Un Proyecto que Sangra los Recursos Públicos
Tres años de espera, 130.000 habitantes sin servicios de salud y $14.751 millones de pesos esfumados: este es el retrato de la más obscena negligencia administrativa en el Centro de Atención Prioritaria en Salud (CAPS) Bravo Páez.
Los Números del Desastre
- Inversión inicial: $14.751 millones de pesos
- Avance real: 25% en cuatro años
- Tiempo de construcción: Abril 2021 – Diciembre 2023
- Estado actual: Obra abandonada, apenas unos pilares de hierro
Los Responsables: Nombres y Apellidos
No más eufemismos. Los verdaderos responsables tienen nombre propio:
- Claudia Lucia Ardila Torres (Gerente de la Subred Centro Oriente)
- Marcia Greicy Guacaneme (Jefe de Desarrollo Institucional)
- Adriana María Ceballos (Directora de Infraestructura)
- Luz Betty Rodríguez Álvarez (Representante legal de Miroal Ingeniería)
El Contratista Fantasma: Miroal Ingeniería
Un historial de obras inconclusas que debería avergonzar a cualquier entidad contratante:
- Universidad Nacional en Tumaco: Apenas 20% de ejecución
- Universidad Distrital: Presunto caso de incidencia fiscal por $713 millones
La Danza de las Prórrogas
El cinismo tiene método:
- Prórroga inicial: De 12 a 46 meses
- Pausa de obras: 55 días hábiles
- Solicitudes de adición:
- $122 millones para «imprevistos»
- $1.993 millones para equipamiento
- Resultado: Contrato suspendido en diciembre de 2023
El Nuevo Capítulo: ¿Esperanza o Continuidad?
La administración de Carlos Fernando Galán promete:
- Estudios: Junio-julio 2025
- Construcción: 13 meses
- Nuevo presupuesto: $24.902 millones
La Pregunta que Arde
¿Son estos $24.902 millones un nuevo festín para los depredadores de recursos públicos?
Conclusión: Más Allá de un Elefante Blanco
Este no es solo otro elefante blanco. Es un monumento viviente a la corrupción sistémica que desangra Bogotá, que condena a 130.000 habitantes a la precariedad sanitaria mientras unos pocos se llenan los bolsillos.
Alerta: La impunidad no es un accidente. Es una decisión calculada.
Nota del autor: La verdad no se silencia. Se grita.
