Tras 21 años de estar al lado del expresidente Álvaro Uribe Vélez, hoy, otra “joven promesa política” uribista cae en “desgracia” y lo peor, lo hace con el estigma de “traidor”. 

Al igual que otros tantos que han estado cercanos al expresidente, Daniel García Arizabaleta, aquel inquieto recién graduado arquitecto que le hizo campaña a Uribe desde el año 2001, se despide de su vida en el Centro Democrático, tras ser llamado a juicio por el caso Odebrecht y acogerse a un principio de oportunidad con las autoridades colombianas, y delatar a su excamarada Oscar Iván Zuluaga

Conoció a Álvaro Uribe en el 2001, cuando apenas se había graduado de arquitecto en la Universidad San Buenaventura de Cali, y acababa de sufrir dos derrotas en su intento de llegar al Concejo de la capital de Valle del Cauca. 

Dicen, quienes lo conocen, que el ADN de la política la lleva en la sangre porque su mamá María Teresa Arizabaleta era una reconocida líder barrial y feminista y su tío, Jaime Arizabaleta, fue gobernador del Valle entre 1978 y 1980, designado por Julio César Turbay Ayala. Y fue senador en 1990, y en 1996, como segundo renglón de Armando Holguín Sarria, que terminó condenado por recibir $200 millones de la mafia del Cartel de Cali. 

Como no pudo llegar al Concejo, decidió liderar luego el movimiento de “jóvenes con Roy” (Roy Barreras) en su campaña a la Cámara en 1998, cuando iba en fórmula con la entonces senadora Claudia Blum y por el naciente Cambio Radical.   

Ese fue su escuela en política y el mejor trampolín para conocer a Álvaro Uribe, que entonces acababa de salir de la Gobernación de Antioquia y ya sonaba como candidato a la Presidencia en el 2002. 

Al expresidente se lo presentó la comunicadora social Kathy Osorio, y cuando Uribe empezó a armar los cuadros para su aspiración a la Presidencia, los enlistó a ambos para liderar la campaña en el Valle del Cauca. 

Daniel era de esos muchachos como le gustan a Uribe, bien mandados, que trabajan, trabajan y trabajan, no le refutan, no le cuestionan y simplemente cumplen con lo que él espera. 

La campaña se organizó en una oficina de Álvaro José Correa, hermano –ojo con el dato- de la ex senadora del Centro Democrático (2014-2018), Susana Correa, quien es también exdirectora del Departamento para la Prosperidad Social y ex ministra de Vivienda, del gobierno de Iván Duque. 

Mientras a Kathy se le encargó la parte gerencial y financiera, García era el todero pero en particular se encargaba de la logística y las reuniones y contactaba a los líderes. Y obvio, cada vez que Uribe estaba en el Valle, no se le despegaba y terminó manejando su agenda. 

Quienes lo conocen de esa época afirman que era el único que podía aguantarle el ritmo al entonces candidato Uribe. Y fue así, como se ganó su confianza. 

Pero García, como tantos otros jóvenes admiradores de Uribe, se dejó seducir y era lógico que terminara muy cerca de la Casa de Nariño, luego que el antioqueño ganara las elecciones. 

Y lo consiguió al ser nombrado como asesor de despacho en la Presidencia, luego como director de Coldeportes y posteriormente en el Instituto Nacional de Vías-Invias

Sin embargo, no todo fue bien, y más bien desde el principio García mostraba su talante ambicioso; pero como Uribe lo único que veía en sus “buenos muchachos” era que cumplieran con sus órdenes, al parecer, poco o nada le hacía caso a posibles comportamientos corruptos o delictivos, y varios de ellos quizás muchos, han terminado en una maraña de falsedades y enjuiciamientos. 

García Arizabaleta, para poder ser nombrado acreditó experiencia que no tenía para asumir los cargos. Y así lo afirmó la propia Procuraduría General de la Nación, que en el 2008, lo destituyó de la dirección de Invías por falsedad de documentos

Para ese cargo, García dijo que había trabajado durante cinco años y un mes en Inversiones García Arizabaleta, una empresa familiar de arquitectura manejada por su papá, Daniel García Chaves. La empresa, sin embargo, estaba liquidada desde el 1999 por lo que durante esos años no estaba funcionando. 

Y para ser director de Coldeportes en 2003, donde, su carrera de arquitectura no hacía parte de los requisitos para asumir el cargo. 

Y en el 2006 llegó al Invías como director encargado y luego, un mes después de posesionarse, modificó las exigencias para el cargo para añadir la arquitectura entre las profesiones requeridas. Ni siquiera así cumplía todos los requisitos porque aún no tenía los 76 meses de experiencia que se necesitaban. 

Por estos hechos, que representan perfectamente aquello de que “todo vale”, la Procuraduría lo destituyó y lo inhabilitó para ocupar cargos públicos durante 12 años.  

Pero García Arizabaleta no se iba a dejar sacar así de fácil del ruedo político. 

Incluso en una columna de opinión del periodista Daniel Coronell, reveló que los dos años siguientes a su destitución, García entró 43 veces al Palacio de Nariño. Y eso justo durante el tiempo que se licitó el contrato de la Ruta del Sol, justo la que en su segundo sector ganó la licitación Odebrecht en diciembre de 2009. 

Otro que entra a la Galería de Corruptos

Daniel García Arizabaleta: otro que entra a la Galería de Corruptos, y quería llegar al Senado – Corrupción al Día (corrupcionaldia.com)

Y aquí viene tal vez uno de los datos más relevantes de todo este entramado de corrupción con la brasilera Odebrecht. Resulta que tras su salida del Gobierno de Uribe, García Arizabaleta fue contratado por la entonces multinacional brasileña para ser el enlace entre dicha empresa y el Estado colombiano. 

Y entonces no quedan dudas que se trataba de un cargo no solo hecho a su medida, sino que incluso antes de su salida, podrían ya haber conversaciones sobre las licitaciones en las que la firma extranjera podía participar, pues como director de Invías el ahora “hijo renegado” del uribismo, tuvo acceso a toda la información relacionada con presupuestos y proyectos. 

De hecho, y este es otro dato de mayor relevancia, tras las reuniones que sostuvo el entonces presidente Uribe con los directivos de Odebrecht, García Arizabaleta, siendo director de Invias, en diciembre del 2007, firmó el convenio entre esa entidad, Odebrecht y Fenalcarbón para adelantar los estudios de prefactibilidad, denominado “Logística Integral Carbonera del Altiplano Cundinoboyacense y Santander”, conocido como ferroviaria Carare, que era uno de los proyectos bandera de Uribe para esa zona del país. 

Según una persona que lo conoció en la época, cuenta La Silla Vacía, que «su labor en la empresa consistía en aproximarse a líderes regionales, alcaldes y gobernadores, y buscar contratos para la empresa»

El arquitecto asegura haber estado vinculado con Odebrecht entre el 2010 y el 2013. Posteriormente, pasó a formar parte de la estrategia del uribismo para conformar el partido Centro Democrático y así aspirar a las elecciones en el 2014. 

Lo nombraron coordinador político del Partido, muy a pesar de sus antecedentes y de la oposición de algunos, no muchos, la verdad, pasó a desempeñar una tarea muy similar a la que tuvo en la campaña del 2002. 

Ya para esa época García Arizabaleta también tenía ganada la confianza de Óscar Iván Zuluaga, que lo puso a trabajar como su mano derecha en la construcción de la estructura que, tras las elecciones de marzo de ese año, terminó con un partido de oposición de 20 senadores y 19 representantes a la Cámara. 

En 2014 García no sólo era el encargado de hablar con las bases para buscar el caudal electoral sino también con empresarios para buscar apoyo financiero. 

Ya para ese momento muchos sabían que él era el consentido de Uribe. «Él (Uribe) es bueno para formar liderazgos jóvenes, como en su momento fue Andrés Felipe Arias y también lo hace con Daniel García», le dijo a la Silla Vacía, una fuente de las entrañas del uribismo.  

Los ungidos que se quemaron por “lealtad” 

Y es que por la escuela política de Uribe han pasado jóvenes ambiciosos, pero sobre todo que mostraron su lealtad a toda prueba hacia el exmandatario, al punto de incurrir en actos corruptos, delictivos o antiéticos, para demostrarlo. 

De esa misma escuela fue que salieron el ex ministro de Agricultura, Andrés Felipe Arias, condenado por el caso de Agro Ingreso Seguro. El ex secretario de Prensa de la presidencia de Uribe, César Mauricio Velásquez, condenado en el 2021 por concierto para delinquir por participar en el entramado ilegal orientado a desprestigiar a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia y a la excongresista Yidis Medina Padilla, entre 2007 y 2008.

El exdirector del DAS, Jorge Noguera, condenado en 2011 a 25 años de prisión, al ser hallado culpable por los delitos de concierto para delinquir, homicidio y falsedad por ocultamiento y revelación de secreto. En 2017, es también condenado a siete años de prisión por la persecución de periodistas, líderes sindicales, políticos y magistrados con el fin de “neutralizar” a todos los que estuviesen en contra de Álvaro Uribe.  

Más recientemente el joven abogado Diego Cadena también enfrenta procesos judiciales, por el presunto soborno a testigos y fraude procesal, tras visitar a ex paramilitares en la cárcel, para que cambiaran sus declaraciones en favor de Uribe. 

También por cuenta de la tapadera y “cuidar” a Uribe el mayor retirado de la Policía, Juan Carlos Meneses, quien es testigo contra el hacendado Santiago Uribe Vélez por la conformación de grupos paramilitares en Yarumal, Antioquia, fue condenado a 25 años de prisión en 2013 y aseguró cuando fue capturado que en el 2008, fue favorecido con un contrato a través del Invias para que guardara silencio. 

En el 2016, siendo columnista de Semana Daniel Coronell, reveló que el 16 de abril de 2008, Juan Carlos Meneses visitó la Casa de Nariño y se reunió con un asesor del presidente Álvaro Uribe y quedaron en que a través de un contrato con Invías, Meneses terminaba quedándose con una parte del dinero porque amigos suyos ejecutaban una obra en el municipio de Guadalajara de Buga en el Valle del Cauca.  

Y habrá que ver qué le depara el futuro al ex presidente de la República, Iván Duque, otro de los “ungidos” por Uribe, pues en la reunión en la que Óscar Iván Zuluaga habría conocido al publicista brasileño José Eduardo Cavalcanti de Mendonça, conocido como ‘Duda’ Mendonca, organizada por Daniel García Arizabaleta estuvo presente el expresidente colombiano, cuando era senador del Centro Democrático. 

Además, Duque tendrá que explicar los motivos para nombrar a Carolina Nader, esposa de García Arizabaleta, como directora de Acompañamiento Territorial en el Departamento de Prosperidad Social. También el por qué designó a Juan José Malvehy García, sobrino de García Arizabaleta, en el Ministerio del Deporte en la dirección de los Juegos Supérate, que es el evento que reúne año tras año a los deportistas de los colegios de Colombia quienes compiten en 19 disciplinas deportivas. E incluso nombró a la muy amiga de García Arizabaleta, Susana Correa, en el DPS, como ya lo dijimos. 

El primero del Centro Democrático

Y toca aquí recordar que desde que se iniciaron las investigaciones por el escándalo de Odebrecht en Colombia, es la primera vez que la justicia toca a un alfil del Centro Democrático. 

El primer capturado en Colombia por este caso fue el exviceministro de Transporte y exgerente del INCO (2008), Gabriel García Morales, condenado a cinco años de cárcel en 2017 por cohecho e interés indebido en la celebración de contratos. El funcionario recibió un soborno de $6,5 millones de dólares y fue el encargado de favorecer al consorcio ganador de la licitación de la Ruta del Sol II.

El cartagenero García Morales salpicó a los hermanos Enrique y Eduardo Ghisays Manzur, del Partido de La U, quienes ayudaron a crear las empresas offshore para blanquear el dinero producto de los sobornos. Enrique fue condenado a diez años y nueve meses de cárcel; y Eduardo, a tres años de detención domiciliaria. 

Y también fueron condenados el ex senador del partido de la U, Bernardo Miguel Elías, conocido como ‘Ñoño’, sentenciado a seis años y ocho meses de prisión tras aceptar los cargos y colaborar con la justicia. 

Por eso, volviendo a García Arizabaleta, resulta curioso que solo hasta el 2022, fue que la Fiscalía le abrió indagación formal por el caso de Odebrecht. 

Y apenas el pasado 17 de abril de 2023 el juzgado 21 de Conocimiento de Bogotá ordenó la preclusión por prescripción de la investigación contra el político y arquitecto por el delito de falsedad en documento privado, tras supuestamente recibir pagos de la empresa brasilera Odebrecht, cuando fue director de Invías, con el objetivo de favorecerla en la concesión de obras. 

El exdirector de Invías habría suscrito dos contratos ficticios a través de la empresa Consultores Unidos S.A.S., representada por el condenado Eduardo José Zambrano Caicedo para filtrar los dineros y no dejar trazabilidad de las transacciones. 

Según explicó la Fiscalía, «por conducto de esta sociedad, Odebrecht dispuso el pago de dinero a Daniel García Arizabaleta mediante la suscripción de dos contratos simulados que sirvieron de medio para que recibiera la suma de trescientos sesenta millones de pesos ($360.000.000) sin justificación alguna»

«Los contratos fueron suscritos, uno el 25 de febrero de 2009 y el otro el 20 de septiembre de 2012, por ciento ochenta millones de pesos ($ 180.000.000) cada uno», agregó la Fiscalía. 

Ahora, García Arizabaleta, quien reside actualmente en Estados Unidos, goza de inmunidad penal (principio de oportunidad) por el delito de enriquecimiento ilícito debido a las grabaciones que le entregó al ente investigador en el caso contra Óscar Iván Zuluaga

Aún se desconoce la fecha de la imputación de cargos contra Zuluaga. Pero la entidad judicial ya ha adviertido que el excandidato presidencial será investigado formalmente por los delitos de falsedad en documento privado, fraude procesal y enriquecimiento ilícito de particulares. 

Su mentor, Álvaro Uribe, el que dice apoyar a jóvenes que son “buenos muchachos”, solo atinó a decir: «Tengo dos dolores: uno personal por Óscar Iván Zuluaga y David, a quienes admiro y les tengo todo el afecto. Y otro dolor, pero de Patria por las impunidades, una de ellas Santos y Odebrecht»

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