Por: Jorge Vergara Carbó

Para poder entender la problemática es necesario referenciar el contrato que desde la entrada de Inassa como socio calificado privado a la Triple A, se firmó entre las partes con la finalidad de darle cumplimiento.

Es bueno recordar que en septiembre de 1.996, Corfivalle recomendó se reconociera un importe del 4.5%, de los recaudos efectivos como ingreso por “Costo de gerenciamiento” con la finalidad de garantizarle al socio inversionista una rentabilidad que hiciera más atractiva la inversión.

Lo que no pudo prever Corfivalle, es que la empresa se iba a expandir por todo el Departamento del Atlántico, lo que incrementaría sustancialmente su facturación y por ende sus recaudos efectivos, incrementando en forma onerosa los ingresos de Inassa, en perjuicio de los socios minoritarios y del gobierno en el pago de sus impuestos al disminuir las utilidades año por año. Un claro rompimiento del equilibrio económico de un contrato que no se demandó.

El contrato de asistencia técnica (Costo de gerenciamiento) incorporado al Acta de Acuerdo se firmó, el 18 de octubre de 1.996. Firmaron como representante del sector público el alcalde Edgar George González, como representante del futuro socio (Inassa S.A) Julio Gomes Piqueras y como representante de los accionistas privados Antonio Celia Martínez Aparicio y Alejandro Arteta Abello. El representante de Inassa, era el gerente de “Aguas de Cartagena, empresa cuyo socio es Agbar, que también recibe como socio operador el 4.5%, de los recaudos netos.

En esa acta de acuerdo, se establece que Triple A, le pide el 21 de agosto a AGBAR (Aguas de Barcelona) para que presente oferta técnica y económica. El 3 de septiembre ya no Agbar sino Inassa presenta su propuesta técnica y económica. El 19 de septiembre se firma el acta de negociación entre las partes aprobada por la junta directiva de la Triple A. Se propone realizar una asamblea el 21 de octubre de 1.996, para reformar los estatutos.

Entre los acuerdos está la obligación de que Inassa adquiera el 43.31% de las acciones, las cuales fueron vendidas a un precio de $1.250 pesos por acción.

El futuro socio (Inassa-Agbar), se compromete a aportar a Triple A su conocimiento y capacidad de gestión en relación con los aspectos técnicos, operativos, administrativos y comerciales relacionados con la prestación de los servicios públicos de acueducto, alcantarillado y aseo. El gerente será postulado por Inassa y designado por la junta directiva. Personal español que no se vincule laboralmente a la Triple A, correrá por cuenta de Inassa. En efecto todos los españoles fueron incorporados a la planta de la Triple A.

En contraprestación a las obligaciones que asume el socio se decide pagar “un costo de Gerenciamiento” durante los primeros 7 años, del 4.5% del ingreso neto (recaudo real de Triple A), y a partir del octavo (8) año, se le reconoce un punto adicional si cumple las metas fijadas en recaudo y rotación de cartera. Metas que son inversamente proporcionales porque cuando sube una baja la otra. Es decir si aumentan los recaudos la rotación de cartera baja.

Esas fueron lamentablemente las dos variables que se tuvieron en cuenta en el compromiso firmado para reconocerle “el costo gerencial”. No se especificó en qué consistiría la obligación de aportar conocimiento y capacidad de gestión en relación con los aspectos técnicos, operativos, administrativos y comerciales.

Los españoles entendieron que bastaba con traer españoles con alto conocimiento en la operación de este tipo de empresa, colocarlos en los cargos de responsabilidad y de esa forma darle cumplimiento al acuerdo o contrato firmado entre las partes. Por otra parte no tuvieron en cuenta, en el contrato, de fijar una meta para las pérdidas del agua tratada y no facturada, lo que explica las altas pérdidas físicas y negras que tiene hoy la Triple A (51.5%). A pesar de que Agbar logró disminuirlas a niveles 37.2%, mientras estuvo al frente de la empresa.

¿CUÁLES ERAN LOS RESULTADOS DE LA TRIPLE A, ANTES Y DESPUÉS DE AGUAS DE BARCELONA “AGBAR”?

Para poder evaluar, la gestión del socio operador extranjero (Agbar), al cual se le reconoce un incentivo del 4.5%, de los recaudos netos debidamente auditados de los servicios que presta la empresa, es necesario conocer los índices de gestión de la Triple A, en el año de 1.996, ya que a partir del 23 de octubre de ese año, se dio la entrada del socio operador extranjero con la compra del 43.31%, de las acciones por un valor de $8.385 millones. Dinero como lo hemos expresado en documentos anteriores fueron financiados por un crédito del banco Ganadero.

La cobertura del servicio en el año 1.996, fue:

Cobertura acueducto = 78%; cobertura Medición =36%; Agua No Facturada =55%; Cobertura Alcantarillado= 68%; Cobertura Aseo=59%.

Los resultados financieros fueron buenos en el año 1.995, se obtuvieron utilidades por $755 millones, con un gasto operacional de administración de $7.548 millones. En el año 1.996, la empresa presento pérdidas por $18.577 millones, productos de unos costos operacionales de administración por $19.686 millones, cifra superior en el 260%, a los gastos operacionales del año anterior. Lo que explica en gran parte el alto volumen de pérdidas de ese año, sumado a los altos intereses pagados de $5.806 millones, con relación a los pagados en 1.995.

Con esos índices, comenzó la labor el socio extranjero en el año 1.997, empezándose a registrar mejoría en la totalidad de los índices y dándose un hecho significativo: la expansión de la empresa a los municipios del Departamento del Atlántico; inicialmente en Puerto Colombia y Soledad donde asumieron la operación de su acueducto y la prestación del servicio.

En ese primer año lograron disminuir las pérdidas financieras a niveles de $3.685 millones, las cuales se afectaron por el pago del “Costo gerencial” por $2.966 millones, correspondiente al pago del 4.5%, de los recaudos netos. Las pérdidas en el año anterior fueron de $18.577 millones. La disminución de las pérdidas fue producto de unos ingresos de operación de $91.452 millones, cifra superior en $36.367 millones, a la de 1.996, un 166% más se facturó (se incorporaron 8.936 nuevos usuarios), al atender el mercado de Puerto Colombia y mejorar el sistema de facturación en Barranquilla.

Todo a pesar del incremento en los gastos operacionales de administración que pasaron de $19.686 millones a $35.075 millones. En 1.997, la cobertura de acueducto fue del 82%, la de Medición del 46%, el agua no facturada del 49.3%, la cobertura alcantarillado 72% y, la del aseo 64%.

En el segundo año de operación (1.998) del socio extranjero, los resultados fueron superiores a los de los años anteriores, a partir de ese año la Triple A, siempre generó utilidades a pesar de los actos de corrupción al interior de la empresa. Las utilidades de ese año fueron de $5.559 millones. Los suscriptores de acueducto eran 220.565, es decir 39.848 suscriptores adicionales al de 1.997, una cobertura de acueducto de 89%, cobertura alcantarillado 75%, de aseo en 72% y agua no facturada 44.8%.

En el tercer año de operación (1.999), los resultados fueron superiores a los dos primeros años de gestión, la utilidad de la empresa fue de $8.584 millones, afectada por un pago de “Costo gerencial” de $4.663 millones, unos gastos financieros de $29.094 millones y unos gastos de administración de $26.214 millones. La cobertura de acueducto 92%, la medición en 60%, cobertura alcantarillado 76%, cobertura de aseo 80%, y agua no facturada del 42.1%.

En el cuarto año de operación (2.000), la empresa genera unos resultados sorprendentes, generando unas utilidades por $25.540 millones, un 297% superior a la del año anterior. Esa utilidad se explica por un aumento en los ingresos de operación de $25.289 millones, generado por un número mayor de suscriptores en acueducto y alcantarillado, unos menores gastos financieros $27.330. El “Costo gerencial” fue de $5.522 millones, y el gasto operacional por administración fue de $34.632 millones. La cobertura de acueducto 94%, la medición 64%, el agua no facturada 39.3%, alcantarillado 80% y aseo una cobertura de 91%.

En el quinto año de gestión (2001), se obtuvieron unas utilidades de $20.021 millones, con unos ingresos operacionales de $175.941 millones, y un pago por “Costo gerencial” de $7.5834 millones. La cobertura de acueducto fue de 97%, la de alcantarillado $84% y la de aseo 94%. La medición fue de 75% y el agua no facturada de 37.4%. Los gastos operacionales de administración fueron $42.216 millones, los gastos financieros $30.187 millones.

En el sexto año (2.002), los resultados fueron los siguientes: suscriptores acueducto 265.330, de alcantarillado 236.287, los ingresos de operación $217.893 millones, la utilidad neta $26.948 millones, y el “Costo gerencial# fue de $7.584 millones. La cobertura de acueducto 99%, la de alcantarillado 80%, y la de aseo 99%. La medición 80% y, el agua no facturada se mantuvo en 37.4%.Los gastos operacionales de administración fueron de $44.723 millones, y los gastos financieros de $31.269 millones.

Es importante aclarar que Inassa tuvo como socio interno de 1.996 a 2.000, a AGBAR quién vendió sus acciones a los barranquilleros en marzo del año 2.000, pero siguió al frente de la gerencia de la empresa Francisco Olmos hasta mayo de 2.002, dado que en ese año entraron los nuevos socios de Canal Extencia, filial de Canal Isabel segunda de Madrid, hasta el 2.018, cuando le embargaron sus acciones en la Triple A del 82.16%.

De acuerdo a los resultados obtenidos hasta el año 2.002, podemos afirmar que las metas fijadas en el acuerdo firmado en octubre 19 de 1.996, y ratificado y modificado en marzo del año 2.000, se cumplieron a cabalidad. Aumento el nivel de recaudo y por ende bajo la rotación de cartera. Las utilidades crecieron, la cobertura en el servicio fue del 99%, la disminución del agua no facturada a pesar de no ser una meta se logró bajar a niveles del 37%. Su servicio fue calificado de eficiente y reconocido a nivel nacional por la SSPD, y por el banco Mundial siendo tomado como modelo para los países subdesarrollados con problemas de suministro de acueducto y alcantarillado.

Hay que destacar que durante el año 1.996, se entregó el plan de Inversión de la segunda etapa del Suroccidente y entró en operación el Modulo 4, de la planta 5 del acueducto con una producción de 750 Lts/seg. En la segunda administración del padre Bernardo Hoyos en vista de que no se pudieron terminar las obras para el Suroccidente, decidió prorrogar la concesión por 20 años más, con la única condición que esos recursos de las regalías se invirtieran en la ampliación de la cobertura de los servicios y además gestionó con el gerente de la Triple A, de ese entonces Francisco Olmos el apoyo del gobierno nacional para la terminación de las obras en el suroccidente de la ciudad y otros sectores marginales a los que nunca les llegaba el agua y mucho menos el alcantarillado y el aseo, aportando el presidente Pastrana la suma de $11,000 millones, y años después en la administración de Guillermo Honeisbergh se logró por parte del Ministerio de Vivienda un aporte de $70.000 millones, para el tratamiento de las aguas negras y estas no siguieran vertiéndose a los caños de la ciudad.

Los barranquilleros debemos preguntarnos lo siguiente: ¿Estos resultados positivos se hubieran logrado sin la participación del socio privado extranjero? ¿Se ejecutó o no se prestó el contrato de “Costo Gerencial” como afirma La Fiscalía y Procuraduría?

En próximos documentos trataremos de dar respuesta a los interrogantes planteados, analizando los resultados obtenidos del año 2.003 al 2.018, bajo la batuta de canal Isabel Segunda, donde inexplicablemente las utilidades empezaron a disminuir en forma significativa del 2.003 al 2.011, y se presentaron signos de corrupción reconocidos por el señor Ramón Navarro durante el tiempo de su gerencia, el cual se encuentra detenido con casa por cárcel y otros directivos colombianos y españoles con restricción de salidas al exterior, por el desfalco reconocido y los directivos por el pago del contrato de “Costo Gerencial” que la Fiscalía y Procuraduría señalan de ilegal.

Lamentable la rotunda negativa de la Triple A (SAE), de no responder un derecho de petición que le hiciéramos justamente para con esa información poder investigar e informar a los barranquilleros los actos de corrupción que se dieron. Aduciendo que es una empresa privada (Ley 1755/15). Esperemos que la SAE saque a la luz pública los actos de corrupción señalando a los responsables y mejore los resultados logrados antes por la empresa.

Publicidad ver mapa

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.