Hay muchas maneras de presentar una noticia, sobre todo ésta de enorme importancia porque evidencia el germen de la corrupción moral y ética en la educación colombiana.

Un diario capitalino tituló “Profesor que le gritó a un estudiante en Cali fue despedido del colegio”. Se denota enseguida toda la carga negativa hacia el educador y que el colegio hizo justicia al despedirlo.

En la presentación de la noticia, el diario recalca que “En noviembre pasado una discusión en un colegio de Cali quedó registrada en video”. El término discusión aquí es muy tendencioso, pues en un país como Colombia es sinónimo de pelea, confrontación, de situación que generalmente lleva a violencia.

Nosotros queremos presentar la noticia desde otro ángulo, desde el lado de los principios éticos que nos rigen en esta lucha contra la corrupción que libramos a diario.

Para nosotros, y el video así lo evidencia, aquí no había ninguna discusión. Vemos a un profesor enojado, hablándole fuerte, con carácter a un alumno que reiteradamente acude a la vulgaridad utilizando palabras irrespetuosas y ofensivas para la comunidad escolar.

La ecuación es sencilla: sin principios ni valores no hay moral ni ética. Y tanto los principios como los valores se enseñan y aprenden en el hogar y en la escuela. Tanto los padres como los educadores tienen esa responsabilidad, con amor, firmeza, fundamentación y oportunidad.

Pero vivimos tiempos difíciles, solo vemos familias disfuncionales por doquier con padres que multiplican hijos sin principios ni límites, e igualmente profesores y maestros totalmente ajenos a su rol de educadores.

El resultado salta a la vista: vivimos en un mundo al revés y la corrupción impera en todas nuestras acciones

Colegio con “principios” religiosos

No sabemos cómo se llama el colegio donde sucedieron estos hechos, pero de acuerdo al comunicado que emitieron para informar que habían despedido al profesor se puede discernir que trata de una institución con “principios” religiosos, puntualmente católicos o cristianos.

Los principios y valores de la moral católica y cristiana están basados en los 10 mandamientos que Dios le entregó a Moisés, más el que Jesús entregó a sus discípulos: «Ama a tu prójimo como a ti mismo».

Este colegio se olvidó de estos principios y validó el comportamiento delincuencial del alumno reprendido por el profesor Carlos Duque.

Invitamos a nuestros lectores a leer los comentarios que la comunidad de Cali replicó en Twitter a partir de la publicación del comunicado del rector del colegio en cuestión y sacar sus propias conclusiones.

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