Seguramente sonrió y sintió un alivio enorme en su alma. Le dieron ganas de llorar al recordar el poder corruptor de aquel viejo amor que la llevó a la cima de la política en Colombia, y por eso volvió a sonreír, pensando que Julio Gerlein sigue “vivito y coleando”, torciendo cualquier decisión judicial que perjudique su nombre.

Pero, seguramente no dejó de pensar que “si Julio Gerlein es inocente, entonces, yo también”. Y tiene razón, el sentido común así lo indica pues Aida Merlano es una creación de Julio Gerlein. Su amor por ella lo llevó a financiar la compra de votos en cada una de las campañas políticas que Merlano emprendió y ganó sin ningún problema.

Pero Aida Merlano no se ha pronunciado, no ha dicho nada a los medios de comunicación, y a nosotros tampoco nos interesa, pues también puede mentir y acomodar sus palabras para no tener más problemas. Nos interesa lo que piensa la gente, lo que opina la gran masa sobre el fallo del juez de Barranquilla Jaime Angulo de Castro.

Y la gente se ha manifestado a través de las redes, desde los periodistas más avezados hasta las personas del común dieron su opinión sobre este sonado caso judicial.

La Mano Invisible de Julio Gerlein

Julio Gerlein, poderoso empresario y contratista estatal, ha sido el titiritero detrás de muchas de las victorias electorales de Aida Merlano. Su amor por ella no solo fue personal, sino también profundamente político. Fue su mano la que financió la compra de votos que llevó a Merlano al éxito en cada campaña que emprendió, consolidando su figura en el escenario político colombiano.

Para muchos, si Julio Gerlein es declarado inocente, entonces Aida Merlano también lo sería. Pero esta aparente lógica no es más que una burla al sentido común. Aida Merlano es, sin lugar a dudas, una creación del poder y los recursos de Julio Gerlein, un producto de la maquinaria corrupta que durante años ha operado sin freno en Colombia.

El Silencio de Aida Merlano

Curiosamente, Aida Merlano ha mantenido un silencio absoluto tras el reciente fallo judicial que absuelve a Gerlein de cargos graves. Un silencio que, para algunos, es tan elocuente como cualquier declaración pública. Sin embargo, este mutismo solo refuerza la percepción de que, en este caso, la verdad ha sido silenciada a conveniencia.

La opinión pública no está interesada en las palabras de Merlano, que bien podrían ser otro intento de manipular la narrativa. Lo que verdaderamente importa es lo que piensa la gente, cómo perciben la justicia y la política en un país donde la impunidad parece ser la norma.

Reacciones Ciudadanas y el Clamor por Justicia

Las redes sociales se han convertido en el escenario donde se libra una batalla de opiniones sobre este escandaloso caso. Desde periodistas experimentados hasta ciudadanos de a pie, todos han expresado su indignación y desconfianza en un sistema judicial que parece proteger a los poderosos.

El fallo del juez Jaime Angulo de Castro ha sido recibido con una mezcla de incredulidad y rabia. Para muchos, es un ejemplo más de cómo el poder económico y político en Colombia puede doblegar la justicia a su antojo. La ciudadanía, harta de la corrupción y la impunidad, exige respuestas y, sobre todo, justicia.

Este caso, como tantos otros en la historia reciente del país, pone de manifiesto la profunda crisis de confianza en las instituciones colombianas. La sombra de Julio Gerlein sigue proyectándose sobre el sistema político y judicial, dejando claro que en Colombia, la lucha contra la corrupción aún tiene un largo camino por recorrer.


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