ciudadanía censura, aunque sin determinación ni contundente reproche, y frente al cual los Organismos de Control del Estado Colombiano actúan con baja eficiencia al estar limitados por las garantías constitucionales y legales en materia procesal; las mismas que permiten a los corruptos zigzagear y eludir la acción de la justicia penal, disciplinaria y fiscal.

Lo propio acontece cuando la criminalidad agencia el manejo de la cosa pública con el perverso objeto de apropiarse de los recursos del erario, incurriendo en desvergonzada y sistemática comisión de delitos y la consecuencial y siniestra afectación de la calidad de vida de los gobernados.

Ante ese dantesco y  apocalíptico escenario de corrupción, causa esencial de los males nacionales, en el departamento del Magdalena vienen exhibiéndose criminales actores con representación política comprada para acceder, sin pudor, al control de la contratación pública y se apropian de cientos de miles de millones de pesos en la Gobernación, Alcaldías, Hospitales y “CORPAMAG”, sin despeinarse ni sonrojarse, como si se tratara de un embarque de cocaína o marihuana, actuando en contra del futuro de nuestras gentes. Tal es el caso de los miembros del “Clan Cotes”, liderado por Alvaro Cotes Vives, alias “Conejo”, quien viene a ser “el poder detrás del trono” al interior de esa nefasta organización criminal.

Ese tenebroso grupo promovió y dispuso, con dineros “non sanctos”, la elección de Luis Miguel Cotes Habeych (2012-2015) y Rosa Cotes Vives de Zúñiga (2016-2019) como gobernadores del Magdalena; al igual que la de José Francisco Zúñiga Riascos, como alcalde de Santa Marta (2004-2007), quien para lograrlo contó con el auspicio y respaldo del Frente Resistencia Tayrona de las A. U. C., liderado por Hernán Giraldo Serna.

Los tres mencionados miembros del delictuoso clan familiar están siendo investigados en un sinnúmero de procesos y fueron condenados, bien penal, disciplinaria o fiscalmente, al establecerse la comisión de delitos, faltas disciplinarias y detrimento patrimonial contra el erario departamental y distrital, dadas las investigaciones ordenadas por la Fiscalía y Procuraduría Generales de la Nación y la Contraloría General de la República.

El “Mello” Cotes y Rosa Cotes Vives de Zúñiga, ex mandatarios del Magdalena, fueron sancionados disciplinariamente, con suspensión de 12 meses, por la Procuraduría General de la Nación al transgredir los Principios de Economía y Responsabilidad que rigen la contratación estatal, y de Eficacia de la Función Administrativa, ante las deficiencias presentadas en la implementación y ejecución del proyecto que pretendía el mejoramiento de la Vía Palermo – Sitio Nuevo – Remolino – Guaimaro (Salamina), en el Departamento del Magdalena; múltiples faltas técnicas en la planeación del proceso de construcción del corredor vial; estudios y diseños desactualizados, elaborados en 2008 y 2009 para ser ejecutados a partir del año 2013, sin tener en consideración la ola invernal de los años 2010 y 2011, la que cambió las condiciones físicas de la carretera; un presupuesto desfasado y sin sustento, en el que se modificaron las especificaciones del material que se proponía utilizar, situación que incrementó notablemente los costos en el transporte de los materiales para la construcción de terraplenes, entre muchas otras, fueron las múltiples falencias laxamente permitidas y auspiciadas por los mandatarios Cotes Habeych y Cotes de Zúñiga.

La procuraduría también determinó que hubo una reducción del alcance de la obra, teniendo en cuenta que el proyecto inicial era de 52.6 kilómetros y llegó tan solo a 18.3 kilómetros como consecuencia de las deficiencias en la planeación, disminución que generó la exclusión de variantes importantes para la funcionalidad de la obra. 

El “Mello” Cotes y su tía Rosa  permitieron, por falta de diligencia, la entrega de una vía que no es funcional, de un proyecto que no fue finalizado, en el cual se empleó el doble de tiempo al inicialmente pactado, para entregar solamente 18 kilómetros de los 52 inicialmente contratados. Todo ello a causa de la deficiente planeación en la dirección de la actividad contractual con evidente lesión de los derechos, intereses y expectativas de las comunidades de Sitio Nuevo, Remolino y Salamina.

Las faltas de los ex mandatarios fueron calificadas de manera definitiva como gravísimas a título de culpa grave, por la falta de diligencia, cuidado y eficacia en la adopción de decisiones que se esperan de un administrador y gobernante de un ente territorial, quien tiene a su cargo la dirección de la actividad contractual y el manejo de bienes ajenos que le fueron confiados por la nación y el OCAD Regional Caribe. Por ello, la Procuraduría ordenó expedir copia del fallo sancionatorio con destino a la Fiscalía General de la Nación para que se investigue al “Mello” y Rosa Cotes por la comisión del delito tipificado como CONTRATO SIN CUMPLIMIENTO DE REQUISITOS LEGALES.

Muy a pesar de la gravedad de las faltas disciplinarias señaladas, ahora resulta que la Procuraduría General de la Nación y los ciudadanos magdalenenses le quedamos debiendo al sancionado ex gobernador “MelloCotes, quien además está pendiente de ser juzgado penalmente en la Sala de Primera Instancia de la Corte Suprema de Justicia al haber sido imputado y acusado, por la Fiscalía General de la Nación, por favorecer los intereses de la condenada empresaria del Chance Enilce López Romero.

Pues bien, el 11 de junio del presente año, de manera silenciosa y sin difusión alguna,  mediante el uso del correo electrónico, el ex gobernador del Magdalena LUIS MIGUEL COTES HABEYCH concurrió ante el Tribunal Contencioso Administrativo de Cundinamarca, Sección Segunda, para demandar la NULIDAD del acto sancionatorio confirmado por la Sala Disciplinaria de la Procuraduría General de la Nación, en virtud del cual le fue impuesta sanción de 12 meses de suspensión en el ejercicio del cargo, convertidos a 12 salarios básicos mensuales devengados, junto con su tía Rosa Cotes de Zúñiga,.

De igual manera, el “MelloCotes exige de la justicia colombiana el RESTABLECIMIENTO DEL DERECHO a ser inocente y libre de haber cometido falta disciplinaria, al considerar inexistentes todos los hechos, pruebas documentales y las evidencias recaudadas por la Procuraduría en el proceso que determino su sanción. El proceso contencioso administrativo promovido por Cotes Habeych está radicado con el No. 250002342000-2021-00415-00 y será finalmente despachado en el Tribunal Administrativo del Magdalena por competencia territorial para lo cual, en los próximos días será, enviado de la Sección Segunda del Tribunal Contencioso Administrativo de Cundinamarca y se procederá a la designación de Magistrado Ponente.

El cinismo y desparpajo por siempre han sido características inherentes a la personalidad de criminales y delincuentes, quienes consideran su conducta y delitos ajustados a la Ley; Ellos, casi siempre, desconocen el arrepentimiento. Luis Miguel Cotes Habeych no es la excepción de la regla.

El “MelloCotes tiene la pretensión de ser candidato al Senado de la República ynecesita “blanquear” su prontuario; así, es impostado columnista en un medio alternativo de comunicación.  Allí, instalado en su seudo columna, opina, censura y cuestiona cada semana.

Quizás, urgido de purificación y agobiado por sus propias culpas, intenta mimetizar su propia condición, pues jamás ha mostrado siquiera un leve propósito de enmendar sus delictivas actuaciones en la contratación pública cuando se desempeñó como Gobernador del Magdalena, las que le comprometen con responsabilidad penal al haber incurrido en la comisión de peculado por apropiación, enriquecimiento ilícito, enriquecimiento ilícito de particulares, lavado de activos, contrato sin cumplimiento de requisitos legales, concierto para delinquir, amenazas y otras conductas punibles, desconociéndose cual terminará siendo la valoración procesal de la que habría sido su participación en el homicidio de Jairo Alberto Zapa Pérez, asesor de regalías de la Gobernación de Córdoba y quien también le asesoró para la estructuración de proyectos en la Gobernación del Magdalena con recursos del Sistema General de Regalías.

Lo que faltaba: ¡el “Mello” Cotes exige ser inocente!

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